Al otro lado del mundo

Yo respondo, a mi juicio, con lo siguiente:

- Edward Norton, sin más. Este hombre es genial. Más que palabras, Norton transmite a través de miradas, gestos, una forma especial de desenvolverse. Interpreta a la perfección personajes atormentados o con conflictos interiores (véase "Las dos caras de la verdad" o "El club de la lucha").

- Una Naomi Watts, que si bien no es que está deslumbrante como Norton, hace muy bien su papel y aprueba con nota.

- Soberbias interpretaciones donde los silencios también hablan.

- Una magnífica banda sonora. Totalmente envolvente. Un piano maravilloso y muy acertada canción final.

- Un paisaje bellísimo. Magnífica fotografía.

- Una buena trama argumental. Ya hacía tiempo que no se hacía una drama romántico de época con tan buen resultado.

- El mensaje de la película: "una pareja se va haciendo poco a poco". La vida no es "llegar, conocer al hombre perfecto, casarte, ser felices y comer perdices" sino más bien "conoces a un hombre y después de muchas experiencias vividas con él, buenas y malas, vas ahondando en su interior y ves que te vas enamorándo poco a poco".

Conclusión: no puedo ponerle menos de un 9.
Por mi parte, muy recomendable.

Si quieres películas con ritmo alquila “A todo Gas”, si buscas una película de amor fácil y barato siempre tienes la última de Jennifer Aniston. Aquí no se vende eso.

Historia que como el primer trago de alcohol de nuestras vidas empieza siendo amarga e incómoda. Pero que como el buen Whisky se disfruta poco a poco, oliendo su aroma, moviendo el vaso, saboreando cada trago con calma.


Un álbum de la China del cólera de los años 20 que comenzará con el amor no correspondido y el adulterio, pasará por el rencor, la indiferencia y el desprecio y que cerrará su última página corriendo el velo, ese velo que tanto daño hace.

Un verdadero lujo disfrutar despacito (pero sin pausa) de la historia, de la música y de los hermosos parajes naturales, "Chapeau" en este aspecto. Un relato fascinante, con un hilo narrativo a base de fotografías que desembocan en un “collage” de múltiples sensaciones dignas de cualquier galería de arte.


De Naomi Watts, ¿qué les digo?, nada, que tengan cuidado como la miran o esos ojos azules acabarán con ustedes. Fantástica una vez más, ya son varios papeles grandes de esta chica que me dejara boquiabierto en Mulholland Drive.

¿De Norton?, otro recital, como nos viene acostumbrando, uno de los mejores de nuestra generación que con el tiempo acabará perteneciendo a ese elenco de los más grandes.


Lo mejor:

-El final, el clímax absoluto, por un lado la reconciliación y el perdón en su parte más humana y por el otro la moraleja que vemos en esa última gran instantánea de la flor.

Lo peor:

- Si no te gusta el Whisky, siempre te queda el Gin tonic, más digestivo y que además está de moda ;)

Sin duda un film magníficamente bello. La belleza está presente en todos los aspectos de la película, en el paisaje, en los personajes, en el ritmo, en el clima... Todo es armonía, una banda sonora espectacular de Alexandre Desplat, la fotografía perfecta de Stuart Dryburgh y como no, una escalofríante interpretación de Edward Norton y Naomi Watts (que cada vez se parece más a Nicole Kidman). Mucho mejor Edward Norton aquí que en El Ilusionista. Un actor capaz de hablar en silencio, de matar con la mirada, de convencer con el pensamiento, de hipnotizar con un leve gesto. Un papel perfecto para este actor sublime que encaja como anillo al dedo en personajes con conflictos internos.
Una trama sencilla y tranquila que te deja disfrutar del desarrollo de los personajes, que es lo que realmente importa en esta historia, y contemplar la belleza del paisaje.

La enfermedad que causa esta película (a la que hago mención en el título) bien podría ser una ligera amnesia, porque no logra permanecer en mi memoria más allá de las dos horas de proyección.

Eso no quita que sea agradable de ver, pues en el poco apasionado y, finalmente, intranscendente metraje se dejan ver algunos buenos momentos, siempre cobijados bajo una buena banda sonora y, claro, un descomunal par de actores (Norton nunca es el mismo, amo a este tío). La historia peca de previsible, y no se la envuelve del aura mágica que sería necesaria, sin embargo, aunque no haya nada nuevo bajo el sol, se deja ver con absoluta comodidad teniendo el ritmo cardíaco normal.

Como historia de amor no logra emocionar, pero no deja de tener cierto gancho, entre estético y perezoso, que hace de ella un pasatiempo para ver y olvidar, sin volar pero sin estrellarse contra el suelo.

Como ya dije con “El Señor de la Guerra”… hacer una crítica de “El Velo Pintado” es un verdadero reto. Para empezar he de añadir que fui al cine sin saber la sinopsis de esta película y sin tener ni idea de su reparto.

Podéis imaginaros mi enorme alegría al ver en el reparto a Edward Norton, uno de los grandes actores del cine actual por no decir el mejor. Seguido de Edward vino Naomi Watts, quizás esta chica no haya tenido su gran oportunidad con “King Kong” pero en “El Velo Pintado” nos deleita con una notable interpretación aunque bastante eclipsada por la presencia de Norton. El resto del reparto pasa sin pena ni gloria aunque con un notable.

Dejando a un lado el reparto y centrándonos mas en el film, he de destacar la maravillosa fotografía de la que hace gala esta película. Unos parajes impresionantes y unos lugares muy cuidados hacen de “El Velo Pintado” una auténtica maravilla visual.
En cuanto al guión decir que es una atípica historia que nos embaucará durante casi 2 horas para concluir con un maravilloso e inusual final.
La Banda Sonora consta de piezas clásicas muy bien seleccionadas que acompañan al film de forma estupenda

En conclusión he de decir que “El Velo Pintado” es altamente recomendable, grandes actuaciones, un aspecto técnico impecable y un guión sobresaliente hacen de este film la gran apuesta de 2007. Impecable.