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Rep. Dominicana The Plot Against America (Miniserie de TV)
2020 
David Simon (Creador), Ed Burns (Creador) ...
4.289
Serie de TV. Drama
Miniserie de TV (2020). 6 episodios. Historia alternativa de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial. En 1940, Charles Lindbergh es elegido Presidente. Poco después, negocia un acuerdo cordial con Adolf Hitler, embarcando al nuevo gobierno en una escalada progresiva de antisemitismo. Para un niño que crece en Newark, en el seno de una familia judía, la elección de Lindbergh es la primera de una serie de rupturas que amenazan con ... [+]
17 de abril de 2020
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda Guerra Mundial, Franklin Delano Roosevelt pierde la presidencia en favor del famoso aviador y de ideas filo fascistas Charles Lindbergh. Estados Unidos se mantiene neutral en el conflicto europeo tratando de igual a igual al régimen nazi, llevando la diplomacia del apaciguamiento hasta sus últimas consecuencias y rompiendo aquella relación especial con el Reino Unido de la que hablaba Winston Churchill. Este es el apasionante contexto geoestratégico en que se desarrolla ‘La conjura contra América’, miniserie de seis capítulos producida por HBO.
Creada por David Simon, adapta una novela de Philip Roth. Pese a que los puntos de partida no resultan verosímiles, la serie despliega apuntes políticos y sociales de gran calado. Simon es el cerebro tras ficciones televisivas de culto, recordadas por su calidad: ‘The Corner’ y ‘The Wire’ diseccionando los intríngulis del narcotráfico; ‘Generaction Kill’ retratando la guerra de Irak; ‘Treme’ mostrando la difícil vuelta a la vida de una ciudad tras un desastre natural. La propuesta queda lejos de los anteriores títulos, pero comparte con ellos el lograr implicarme en el relato. Me importa lo que me están contando.
La historia contrafáctica es un ejercicio apasionante. Aborda el pasado como algo vivo, alejado de esa concepción sobre la inexorabilidad de las cosas tan extendida. Pero entraña sus riesgos sino se toca con sentido. Disfruté el fabuloso ensayo ‘Historia virtual de España’ que coordinó Nigel Townson al frente de un nutrido grupo de historiadores. Pensar en ¿qué hubiera ocurrido si…? se convierte en tarea útil para comprender lo que somos. Y guarda un lado oscuro y perturbador que ‘La conjura contra América’ sabe acentuar. Simon pone el foco en una familia judía de clase media residente en New Jersey. Exhibe sus temores ante un devenir incierto. Que el antisemitismo visceral cruce el charco y derrumbe su modo de vida.
La serie reproduce a pequeña escala buena parte de los comportamientos de la comunidad judía en Europa antes del holocausto. Lo ejecuta a partir de un vigoroso estudio de personajes. El intento por integrarse en esa nebulosa indefinida llamada nación, que su condición judía se note poco, asumiendo postulados paradójicos encuentra reflejo en el matrimonio que forman John Turturro y Winona Ryder. La lucha por la igualdad y las esencias del liberalismo tienen al padre de familia (Morgan Spector) como protagonista. No faltan contradicciones, la mirada inocente de la infancia ante un mundo incomprensible. Y luego está el rostro de una inmensa Zoe Kazan, viva imagen de la angustia, la duda. También del cariño.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
Creada por David Simon, adapta una novela de Philip Roth. Pese a que los puntos de partida no resultan verosímiles, la serie despliega apuntes políticos y sociales de gran calado. Simon es el cerebro tras ficciones televisivas de culto, recordadas por su calidad: ‘The Corner’ y ‘The Wire’ diseccionando los intríngulis del narcotráfico; ‘Generaction Kill’ retratando la guerra de Irak; ‘Treme’ mostrando la difícil vuelta a la vida de una ciudad tras un desastre natural. La propuesta queda lejos de los anteriores títulos, pero comparte con ellos el lograr implicarme en el relato. Me importa lo que me están contando.
La historia contrafáctica es un ejercicio apasionante. Aborda el pasado como algo vivo, alejado de esa concepción sobre la inexorabilidad de las cosas tan extendida. Pero entraña sus riesgos sino se toca con sentido. Disfruté el fabuloso ensayo ‘Historia virtual de España’ que coordinó Nigel Townson al frente de un nutrido grupo de historiadores. Pensar en ¿qué hubiera ocurrido si…? se convierte en tarea útil para comprender lo que somos. Y guarda un lado oscuro y perturbador que ‘La conjura contra América’ sabe acentuar. Simon pone el foco en una familia judía de clase media residente en New Jersey. Exhibe sus temores ante un devenir incierto. Que el antisemitismo visceral cruce el charco y derrumbe su modo de vida.
La serie reproduce a pequeña escala buena parte de los comportamientos de la comunidad judía en Europa antes del holocausto. Lo ejecuta a partir de un vigoroso estudio de personajes. El intento por integrarse en esa nebulosa indefinida llamada nación, que su condición judía se note poco, asumiendo postulados paradójicos encuentra reflejo en el matrimonio que forman John Turturro y Winona Ryder. La lucha por la igualdad y las esencias del liberalismo tienen al padre de familia (Morgan Spector) como protagonista. No faltan contradicciones, la mirada inocente de la infancia ante un mundo incomprensible. Y luego está el rostro de una inmensa Zoe Kazan, viva imagen de la angustia, la duda. También del cariño.
Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es
30 de mayo de 2020
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Charles Lindbergh fue el primer aviador en cruzar el Atlántico en 1927, uniendo Nueva York y París y convirtiendo al personaje en una especie de héroe nacional.
Posteriormente, en 1932, su hijo fue secuestrado y asesinado, por lo cual emigró a Europa. Al regresar a EEUU, se declaró aislacionista (en una posoción "neutral" en contra del ingreso de su país en una guerra contra Alemania) y partidario de Hitler.
A partir de este sustrato estrictamente histórico, el novelista Philip Roth escribió una ucronía en la que plantea qué habría sucedido en EEUU si en 1940 Lindbergh (como candidato republicano y con el lema American First y posicionado como neutral) desafiaba a Roosevelt (que se presentaba para un tercer periodo que en la realidad ganó) en las elecciones presidenciales y... le ganaba, todo esto visto desde la perspectiva de un niño.
En la serie, el punto de vista se amplia a todo el núcleo familiar: una familia judía de clase media de Newark, los Levin, bastante "asimilada" y que conserva sólo algunos ritos, integrada por Herman, el padre (Morgan Spector), Bess, la madre (Zoe Kazan), dos hijos en edad escolar, Sandy y Philip, la hermana soltera de ella, Evelyn (Winona Ryder), y Alvin, un sobrino de él (Anthony Boyle).
Se suma a estos personajes un prominente e inquietante rabino, Lionel Bengelsdorf, interpretado por John Turturro, claramente posicionado a favor de LIndbergh.
La articulación lograda en la serie entre la historia familiar y los sucesos políticos, sociales y mediáticos que van ocurriendo es sencillamente ejemplar: ¿cómo se va posicionando cada uno de los integrantes de la familia (incluidos los niños) frente a la coyuntura cambiante que van viviendo?
El clima opresivo y la intensidad dramática, sabiamente dosificados, no paran de crecer a lo largo de sus capítulos, en una serie con una rigurosa reconstrucción de época, clarísima en sus planteos, nunca subrayados ni panfletarios.
La evolución de sus personajes (emocional y política) está notablemente retratada, y puesto a elegir tres actuaciones, o, acaso tres personajes, me quedo con Bess, en la maravillosa actuación de Zoe Kazan, Phillip, el hijo menor (alter ego de Roth), un impresionante Azhy Robertson y el tremendo rabino construido por un imperturbable John Turturro. Sin duda que de esta serie saldrán varios candidatos al Emy.
En suma, una serie maravillosa, conmovedora e inquietante sobre una historia siempre vigente.
Posteriormente, en 1932, su hijo fue secuestrado y asesinado, por lo cual emigró a Europa. Al regresar a EEUU, se declaró aislacionista (en una posoción "neutral" en contra del ingreso de su país en una guerra contra Alemania) y partidario de Hitler.
A partir de este sustrato estrictamente histórico, el novelista Philip Roth escribió una ucronía en la que plantea qué habría sucedido en EEUU si en 1940 Lindbergh (como candidato republicano y con el lema American First y posicionado como neutral) desafiaba a Roosevelt (que se presentaba para un tercer periodo que en la realidad ganó) en las elecciones presidenciales y... le ganaba, todo esto visto desde la perspectiva de un niño.
En la serie, el punto de vista se amplia a todo el núcleo familiar: una familia judía de clase media de Newark, los Levin, bastante "asimilada" y que conserva sólo algunos ritos, integrada por Herman, el padre (Morgan Spector), Bess, la madre (Zoe Kazan), dos hijos en edad escolar, Sandy y Philip, la hermana soltera de ella, Evelyn (Winona Ryder), y Alvin, un sobrino de él (Anthony Boyle).
Se suma a estos personajes un prominente e inquietante rabino, Lionel Bengelsdorf, interpretado por John Turturro, claramente posicionado a favor de LIndbergh.
La articulación lograda en la serie entre la historia familiar y los sucesos políticos, sociales y mediáticos que van ocurriendo es sencillamente ejemplar: ¿cómo se va posicionando cada uno de los integrantes de la familia (incluidos los niños) frente a la coyuntura cambiante que van viviendo?
El clima opresivo y la intensidad dramática, sabiamente dosificados, no paran de crecer a lo largo de sus capítulos, en una serie con una rigurosa reconstrucción de época, clarísima en sus planteos, nunca subrayados ni panfletarios.
La evolución de sus personajes (emocional y política) está notablemente retratada, y puesto a elegir tres actuaciones, o, acaso tres personajes, me quedo con Bess, en la maravillosa actuación de Zoe Kazan, Phillip, el hijo menor (alter ego de Roth), un impresionante Azhy Robertson y el tremendo rabino construido por un imperturbable John Turturro. Sin duda que de esta serie saldrán varios candidatos al Emy.
En suma, una serie maravillosa, conmovedora e inquietante sobre una historia siempre vigente.
10 de mayo de 2020
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo habría transcurrido la Historia y que sería ahora de nuestras vidas si Estados Unidos no hubiera participado en la Segunda Guerra Mundial? ¿Qué suerte hubieran corrido los judíos estadounidenses con la Casa Blanca abrazando las políticas antisemitas de Hitler?
Las historias alternativas son una delicia. Más si, como sucede en el caso de "La conjura contra América", están hechas para reconocer las conexiones existentes entre la historia que están contando y la más estricta actualidad. Su necesidad se hace patente porque nos invitan a reflexionar sobre el momento presente y nos alertan acerca las amenazas y peligros de la Historia.
Una de las peculiaridades del nazismo y que lo hizo un movimiento tan despiadado y cruel fue la deshumanización del otro. Los judíos alemanes no eran alemanes, sino seres infrahumanos. Esta discriminación hacia la población judía y su progresiva pérdida de la condición humana, basadas fundamentalmente en componentes raciales, se nos muestra en la serie, de forma muy gradual y especialmente en sus dos últimos capítulos, a través de la vida de los Levin, una familia judía de clase obrera de Newark, en Nueva Jersey.
Y es que si el fascismo irrumpió en un contexto histórico de posguerra y de crisis de los sistemas liberales; la pregunta ahora es si el auge de los populismos, representado en el caso de Estados Unidos en la figura de Donald Trump, será el punto de partida de una era populista que ponga en cuestión la supervivencia misma de un sistema político imperfecto como es la democracia parlamentaria.
Las historias alternativas son una delicia. Más si, como sucede en el caso de "La conjura contra América", están hechas para reconocer las conexiones existentes entre la historia que están contando y la más estricta actualidad. Su necesidad se hace patente porque nos invitan a reflexionar sobre el momento presente y nos alertan acerca las amenazas y peligros de la Historia.
Una de las peculiaridades del nazismo y que lo hizo un movimiento tan despiadado y cruel fue la deshumanización del otro. Los judíos alemanes no eran alemanes, sino seres infrahumanos. Esta discriminación hacia la población judía y su progresiva pérdida de la condición humana, basadas fundamentalmente en componentes raciales, se nos muestra en la serie, de forma muy gradual y especialmente en sus dos últimos capítulos, a través de la vida de los Levin, una familia judía de clase obrera de Newark, en Nueva Jersey.
Y es que si el fascismo irrumpió en un contexto histórico de posguerra y de crisis de los sistemas liberales; la pregunta ahora es si el auge de los populismos, representado en el caso de Estados Unidos en la figura de Donald Trump, será el punto de partida de una era populista que ponga en cuestión la supervivencia misma de un sistema político imperfecto como es la democracia parlamentaria.
30 de abril de 2020
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
La pregunta que acompaña esta miniserie de seis capítulos se basa en la hipótesis de una derrota de Franklin D. Roosevelt en las elecciones presidenciales de 1940 a manos de Charles Lindberg, famoso aviador y reconocido simpatizante del nazismo. Una propuesta basada en la novela de Philip Roth aunque el famoso aviador nunca llegara a presentarse a las elecciones aunque "sonara" su nombre.
Estamos ante una distopía histórica en la que una celebridad llega "inesperadamente" a la presidencia a partir de mensajes identitarios y simplistas con un espíritu claramente reaccionario y de búsqueda enfermiza de enemigos de las esencias patrias. Las alusiones son directas a la situación actual de los EEUU incluso con algún eslogan "recuperado".
La trama está centrada en una una familia judía de New Jersey que ve amenazada su cohesión a partir de todo lo que provoca la llegada de Lindberg al poder. Herman Levin (Morgan Spector) es un empleado de seguros progresista decidido a resistir y confrontarse al antisemitismo que se extienden peligrosamente y de forma sigilosa incluso dentro de su familia. Su mujer, Bess (una Zoe Kazan espléndida), comparte los pareceres de su marido mientras centra sus esfuerzos en mantener una cohesión familiar dañada: su hijo mayor adolescente simpatiza con el "carisma" del presidente mientras su misma hermana se casa con un rabino que pasa de una inocente colaboración a un fanatismo cegado, en mi opinión, en una de las líneas dramáticas mejor expuestas y resueltas.
David Simon y Ed Burns consiguen una acertada combinación de retrato de época desde un núcleo familiar con una mirada destacada a partir de un grupo de niños que no dejan de ser las víctimas más vulnerables, precisamente, de una terrible "infantilización" de la política al plantearla en términos binarios de buenos-malos o amigos-enemigos. Creo que en este punto no hay ni que plantear paralelismos por su evidencia actual y cercana. Ojalá todo ello sirva de advertencia y revulsivo.
Este tono de enojo político con una mirada empática y realista a las víctimas inocentes (en nuestro caso los niños) para evidenciar de forma dramática nuestra incapacidad para resolver problemas se complementa perfectamente con un retrato social cercano y diverso de una época histórica crucial en seis episodios que se van acelerando para terminar en unos dos últimos de una intensidad memorable. (9)
>> bit.ly/2KLeodd <<
Estamos ante una distopía histórica en la que una celebridad llega "inesperadamente" a la presidencia a partir de mensajes identitarios y simplistas con un espíritu claramente reaccionario y de búsqueda enfermiza de enemigos de las esencias patrias. Las alusiones son directas a la situación actual de los EEUU incluso con algún eslogan "recuperado".
La trama está centrada en una una familia judía de New Jersey que ve amenazada su cohesión a partir de todo lo que provoca la llegada de Lindberg al poder. Herman Levin (Morgan Spector) es un empleado de seguros progresista decidido a resistir y confrontarse al antisemitismo que se extienden peligrosamente y de forma sigilosa incluso dentro de su familia. Su mujer, Bess (una Zoe Kazan espléndida), comparte los pareceres de su marido mientras centra sus esfuerzos en mantener una cohesión familiar dañada: su hijo mayor adolescente simpatiza con el "carisma" del presidente mientras su misma hermana se casa con un rabino que pasa de una inocente colaboración a un fanatismo cegado, en mi opinión, en una de las líneas dramáticas mejor expuestas y resueltas.
David Simon y Ed Burns consiguen una acertada combinación de retrato de época desde un núcleo familiar con una mirada destacada a partir de un grupo de niños que no dejan de ser las víctimas más vulnerables, precisamente, de una terrible "infantilización" de la política al plantearla en términos binarios de buenos-malos o amigos-enemigos. Creo que en este punto no hay ni que plantear paralelismos por su evidencia actual y cercana. Ojalá todo ello sirva de advertencia y revulsivo.
Este tono de enojo político con una mirada empática y realista a las víctimas inocentes (en nuestro caso los niños) para evidenciar de forma dramática nuestra incapacidad para resolver problemas se complementa perfectamente con un retrato social cercano y diverso de una época histórica crucial en seis episodios que se van acelerando para terminar en unos dos últimos de una intensidad memorable. (9)
>> bit.ly/2KLeodd <<
4 de septiembre de 2020
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
El problema que arrastra la adaptación televisiva de la novela homónima de Philip Roth es que trata de ser demasiado fiel a un relato que no está bien desarrollado en su aspecto de ucronía ni tampoco está bien rematado, cuestiones estas a las que me refiero en el "spoiler". Contrasta esta opción con la adaptación televisiva de "El hombre en el castillo" (Amazon), donde los guionistas se dieron enseguida cuenta de que la novela de Philip K. Dick no había por dónde cogerla para hacer una serie interesante y coherente y solo se basaron parcialmente en ella.
Por lo demás, el aspecto técnico de la producción de HBO es irreprochable, realmente han conseguido transportarte a los años 40 en los EEUU. Cuestión aparte es que se haya logrado reproducir la supuesta atmósfera antisemita (en mi opinión, no) y que la guapa actriz Zoe Kazan, de aspecto bastante adolescente para los 36 años que tiene, fuera la elección más acertada para encarnar a una ama de casa judioamericana de 1940 con un hijo de catorce años y otro de diez. Y por cierto, vaya papelón el del chaval que lo interpretaba: pasan dos años de historia pero el chico ni crece ni espabila. Tampoco se puede decir que el papel del rabino colaboracionista (John Turturro, en el papel del rabino Lionel Bengelsdorf) esté muy logrado, porque vamos, lo del Plan Colonia 42 no cabía en cabeza alguna, y menos en una judía.
Por lo demás, el aspecto técnico de la producción de HBO es irreprochable, realmente han conseguido transportarte a los años 40 en los EEUU. Cuestión aparte es que se haya logrado reproducir la supuesta atmósfera antisemita (en mi opinión, no) y que la guapa actriz Zoe Kazan, de aspecto bastante adolescente para los 36 años que tiene, fuera la elección más acertada para encarnar a una ama de casa judioamericana de 1940 con un hijo de catorce años y otro de diez. Y por cierto, vaya papelón el del chaval que lo interpretaba: pasan dos años de historia pero el chico ni crece ni espabila. Tampoco se puede decir que el papel del rabino colaboracionista (John Turturro, en el papel del rabino Lionel Bengelsdorf) esté muy logrado, porque vamos, lo del Plan Colonia 42 no cabía en cabeza alguna, y menos en una judía.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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