Haz click aquí para copiar la URL

El árbol de la vida

Drama Estados Unidos, años 50. Jack (Hunter McCracken) es un niño que vive con sus hermanos y sus padres. Mientras que su madre (Jessica Chastain) encarna el amor y la ternura, su padre (Brad Pitt) representa la severidad, pues la cree necesaria para enseñarle al niño a enfrentarse a un mundo hostil. Ese proceso de formación se extiende desde la niñez hasta la edad adulta. Es entonces cuando Jack (Sean Penn) evoca los momentos trascendentes ... [+]
Críticas 679
Críticas ordenadas por utilidad
8 de octubre de 2011
195 de 232 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Conocimiento excede la capacidad del ser humano. Alcanzar en vida la Verdad es menos ciencia que poesía –es movimiento interno y espiritual.

“Todos los hombres desean por naturaleza saber”, reza la primera frase de la Metafísica de Aristóteles. El científico se embarca en la aventura de la comprensión ilimitada. Su recorrido es épico y hermoso: Argonautas en pos del Vellocino de las Explicaciones Permanentes. Murciélagos de luz en la caverna de Platón.

El Conocimiento sería patrimonio de Dios o del vacío, nos dice Malick en ‘El árbol de la vida’. El hombre de ciencia observa el infinito mientras mide la derrota de su propio entendimiento. Wittgenstein concluye en su Tractatus: “De lo que no se puede hablar hay que callar.” En ese punto exacto empieza el Arte.

===

‘El árbol de la vida’ no es fácil ni difícil. Es un recorrido emocional sin solución. Se equivocan –creo– quienes quieran ver en esta cinta un teorema. El montaje tiene el pulso de lo vivo intemporal y, sin embargo, está dentro del tiempo. Un aleteo fascinante, continuo y discontinuo. Cómo se acerca el objetivo hasta el farol –para frenarse casi en seco. Secuencias que contienen cortes con pequeños saltos espaciales, como un jadeo leve entrecortado. La cámara respira. La imagen siente la frontera, no puede ir más allá.

La idea de que existe un paso infranqueable me parece medular en la película. Un paso que tampoco el arte puede dar, pero que sí se intuye desde el arte. Un paso que, como diría George Santayana, apunta a encrucijada entre poesía y religión. No entendidos como dogma o artefacto intelectual, sino como raíz del sentimiento puro y empatía de lo vivo con lo vivo –llamadlo amor, si queréis, lo cursi no siempre ha de evitarse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Servadac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
25 de mayo de 2011
228 de 342 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Jacobs, quiero saber, exactamente, todo lo ocurrido hasta ahora.
-Bien, pues verá, primero se enfrió la Tierra, entonces llegaron los dinosaurios,...

Aterriza como puedas 2

¿Qué es El árbol de la vida?
Es muy difícil clasificar esta película.
El espectador poco avisado se encontrará con una obra desconcertante, anticomercial, más propia de un museo que de una sala de cine, un conjunto de imágenes y música (música clásica, es muy fácil emocionar cuando te dan el trabajo medio hecho) que pretenden epatar los sentidos, conducidas por un ténue hilo narrativo.

Por instantes parecerá que nos encontramos ante Enter the Void 2 o, incluso, con un remedo de 2001, pero en las películas de Noé y de Kubrick cada imagen estaba realizada a propósito para narrar la historia del film, pero en El árbol de la vida esto no es así, las imágenes podían, muchas veces, bien ser otras y la narración no cambiaba un ápice.
En muchos casos recordará especialmente a artísticos anuncios de televisión, la película consigue crear momentos de gran belleza, la lástima es que es básicamente eso, momentos bellos sin nada que decir.

La película es valiente, sí, pero no acaba de asumir su valentía, Podría narrar la historia de la Tierra desde el Big Bang hasta hoy (o hasta su final, si pretendiese hacer algo de ciencia ficción) o contar la vida de una persona desde su nacimiento o, como la mayoría, la vida de alguien en un momento dado, en lugar de eso opta por comenzar todo pero no acabar nada, creando un batiburrillo apenas inconexo y esa falta de definición provoca que el espectador se pregunte qué es lo que se pretende contar.

La palabra pretenciosa se queda corta para definir esta película. Pretende ser el súmmum del cine existencial y metafísico. Se considera así misma de una gran profundidad filosófica e inteligencia, pero, en realidad, es más parecida a la versión cinematográfica de esos powerpoint que se envían, con bellas fotografías, bonita música y mensaje filosófico de enorme simpleza.

La narración que hay tras la película es de una simpleza sonrojante, vista mil veces, el espectador puede salir y volver a entrar a la sala las veces que quiera, sin por ello perder el hilo, en definitiva es lo mismo que hace la película con la historia del protagonista, entra con las secuencias ya empezadas y sale antes de terminarla, para saltar a otra y hacer lo mismo.

La recomendación para el espectador es que se recueste en la butaca y se prepare para una sesión relajante de bonitas secuencias con preciosa música y que se olvide de centrarse en el relato.

El resultado, una película fallida pero un bonito salvapantallas.
Meinster
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de septiembre de 2011
163 de 213 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Terry, no son más que dos putas águilas, no ruedes eso". Colin Farrell a Terrence Malick durante el rodaje de 'El nuevo mundo'.

--Intro--

En cuanto a lo de siempre, esta película es lo de siempre: voz en off, narrativa elíptica y “minimal”, contraplanos de steadycam y ejercicios de acrobacia poética. El que lo sabe, lo sabe. No hase falta desir más. Y como siempre es en lo último, en lo lírico, donde esta cinta reclama la atención y provoca la polémica. No puedo aportar nada a ese respecto. El que lo sabe, lo sabe.

--Antes--

Suponemos que la película va de los años 50's, Brad Pitt y el baby boom. Bueno, lo supondrían algunos. Otros, viendo a Terrence Malick a los mandos, supondrían lo contrario.

Pero resulta que a esta familia se le llena de dinosaurios el jardín. Aparecen peces martillo en océanos intrauterinos, volcanes… La Naturaleza hilozoísta y su alma mineral. Medusas, protozoos… ¡Vaya relleno! –grita el público sintiéndose estafado.

--Durante--

Aquí sí, aquí aparecen el matrimonio y los niños. Aquí el espectador respira y deja volar su imaginación en el escalofrío de la paternidad agarrando nucas, los roces de los tallos de las plantas, la madre levitando por obra y gracia de su ingenuidad, la metáfora del río de la vida… Nasciturus y ancianos en batidora jungiana... Esas cosas.

Quizás aburra, porque no es prosa, pero se entiende. Hacemos pie en la humanización del conflicto. Hay narrativa –a lo Malick– y “comprendemos”.

--Antes y durante. El follón--

Es al fundir ambas partes –los dinosaurios y la familia– cuando la simbología cobra su auténtica expresión. No se trata de cuitas familiares y su poso de melancolía. Se trata de que ese nudo familiar es parte de un proceso, que todos somos uno porque venimos de la misma partícula escindiéndose y que de dónde venimos y adónde vamos. Esta simplificación implica una mutilación, pero me expreso así porque veo que el horno no está para bollos.

No hay especial dificultad a la hora de jugar a las interpretaciones. Malick ofrece apoyos –con subrayados de voz en off para no perder el hilo– pero, visto el bollo, no se lo puedo reprochar.

(Revelo, revelo...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Bloomsday
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de septiembre de 2011
150 de 234 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chicos no hay más cera que la que arde:

Primera parte: Documental malillo sobre los orígenes de la vida, anticipo, casi seguro, de un documental que va a sacar el director en el 2014 “Voyage of Time” que va de nebulosas, medusas y cañones, según ficha de Filmaffinity (Sospechoso para quién haya visto la película), no hay que darle más vueltas, publicidad barata para vender el futuro engendro. No tiene otra explicación. Esperemos que no meta dinosaurios perdona vidas de diseño en dicho documental, aunque ya veremos, pues este tío es capaz de meter a su cuñada en bragas en medio del espacio infinito convertida en meteorito.

Segunda parte: Historia convencional, de una convencional familia (¿La suya?), con un convencional padre de la época, convencional madre, convencionales niños, y convencional recreación, aderezada quizá con unos porrillos, o un corte de digestión mal curado, o una paranoia pasajera de Malick, solo Dios (tan presente en la película) lo sabe. Aunque yo me voy por el lado de una ingesta cantidad de alguna droga de diseño durante el montaje, de ahí se puede entender que la madre de los niños vuele alucinada alrededor del puto árbol, igual era de Marihuana bien cuidado, quien sabe. También se puede entender que el personaje que interpreta “Sean Penn” sea fruto de los días de resaca del director, de ahí ese estado de malestar continuo que sufre el afamado interprete durante la ejecución de su ¿Papel? Llevando todo esto a un estado de somnolencia al espectador que se cura viendo algo de “Pajares y Esteso” al final de la proyección (Recomendado)

Sigo en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
antipseudo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de septiembre de 2011
149 de 233 usuarios han encontrado esta crítica útil
1.-Lujuria
La película habla mucho de la vida pero aquí no practican delante de la cámara el sexo ni los dinosaurios. ¿De dónde vienen los niños Malick? ¿¡Del fondo del mar!? Hay robo de ropa interior, alguna mirada libidinosa, poco pezón y ni una mano en el bolsillo. Salvo que consideremos la mitosis como sexo celular…

2.-Gula
Se cuenta en algún rumor apócrifo que el Jurado de Cannes, presidido por Robert De Niro, fue amenazado desde la Santa Sede del propio festival para que concedieran el mayor premio a “El árbol de la vida”… o ‘la historia los juzgaría’ (y se quedarían sin canapés de caviar ruso y champán pagado a cuenta del Festival). La gula, al parecer, puede hasta con Travis Bickle y Black Mamba…

3.-Avaricia
Mismos defectos que anteriores entregas. Da lo mismo que seas un soldado que no ha abierto un libro en su vida, que seas una indígena que quiere hacerse fan de los Reyes de Inglaterra, que niños que no sacan el lapicero ni para dibujar desnuda a su compañera o vecina… Da lo mismo. Todos nos lanzan monólogos sobre filosofía Heideggeriana y una percepción profunda de la vida y su entorno afectivo que según Malick también debería tener Belén Estebán y los participantes de ‘Gran Hermano’, ¿no? El punto de vista, como siempre, malo con avaricia.

4.-Pereza
La película parece un anuncio de los Testigos de Jehová filmado ‘divinamente’ y con súper-estrellas entre constelaciones dramáticas en agujeros negros. Si te encuentras perdido en el tiempo y el espacio y tienes pereza por lanzarte definitivamente a hacer cine experimental (donde no te comerías ni medio colín) Brahms y el National Geographic te salvarán.

5.-Ira
Me gustaría en un ataque de ira, ya que estamos ante una cinta tan universal y que verán nuestros tataranietos como la obra maestra que supuestamente es, que Malick se hubiera atrevido con la juventud presente del politono y red social, de la Juani y la choni, del porrito y el kalimotxo, de la fama televisiva, la intrascendencia y la pastilla del día después. Igual de profundo, ¿verdad?

6.-Envidia
Tengo envidia… Quiero montarme en el ascensor de Sean Penn y trasladarme espiritualmente, pasando por el Big Bang y Parque Jurásico a la destrucción futura del planeta, a esa playa donde venden seguros de vida para volver al presente y mirar al futuro. Libre, feliz y sin arena en los zapatos.

7.-Soberbia
Contradicciones. Malick quiere hacer la película más-grande-y-jamás-filmada sobre la vida pero no se da cuenta que incita a gran parte del público a que se suicide después de su proyección o se muera de aburrimiento durante la misma. No se puede ser tan soberbio… a menos que seas Dios, claro. Y es precisamente el punto de vista que nos ofrece su cine. Algunos dirán que ha plantado el gran árbol cinematográfico visto en décadas y para otros, donde me incluyo, simplemente veremos que ha plantado todo un señor pino… que, al fin y al cabo, podría ser abono para las próximas generaciones. Dios (que no Malick) dirá.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow