Amor a la deriva

Remake de la película dirigida por el desaparecido Gary Marshall (Pretty Woman), en la que ahora el que pierde la memoria es él en lugar de ella.
El film no tiene nada de especial, es más diría que es una película aplicando los nuevos filtros que se imponen en el cine actual (igualdad de género, movimiento me too y por encima de todo, más blancura que la que te da la lejía Neutrex).
Esto no quiere decir que esta propuesta sea mala, diría que simple y llanamente cumple. Eugenio Derbez es el alma y no como Anna Faris, que parece que aún está interpretando sus personajes de la saga Scary Movie.
Una comedia muy simple y que se convierte en una opción perfecta para un sábado o domingo por la tarde.

Remake de la película de 1987 protagonizada por la pareja Goldie Hawn y Kurt Russell. En esta nueva aproximación a la historia se hace un cambio de rol en los personajes invirtiendo al personaje femenino por el masculino. Así, se hace un enfoque diferente de la trama aunque muchas situaciones nos recuerden a la original (pendiente de verla completa por este humilde servidor), y la diferencia de épocas de producción también aporte un punto diferencial.

En este caso dirige Rob Greenberg (Finales Felices) en su primera incursión en el cine y aporta sus conocimientos en la pequeña pantalla para crear una película simpática, claramente apoyado en el carisma de sus dos actores principales: el simpático cómico mexicano Eugenio Derbez (No se Aceptan Devoluciones) y la graciosa Anna Faris (Mom). Con la curiosa química que crean estos actores tan contrapuestos, se nos expone una película simpática y sencilla, que a pesar de ser predecible cumple su principal propósito: entretener.

Aunque comienza dubitativa, con el paso del metraje mejora y nos deja algunas escenas divertidas durante dura la amnesia del protagonista rico. Después llega lo típico de estas películas con moraleja, pero para esto está el cine: mejorarnos el humor ante un presente que se nos antoja gris. Como secundarios hallamos a Eva Longoria (Mujeres Deseperadas) y John Hannah (La Momia) entre un nutrido grupo de actores que están acostumbrados a la comedia.

Comedia con ínfimos momentos graciosos muy lejos de la original, que no era una gran película, pero que tenia como elemento destacado la química entre Kurt Russell y Goldie Hawn que aquí ni siquiera se consigue con los protagonistas. El argumento gira en torno a un malcriado millonario, al que le encanta jugar con las personas valiéndose de su poder, que por accidente pierde la memoria, situación que es aprovechada por una mujer con tres hijas que había sido maltratada por este. A partir de acontecimiento al millonario, sin saberlo, se le cambia la vida. No acompaña el endeble argumento actuaciones que realmente valgan la pena, Eugenio Derbez expresa poco y mal y Anna Faris solo hace mohines alegres o tristes según la ocasión. Desechable.