Haz click aquí para copiar la URL

Nada personal

Drama Una joven holandesa de temperamento rebelde y radical decide recorrer Irlanda como una vagabunda y disfrutar de la soledad. Así conoce a un hombre maduro que vive solo en una casa apartada de una isla maravillosa. Aunque sus caracteres son diametralmente opuestos, ambos tienen una idea común: sólo la soledad garantiza la libertad. El hombre le ofrece trabajo a cambio de comida, y la chica acepta a condición de que no haya nada personal. ... [+]
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Críticas 37
Críticas ordenadas por utilidad
16 de julio de 2010
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nothing personal (Nada personal), ópera prima escrita y dirigida por la polaca afincada en Holanda Urszula Antoniak, y protagonizada por el veterano irlandés Stephen Rea y por la semi-debutante Lotte Verbeek.
Ésta última interpreta a una joven errabunda (Anne/Tú) que vaga por los caminos de Connemara, en Irlanda, hasta encontrarse con un solitario personaje llamado Martin (Rea). Llegan a un acuerdo: ella trabajará en la casa y en el jardín a cambio de comida y techo, y, por petición suya, esa será la única relación que los una, nada más: ni charlas, ni intentos de intimación o indagación, ni nada de preguntas personales.

Bajo esta premisa encontramos un testimonio humanista que saca a relucir la importancia del respeto y la comprensión en las relaciones entre personas, todo en un tono cálido e intimista.

La película está inflamada de una belleza fría que admiramos en los planos de los paisajes, las manos sobre las algas, el rostro de Anne/Tú. Y está llena de sutiles recovecos emocionales, los mismos que, a través de las grietas del alma de los personajes, emanan hacia el espectador, subyugados ante la calmada fuerza de la propuesta, llevada a cabo con sobriedad y brillantez.

Un final desgarrado, precioso.
Alexei
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
12 de agosto de 2010
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La escasez de trabajos de manufactura holandesa que llegan a nuestras pantallas quedan compensados por el hecho de que al menos, cuando llega algo, es muy bueno, como este trabajo de la directora polaca Urszula Antoniak, que ella misma califica como cine europeo en estado puro.

No podemos estar más de acuerdo. Nothing Personal conecta con la mejor tradición continental para ofrecernos una obra íntima, austera en recursos pero con enorme fuerza escénica. La historia trata de la soledad a la que conduce el dolor. Sin más ayuda que unas referencias vagas a un pasado que se percibe como traumático, nos acercaremos al dolor de dos personas que acabarán compartiendo una parte de su vida. Dos personas solas que en realidad no quieren estar solas pero a los que sus experiencias individuales les han hecho solitarios.

Los muchos puntos fuertes de esta película hacen prescindible hablar de sus puntos débiles. Por destacar cuatro atributos, señalaría el gran trabajo de los actores, la fluidez narrativa a través de la imagen, lo consistente de la historia y la profundidad de los personajes creados. Además se trata de un trabajo nada convencional, con un innegable sello de autor que nos habría de hacer estar pendientes de los nuevos trabajos de esta cienasta.

Recomendación: no te quedes en casa en verano, Nothing Personal te espera.
branhunter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de agosto de 2010
15 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
El debut cinematográfico de la polaca Urszula Antoniak nos presenta el retrato de dos seres solitarios a los que une el azar e inician una convivencia que pondrá a prueba su capacidad de relacionarse, y al mismo tiempo crea una empatía entre ambos tan inevitable como previsible.

La película es áspera, tosca, tan seca como el carácter de la chica protagonista. No hay ninguna concesión al espectador, al que se la van ofreciendo pinceladas de tan extraña relación que aumentan el desconcierto a medida que el film avanza. Hay muy poca lógica en el comportamiento de la joven, y el problema es que se quiere estirar tanto la cuerda de esa excentricidad que acaba por no resultar creíble. A su lado, Stephen Rea ejerce poca más que de convidado de piedra en un papel que, eso sí, le viene como anillo al dedo. Su rostro hierático unido a su interpretación casi minimalista, resultan perfectos para un personaje que hace de los silencios una de sus características fundamentales.

Hay que agradecer a la directora el haber realizado un film conciso en su duración. Pasados tres cuartos de hora, la historia no parece dar más de sí y el resto no son más que repeticiones de una misma idea. Un planteamiento inicial interesante que rápidamente se desvanece para dar paso a toda una serie de secuencias, la mayor parte de ellas incomprensibles, que terminan por resultar absurdas.
Scott Carey
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de mayo de 2011
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que cuando una película se sustenta principalmente por la relación entre dos personajes, ésta ha de ser suficientemente rica y dinámica, de lo contrario se corre el riesgo de que “no pase nada”. ¿En la película? ¡No! En el espectador.

Digo esto porque he leído que era voluntad expresa de Urszula Antoniak suprimir el conocimiento que tienen los espectadores de las motivaciones de sus personajes. La directora pretendía así “no manipular al espectador, sino desafiarlo”. Como explica Espanto en su crítica con muchísimo criterio, con declaraciones como esta se hace el ridículo, confundiendo el valor aditivo de una elipsis bien hecha con la indiferencia que suscita no poder entender a los personajes.

Resumo el argumento por si alguien no lo conoce. En la primera escena, una chica sola, lábil y dolida, se desprende de su alianza nupcial y, ya puestos, del resto de sus enseres. A continuación, mochila en ristre y pulgar en alto, se lanza a su propia restauración sentimental por las carreteras, campos y desmontes de Irlanda. De este modo, pronto dará con un viudo solitario que le dará trabajo a cambio de manutención, logrando así detenerla en su dolido peregrinaje.

Estupendas premisas para hilvanar una buena película, quizás por eso es algo pasable. No obstante, se va descafeinando a medida que avanza hasta que, llegados al final, sospechas que es una opera prima en la que la autora se ha pasado de lista. Y aciertas.

Por otra parte, debo añadir que, al contrario de lo que algunos opinan por aquí, la fotografía del film tampoco funciona. Teniendo buenos paisajes a mano, ni siquiera se acerca al postalismo, que ya es un recurso barato de por sí. Los planos de los protagonistas sentados a la puerta de la casa, con la pared de fondo, caen sobre el espectador avezado como losas marmóreas.

Mi conclusión: prescindir, y que haya más, es un arte sublime que esta obra no alcanza. De otro modo, la vacuidad no podría existir. ¿No creen?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Joan Ramirez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de mayo de 2011
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esclavos de su propia libertad, que creen hacerla con cada paso, con cada caminar, y solo conocen el espacio cerrado de los pies finitos. Esclavos que se pasean por las sábanas jugando con el espacio pero no soportándolo, sintiendo la música primigenia rodar por las venas, jugar en la sangre hasta sentirse uno con ella. Podrán sentir la unión final después de la pérdida irreparable, de la huella sin pie, del eco sin voz. Posible, no, imposible. Hacer del morbo una ilusión perdida, jugar al anonimato y volver a esa soledad inicial de la cual todo parte, pero a la que nunca se deja.
Juan Rúas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow