Atrapado sin salida

Para los que nos parece la década de los setenta la mejor de toda la historia del cine –aunque también la más descompensada- y eso que el western estaba de luto, “Alguien voló sobre el nido del cuco” supone una de las joyas de ese periodo y una película inolvidable como lo son también de la misma época “El espíritu de la colmena”, “El cazador”, “La naranja mecánica”, “Taxi driver”, “Apocalypse Now”,” Primera plana”, “La cruz de hierro”, ”Toro salvaje”, “Dersu Uzala”, “El golpe”, “Barry Lyndon”, “Los Padrinos”...y tantas más que ahora no menciono.

Pero esta además tiene algo particular, ya que es un drama diferente que además de conmover, invita a la reflexión y si fuera poco incita a la rebeldía, actitud más necesaria en nuestros días que nunca.
A pesar de los cinco Oscar (merecidos como casi nunca) son dos las bazas esenciales de la cinta. Una de ellas es la dirección de Milos Forman que recién llegado de Checoslovaquia demostró que se puede hacer un gran cine con pocos medios y que se puede combinar el drama y la comedia con tal destreza que se pase de la carcajada a la angustia en un solo plano. Una lástima que la filmografía de Milos Forman sea tan corta en películas porque suele ofrecer mucho más en sus obras que sus contemporáneos.

Y por supuesto Jack Nicholson que hace uno de los papeles de su vida. Es una lástima pensar que ya no hay nadie que le pueda sustituir y que tenga sus registros, cuando se vaya nos quedaremos sin un actor que ha sido y es inimitable a todas luces y que aporta un sello personal que será recordado por los tiempos venideros.

“Alguien voló sobre el nido del cuco” es la historia de un hombre polémico que el sistema pretende acallar. Y sus polémicas no son por ideales o por reivindicaciones en realidad, no, lo hace por llevar la contraria contra los que mandan y eso le hace aún más grande. Es uno de esos tipos que son “Contreras” por naturaleza, que la propia naturaleza crea de vez en cuando para recordar a los que tienen la sartén por el mango y dicen lo que está bien o está mal que siempre hay alguien que protestará y despertará a otros de su apatía.

El personaje de Randle McMurphy parece cada día más un ser literario y cinematográfico. No se ven ni se encuentran en ningún sitio ya ese tipo de personas. Todos hacen la pelota a su jefe, todos pretenden ganar más y vivir mejor, todos desean formar parte de alguna trinchera y nadie se enfrenta al poder directamente a no ser que estén respaldados por otro poder más pequeño. En definitiva no hay ya suicidas como Randle McMurphy, porque lo esencial es saber que por ser así se paga un precio muy alto y la gente tiene demasiada autoestima a su pellejo como para ser una mosca cojonera de verdad.


Nota: 9,2.

Oda a la libertad de Forman.
A pesar de que la película transcurre en un manicomio, las referencias a la vida cotidiana son constantes, todos somos los que gastamos el tiempo jugando a la cartas o en la cola para los medicamentos, para cumplir las normas y llegar a ser uno más, la mayor aspiración que tenemos en la vida (eso, y 22 días de vacaciones anuales, claro). Y lo hacen, para evitar que los "eliminen" dejando atrás la añoranza de desarrollar la libre personalidad.

En la sociedad todo el que no se adapta a la normas es considerado como un loco mientras que el resto son "normales, en un manicomio sucede igual: los que no aceptan las normas son locos y los que las aceptan son "normales" a pesar de estar "locos". La enfermera representa el poder, el resto, la sociedad. El poder corrompe, abusa de la forma mas vil y despiadada, usando sus armas más miserables (pobre Billy), hay quien se hacen los "locos" para vivir bien, y al que se subleva al poder establecido se le considera loco, y sino lo esta se hace lo posible para que lo esté. El objetivo del poder es el sometimiento, viven allí porque están convencidos de que así debe de ser, aún si estar obligados (tema al que volverá años después con gran acierto "Cadena Perpetua").

Todo esto coronado con una excelente última alegoría: el cuerpo muere pero el alma se escapa.
Es un peliculón, no sólo porque lo es en sí, sino por el enorme contenido moral, ético, filosófico, existencial y psicológico que alumbra, que es el fin último al que tiene que aspirar una Gran Película: que además de transmitir, inspire una profunda reflexión en quien la ve. Esta peli es un gran ejemplo. Olé.
¿Quiénes son los locos?

Si además éste último tiene poder, no hay alternativa posible, los débiles siempre serán dominados. Sobre la premisa antes expuesta, Milos Forman realizó una insuperable y magnífica película “Alguien voló sobre el nido del Cuco”, basada en un libro homónimo escrito por Ken Kessey. La historia es en realidad una durísima crítica a las humillaciones y vejaciones que sufrían los enfermos mentales, en los años sesenta, en un hospital psiquiátrico localizado en Depoe Bay, Oregón, en los Estados Unidos.

Sin pretensiones de llegar tan lejos, si que diré que en toda Institución, siempre aparece alguien que no soporta el trato que se recibe, y sí nos referimos a una Institución Psiquiátrica, puede resultar un enfrentamiento letal. Y es aquí donde aparece nuestro protagonista Randle Patrick McMurphy (excelente actuación de Jack Nicholson), que juzgado por violación, consigue evitar los trabajos sociales y consigue ser internado en el psiquiátrico, y como se considera que no está enfermo piensa saltarse las normas de la Institución, con lo que se enfrentará a la enfermera Jefe Ratched (muy buen trabajo de una desconocida Louise Fletcher), una mujer cuya frialdad puede helar la sangre, autoritaria, sobria en el vestir y de una mentalidad cuadriculada, y que no soporta a R.P.McMurphy, y amigos el duelo está servido.

McMurphy intentará por todos los medios levantar los ánimos de esos seres humanos temerosos de la enfermera Ratched y de sus propias reacciones, veremos los enfrentamientos en Ratched y McMurphy, así como los sentimientos de esos personajes, el joven Billy Bibbit (excelente Brad Dourif) temeroso en demasía de su madre, Martini (Danny DeVito) que vive en un mundo irreal, y así hasta todo un elenco de magníficos actores, sobresaliendo el Jefe Bromden (Will Sampson) que poco a poco se convierte en el más fiel amigo de McMurphy. Este último personaje tiene mucha importancia tanto en la película, como en el libro, y fue la causa de las diferencias entre Milos Forman y Ken Kessey.

Una película ganadora de cinco Oscars, muy bien realizada, excelente, que por su agria visión de la sociedad y la intrínseca crítica que lleva, te hace emocionar cada vez que la visionas.

McMurphy luchó contra el Sistema, sin temer sus consecuencias. Lo malo es que luchó el solo.

Alguien voló sobre el nido del cuco son palabras mayores, es una de las películas fundamentales de los años setenta y poco importa que se llevara cinco oscars o todos los reconocimientos del mundo (merecidos), esta película está muy por encima de eso, demostrando una sensibilidad respecto a esos enfermos mentales que por momentos nos puede producir una sonrisa o una lágrima, todo ello debido a un fabuloso guión y un reparto que no solo destaca Nicholson (casi siempre genial) ya que todos los actores parecen dar lo mejor de si mismos en una historia sobre la locura, la amistad y sobre todo la libertad...

Una vez vista se queda en la memoria para siempre haciéndonos reflexionar sobre las pocas diferencias que se pueden establecer entre los protagonistas de la película y la gente normal, ya que muchas veces los seres humanos nos da miedo escapar de nuestro entorno como si fuera una cárcel o una institución como en el caso de la película y que esta película venera a los héroes como Jack Nicholson (o mejor dicho antihéroes) que cuestionan las normas y que sobre todo que piensan por si mismos.

Milos Forman es un director un poco irregular, pero aquí estuvo tocado por la mano divina, la misma que tocaría a Michael Douglas a la hora de decidirse producir esta joya, pocas veces se ha visto algo así en el cine y pocas veces hemos sido testigos de un final tan perfecto como el que presenciamos, cualquier escena de esta película sería la mejor de cualquier otra menor y si le sumas a la persona que mejor ha sabido encarnar la locura el resultado no podía ser menos que genial.

No se puede dejar de ver.

Jack Nicholson esta magistral en este papel que le quedo como anillo al dedo, y ahí es donde empieza el éxito de esta película. Gran dirección de Milos Forman en una gran historia de ken kessey.
El ser humano inadaptado en la sociedad, siempre busca su lugar, y Mac Murphy (Jack Nicholson) lo encontró en ese manicomio por que de alguna manera él ya vivía una locura incomprendida para la sociedad que le rodeaba. Se convierte entonces en el líder, en el paladín de todos los enfermos del psiquiátrico. Mc Murphy ha encontrado su lugar. Su alma se ha liberado aunque de una manera trágica. El paso de Mc murphy por el manicomio no ha sido en balde, libera al indio de las cadenas que le ataban y a su vez, el indio libera a Mc Murphy simbólicamente de las propias.