Jamaica bajo cero

¿De qué va?:

Basada en hechos reales, cuenta la historia de cuatro jóvenes atletas jamaicanos que se quedaron fuera de la clasificación olímpica en los cien metros lisos y se unieron para intentar un imposible, participar con la bandera de su país en las Olimpiadas de invierno de Calgary 1988 en la modalidad de bobsleigh. Un antiguo campeón americano sancionado por hacer trampas en un campeonato se hizo cargo de los entrenamientos...

Crítica:

Cool runnings, la película que significó a la postre el penúltimo trabajo del mítico John Candy no pasará a la historia del séptimo arte, pero sin embargo no es nada desdeñable su capacidad para entretener utilizando las armas típicas del cine infantil y juvenil de Disney. Hay algo en ella que perdura y que hace que alguien como yo, que la vio en el plus hace un porrón de años (varias veces, eso sí), no la haya olvidado aún. Quizá sea su mensaje de compañerismo deportivo y fair play a lo Coubertin o sus gags, de un humor muy limpito (infantiloide, ya digo) pero sin caer en la vergüenza ajena en ningún momento. O quizá lo que haya en ella sea el caribean way of life de tomarse la vida con filosofía y buen humor, un espíritu típicamente jamaicano que la película supo plasmar muy bien.

Además, es muy entretenida y aconsejable para ver con los chavales, se reirán y aprenderán valores al tiempo.

Eso sí, salen un montón de jamaicanos y ningún personaje se fuma un porro en todo el metraje, así que quizá el topic de Basado en hechos reales debería revisarse.

"A la gente le cuesta trabajo creer que un equipo de bobsleigh jamaicano podamos ser". La verdad es que es un buena y divertida peli. No veo razón para no verla a no ser que no te guste el cine cómico. Se basa en el hecho real de un equipo de bobsleigh procedente de Jamáica que participó en las olimpiadas de invierno de Calgary (Canadá) en 1988. Es una buena historia envuelta acertadamente en el género cómico. Recuerdo que ya con trece o catorce años la ví por primera vez en una de esas sesiones de cine que ponen en las tardes en cualquier cadena nacional y me gustó. Me cayeron bien los personajes y la ví porque salía John Candy y siempre me gustó la comicidad de este actor norteamericano. Si bien no es una película muy relevante y parece más bien una gamberrada de principio de los noventa es digna a tener en cuenta si quieres divertirte y añoras esa época, mi época; A mí me ha puesto una sonrisa en la boca y se respira en ella diversión y alegría, sobretodo, por el papel interpretado por el cómico Doug E. Doug que borda su papel de payasete.

Incluso me han entrado ganas de ponerme a investigar sobre este curioso equipo de bobsleigh y su aventura en las Olimpiadas, incluso he leído que probaron suerte cuatro años después en las siguiente celebradas en Albertville (Francia) 1992.

Siempre que uno ve la intro esa tan excesivamente cursi que tiene la Disney tiende a asustarse. Pero al igual que me pasó -en una época más acorde a mi edad- con "Jump in!" (Paul Hoen, 2007) esa pasión por el deporte se contagia.

Lo curioso es que no tenía idea de que estaba basada en hechos reales, hasta que apareció el típico cartel al final, y la verdad es que agradezco el no haber sabido este detalle porque seguramente me hubiera condicionado. Lo interesante es que mientras la veía pensaba en la analogía que se trazaba con mi deporte favorito -el fútbol- que en este año ha estado lleno de hazañas como la de Costa Rica en el Mundial. Hemos presenciado esa magia que tiene el deporte que lo hace tan único por su alto nivel de imprevisibilidad. Y aquello que a veces en una película es inverosímil, es perfectamente creíble en la vida real; es tan paradójico que algo pueda sonar más falso en una película que en la vida real. Y así es la hazaña de Jamaica en la nieve.

La película está hecha con todos lo clasicismos del cine de superación personal, de superación deportiva. Y no hay contexto mejor que el de las Olimpiadas porque es la competencia amateur más profesional que existe. Y siento que al usar las bases más clásicas de la linealidad narrativa, respetando el principio-desarrollo-final, con todas las claves para ser un cuentito de hadas sobre un deporte, le aporta a la cinta todo para que se geste el milagro para que los más "débiles" puedan alcanzar la gloria.

John Candy -quien lamentablemente murió poco después de este film- fue un gran cómico y en esta película lo demuestra sin siquiera tener que hacer ninguna artimaña ridícula, paródica o payasesca, simplemente con su presencia, un par de chistes, un par de miradas y ya es gracioso. Y el cuarteto jamaiquino es gracioso porque todo ese cliché del rastafari y el reggae -pareciera que Jamaica es sólo Bob Marley- le aporta ese grado de comicidad al film. Que, ojo, tiene situaciones que quizá no son tan creíbles como la pelea en el bar country pero que le dan la cuota de clasicismo que necesita para ser la peli de superación que es; que no es la mejor, no es "Million Dollar Baby" (Clint Eastwood, 2004), pero tampoco es una patochada de medio pelo que dé miedo ver; dentro del género se defiende.

Desternillante film deportivo sobre el equipo jamaicano que sin haber visto la nieve ni el hielo, se embarca a lanzarse con un trineo por la pista de bobsleigh a altísimas velocidades, preparado por un John Candy que en su día fue un atleta olímpico de cierto éxito (no en la vida real). Las escenas de los deportistas olímpicos jamaicanos entrenando con Candy, su desconocimiento del medio y de las más mínima técnica competitiva te inducen a la carcajada fácil y, en ocasiones, a la lástima por sus condiciones de vida y la escasez de los medios para llevar a cabo dichos entrenos, aunque imaginación no les falta.

Vale la pena verla, e incluso logró buenas críticas, sobre todo al tratarse de una historia verídica.

¿Jamaicanos en las Olimpiadas de Invierno corriendo en Bobsleigh? Pues sí señor, ocurrió en Calgary 88 y en eso está basada esta comedia, una adaptación libre pero bastante real de lo que ocurrió y por qué ocurrió. Reparto muy adecuado, encabezado con el conocido John Candy, junto con otros 4 actores que poco o nada nos suenan por aquí, pero que bordan sus papeles (en algún caso me pregunto si realmente estaban actuando). Gags muy divertidos, buena dirección que mantiene siempre el ritmo, la moraleja sobre el "querer es poder" y todo eso ... Comedia muy divertida, vaya.

Recomendado a todo el que quiera pasar un buen rato.