El león del desierto

Superproducción que narra los acontecimientos relacionados con la ocupación italiana de Libia a comienzos del siglo XX. Con un reparto internacional y gran despliegue de medios nos encontramos ante una interesante película bélica bien hecha y que entretiene a pesar de su largo metraje. Una esmerada atención a los detalles en cuanto al vestuario, las armas, los vehículos de combate, acompañadas de espectaculares escenas de batallas, para un film que no obtuvo el éxito esperado. Un gran trabajo interpretativo por parte de Anthony Quinn y Oliver Reed y un documentado guión que, aunque idealice el papel de los libios en la guerra, resulta bastante riguroso y verídico.

La película refleja la enconada resistencia del pueblo libio y su líder Omar Mukhtar, contra el colonialismo italiano. Las emboscadas, la guerra de guerrillas y la determinación de los beduinos libios (se ataban las piernas durante el combate para no poder huir de la lucha por muy desiguales que fuesen los bandos) provocaron enormes daños y quebraderos de cabeza al ejército de Mussolini, quien junto al general Graziani, ideó un bloqueo contra el pueblo libio que causó cuantiosas bajas entre la población civil.

Aunque el director trate de huir del maniqueísmo poniendo a los italianos de malos y a los libios de buenos, es evidente que en este sentido es bastante parcial. Algo que soliviantó a los italianos, de ahí que la película estuviese prohibida en Italia durante años y aún hoy en día resulta complicado encontrarla. El propio coronel Gaddafi que dió facilidades para el rodaje de El León del desierto, reivindicó la figura de Omar Mukhtar en un reciente viaje a Italia portando una foto suya en el pecho.

Libia, aunque no esté precisamente pasando por un buen momento, debe de sacar pecho cuando se le hable de esta película. Ese mismo sentimiento de orgullo que tenemos nosotros al ver al héroe luchando contracorriente , con todas las de perder ( aunque después no se hubiese establecido una democracia), deberían de tenerla ahora mismo los habitantes de este nuevo país, que tienen en sus manos la oportunidad de pasar de ser una lugar aislado, a ser la referencia del Magreb y encabezar el mando de un gobierno más justo, libre y democrático.

Una película que, ojalá, se vuelva a repetir en numerosas ocasiones.

PD: Su director fue asesinado vergonzosamente por Al-Qaeda hace pocos años, no dejemos que caiga en el olvido su legado. Recordad también que dirigió también la vida de Mahoma, un orgullo para aquellos que sean creyentes ( no se si aquí los habrá pero lo dejo caer ) =) .

Una buena película que refleja con bastante rigor la ocupación de Libia por parte de Italia durante la época del fascismo. Tanto Anthony Quinn como Oliver Reed están estupendos en sus papeles. La historia viene a ser un duelo entre sus personajes, el general Graziani intentando aplastar la resistencia libia liderada por Omar Mukhtar, un duelo entre la guerra sucia y despiadada que usa la tecnología más avanzada del momento junto a la falta de escrúpulos, frente al coraje y la fidelidad a sí mismos de quienes prefieren morir fieles a su tierra, a su pasado y a sus principios antes que agachar la cabeza con deshonor frente al invasor. Excelente banda sonora. Gran derroche de medios en la producción. Una buena película histórica-bélica para disfrutar del buen cine "de antes", o sea, sin artificios.

Se nota la mano norteamericana y el toque mulsumán del director. Pero no acaba de cuajar del todo... como película histórica es muy buena, ya que esta parte de la historia no la conocía... y me sale una frase: normal que los árabes estén tan cabreados con el occidente después de todo lo que han tenido que pasar...

Aún así, al protagonista lo ponen como al mismísimo Jesucristo, y eso no me lo creo, con lo que pierde un poquito de credibilidad la película. Claro está, que al ser los "malos" los italianos, esta película ha podido hacerse, pero ya me gustaría ver una película igual de crítica que con los ingleses, españoles u otro país invasor.

Pero bueno, hay que verla si no se conoce esta parte de la historia, para tener un poquito más de criterio.

Al margen de los valores históricos que describe, más o menos verídicos o imparciales, este león en el desierto es una notable muestra de cine bélico, con un reparto excelente y con un Anghony Quinn soberbio que esculpe un personaje hecho a su medida y dice frases tan brillantes como la que da título a la reseña o como "Sobreviviré a mi verdugo", en clara alusión a la creación de leyendas, algo que títulos como "Viva Zapata" o "Espartaco" también supieron afrontar con incluso mayor éxito.
Sorprendentemente entretenida. Con unas batallas realistas y bien planificadas, en las que se entiende perfectamente la estrategia.
Ambientación notable, fotografía realista y música brillante auto plagiada de Maurice Jarre que nos recuerda a otras, sobretodo a su Lawrence de Arabia.