Johnny Suede

Hay varias razones para ver este film de DiCillo, que sin llegar a ser una gran película, contiene algunos alicientes que hacen su visionado, cuanto menos, interesante.

Brad Pitt está muy bien en su papel. No he visto muchas de él pero esta es en la que más me gusta, distanciado aquí de excentricidades y con una ambigua expresión continuamente dibujada en su cara. Ver en V.O.S., mucho mejor.

La fotografía, por su parte, contribuye a crear, en consonancia con el vacilante Pitt, una atmósfera extraña, que se apoya sobre algunos lugares comunes de la América de los desheredados. El onirismo luce con suavidad, sin irrumpir bruscamente en la dirección de la trama, matizando las aristas del personaje principal. A ratos uno se siente desconcertado, pero DiCillo no tensa demasiado esta situación y pronto repone los asideros.

En conjunto, el film es un viaje hacia lo que hay en el alma del ser humano, pero partiendo de lo surreal. Poco a poco van entrando en el esqueleto cómico los apuntes dolorosos, sin perder el gracejo, llevándonos de la mano hacia la realidad que se oculta tras los signos más disparatados.

Como lastre, cabe señalar un ritmo ciertamente moroso, que merma la calidad global de la película.

Una de las películas más oníricas de Dicillo, que iría refinando con el paso de la década su estilo, más cercano a la comedia negra que su colega Jarmusch, tono que ya veríamos en su segundo largometraje, “Vivir rodando”.
Dicillo nos traslada en su opera prima al maravilloso mundo de Johnny Suede, esa alma libre de tupé insostenible que no quiere atarse a nada ni a nadie y cuyo único sueño es convertirse en una gran estrella del rock.
Brad Pitt esta muy convincente en su primer papel protagonista, una tarea nada fácil teniendo en cuenta los matices que muestra en pantalla el personaje, casi tantos como los que no nos muestra. Actuar consiste en conocerlo absolutamente todo del personaje y Pitt lo clava. A destacar también los papeles de Catherine Keener, estupenda intentando sacar el lado cuerdo de Suede y de Nick Cave, que cuelga su guitarra para meterse en el papel de mentor sacapasta del pobre Johnny. Su cara de loco, de lo mejor de la cinta. Por supuesto, la música, de diez.

Se echa de menos a Buscemi. Y es que una peli de DiCillo sin Steve no es lo mismo, por más que se esfuercen no…

Un film extraño, arrítmico, obscuro, con una atmósfera como de bares de carretera. Interesante debut de un jovencísimo Brad Pitt que encarna a un rockero sin rumbo en su primer papel protagonista. Puesto en una balanza, Johnny Suede posee más virtudes que defectos, a pesar de lo cual resulta un film perfectamente atacable. Recomendable para los amantes de lo raro. Cine independiente en estado puro.

Supongo que he visto la película por Pitt. El trabajo de Dicillo siempre me ha parecido mediocre (¿alguien sabe donde está ahora, por cierto?).

En fin. Lo que sea. La cosa es que el prota tiene un peinado raro y le suceden cosas extrañas, ¿verdad? Así que el film es indie puro, supongo...

¡No! Error. Si obvias un par de detalles, la película es lo más convencional del mundo. Un chaval y su banda. Un chaval y sus problemas con las chicas.

Lo mejor: Pitt y la Keener.

Lo peor: Una historia sin ritmo ni rumbo que parece seguir una porgresión de eventos aleatoria, inconexa y sin final claro.