El castillo de Cagliostro

Gran película de animación muy entretenida. Tiene numerosos momentos divertidos y otros tantos de acción, siendo una película con gran ritmo. La historia es original y su desarrollo es muy completo, con un final bastante sorprendente en diversos aspectos (y que además no viene de "sopetón" como pasa con algunas películas de Miyazaki).

El trato a los personajes es uno de los aspectos más cuidados, dotándoles de personalidades muy características, haciendo que el espectador sienta empatía con más de uno.

Para mí es de las mejores películas de Hayao junto con "El viaje de Chihiro".

Studio Ghibli aún era una quimera para uno de los animadores de Heidi, Marco o Ana de las Tejas Verdes y el ya director de su serie con plena rúbrica de autor 'Conan, el niño del futuro'.
Y he aquí la primera piedra en la carrera cinematográfica de Hayao Miyazazki. Que no la primera de las aventuras del ladrón de las patillazas, americana y pelo casco al que reimaginase Monkey Punch como un descendiente de Arsene Lupin.
Pese a no alcanzar todavía el patentado grado de virtuosismo expresivo (ni corporal) del maestro -salvo, tal vez, en el diseño del conde y villano principal o sus secuaces con afiladas garras- cuesta negarle su condición irrebatible como tesoro clásico de la animación nipona (e internacional) y el pulp aventurero en lo estrictamente genérico.
Ni siquiera necesitas ser un gran fan de la serie de televisión -tú te lo pierdes- que aquí veríamos emitida por Telecinco cuando no era (por completo) un vertedero fecal.
El ladrón chulopiscinas. La ladrona escurridiza -y con más trazas de airgam girl que de exuberancia-. El ronin y el matón...
Y por supuesto, el incansable Inspector Zenigata en permanente acecho de la troupe de cacos condenados a ser socios.
Ojito, por cierto, a un torbellino de persecución en un Fiat 500 que puede y debe erigirse entre las mejores escenas de acción en la antología animada del cine de aventuras (o no necesariamente animado).
¡Una gozada!

Podría decir que el Castillo de Cagliostro no está a la misma altura que las películas que Miyazaki nos traería con Ghibli, pero lo cierto es que esta puede que sea una de las mejores películas de animación de los 70.

La historia en sí es bastante interesante y sorprendentemente adulta (pocas películas de animación lo eran en la época, salvo casos contados como Watership Down), y aunque es contada de forma inocente, como solía ser Lupin III, es entretenida y alocada.

Visualmente en sí la película es increible, destacando especialmente los geniales planos generales y paisajes (algo que marcaría mucho el cine de Miyazaki), y los diseños artísticos son muy frescos y originales. Por supuesto tenemos algunas escenas en las que la animación también es muy sorprendente, como esa fantástica persecución en coche en las primeras escenas de la cinta.

Sin duda una obra perfecta para los amantes de la animación japonesa, ysobretdo para los amantes de Lupin III.

El castillo de cagliastro es una de las películas que quizás más se salga del estilo si se compara con Mi vecino Totoro o con El viaje de Chihiro, pues esta está inspirada en los famosos dibujos de este increíble ladrón Lupín.
Se sale del estilo de otras películas simplemente porque son unos dibujos inspirados en un cómic y a su vez en la serie de dibujos de la televisión.
Sabiendo que están basados en un cómic podemos ver como los personajes son exagerados y mantienen esa fisonomía característica de este tipo de lecturas además de ser historias a veces también bastantes exageradas e imposibles.
Quizás no tenga la maestría de otras historias como la formidable película El viaje de Chihiro pero te hace pasar un rato realmente divertido y sobre todo entretenido y es esa la principal razón por la que he disfrutado viéndola.

Primero de todo quiero realizar una pequeña reseña sobre el creador, el genial Hayao Miyazaki. Dibujante, director y productor de animes, y fundador en 1985 del prestigioso estudio Ghibli junto a Isao Takahata.

El viaje de Chihiro no me gustó nada, y eso que es la película más famosa de Miyazaki, además de ganadora del Óscar, pero no por aquella mala experiencia, ya hace años, se me iban a quitar las ganas de ver otras obras de este pedazo de artista; tengo que decir que ésta me ha encantado, de verdad que sí. Basado en el manga del también japo Monkey Punch, El castillo de Cagliostro, cuenta con unos personajes y escenarios muy bien hechos, con un movimiento correcto de todos los elementos. Las texturas no son las mejores que hayamos visto sobre dibujos animados, pero están muy bien –hay que tener en cuenta que la cinta tiene los mismos años que yo.

Creo que lo tiene todo: acción, persecuciones policiales frenéticas, misterios que se mantienen sabiamente hasta el final, trucos inesperados (de la mano de Lupin, claro), y un antagonista odioso, el poderoso y avaro conde de Cagliostro. Todo eso sumado a su impecable guión y a un desarrollo fluido e interesante, hace que sea una película de alta calidad y muy apreciable. Pero voy a destacar otra cosa, la enorme genialidad de Miyazaki para dotar de vida a sus historias gracias a unos personajes verosímiles y absolutamente humanos, poseedores de una sensibilidad él sólo sabe transmitir. Sin duda que tiene una gracia especial para crear personajes femeninos, ejerciendo influencia sobre muchos personas. No puedo terminar estas líneas sin mencionar a Fujiko, personaje clave que destaca notablemente.

Como curiosidad divertida, mientras la veía, pensando un poco, me pareció que personaje de Lupin es la fusión perfecta entre Patrick Jane del mentalista, y un 007, aunque puede que me equivoque.