Haz click aquí para copiar la URL

La sirena y el delfín

Aventuras. Romance Fedra, una joven pescadora de esponjas del mar Egeo, descubre una estatua que representa a un niño cabalgando sobre un delfín. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
7 de noviembre de 2010
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película maravillosa y que tiene de todo en grandes cantidades: amor sincero y amor interesado, amor a las artes, amor al dinero, amor propio ante las injusticias, suspense, aventuras, música, dilema moral por parte de Sofía Loren, pero todo esto no lo voy a contar porque simplemente recomiendo plenamente ver la película.
Por lo tanto me quedaré solo en los detalles:
Sofía Loren está bellísima y su presencia llena toda la película y embruja con sus impactantes bailes de música griega -en cierto modo, ella es tan grande como lo fue María Callas en el mundo de la ópera-.
Secundarios divertidos -el espabilado chiquillo hermano de ella y el anciano borrachín bonachón-.
Bellísimas escenas de paisajes de las islas Griegas y de la Acrópolis.
La película enseña perfectamente la confrontación entre los ricos de la ciudad de Atenas y los pobres campesinos de los alrededores.
Gran enseñanza moral, la lucha por sobrevivir, por descubrir la belleza de la vida, el amor sincero antes que el dinero, etc...
Muy bonita la escena de la subida al monasterio por parte del millonario.
Y como no con un final que me emocionó y mucho.
Salí a la terraza con ganas de disparar cañonazos de alegría.
En resumen tan apetecible como un viaje a la misma Grecia
Piano y yo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de febrero de 2018
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un placer para los que disfrutan del cine viendo a estrellas lejanas interpretar en paisajes paradisíacos, entre estampas pintorescas y asistiendo al folklore del lugar. La sirena y el delfín, que puede ser el delfín y el niño, cambia la acción y la violencia por unos cínicos diálogos a cargo del impoluto Clifton Webb que es un lujo escucharlo, con esa sorna que lo caracteriza al estilo de su personaje en Envuelto en la sombra. Aquí no hay sombras ni oscuridad, es todo luz desde la cumbre del monasterio hasta las profundidades marinas del Egeo.

Encuentro a Alan Ladd de partenaire de Sophia Loren en un papel agradable que compagina perfectamente en el ambiente vecinal, con esa terraza al puerto a la que se accede por una escalera de lo más pina; y a Sophia la encuentro deslumbrante, y tierna como hermana del niño protagonista; ella es una trabajadora incansable que vive del mar y de sus sueños. Su papel profundiza acerca de la pobreza y la riqueza, atisba un mundo cómodo lleno de lujo y contrasta muy bien con la inocencia del niño, que como niño es feliz cuando le regalan unas monedas o un cortaplumas, que para él, esas cosas son todo un mundo.

La sirena y el delfín es una película reposada, con acompañamiento musical muy acertado, un ritmo marcado por el ocio en los yates y el trabajo en las barquichuelas, y es la historia de un tesoro en el fondo de los fondos. Hay tesoros materiales y tesoros en las personas y en esta aventura se echa mano de los sentimientos de la gente para encontrarlos, dejando los tiros para otras ocasiones.
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de noviembre de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es una película de aventura marina arqueológica escenificada en las islas griegas de Rodas, Mikonos y otras que cuenta con algunos atractivos como la dirección de Jean Negulesco, las actuaciones principales de dos cincuentones Alan Ladd y Clifton Webb, el debut en Hollywood de la adorable y deliciosa Sofía Loren y algunos buenos secundarios como Jorge Mistral y Alex Minotis. Los escenarios griegos, la fotografía a color y la canción-tema justifican la narración simple, lineal y eficaz como una película de puro entretenimiento, que se deja ver, sin llegar a ser una obra mayor en la filmografía de Jean Negulesco. Pese a algunos estereotipos en el guion para el papel de Sofía Loren, ella por sí sola demostraba ya su condición de estrella en el cine moderno: tras bucear en el mar, su primera escena subiendo a la lancha con la blusa mojada transparente, mostrando sus enormes pechos, sin sujetadores, dejaban ver su condición de futuro símbolo sexual. Esta y otras interesantes escenas hacen recomendable este ejercicio cinematográfico del director de Belinda, la película que le hizo ganar el Oscar a Jane Wyman en 1948.
FERNANDO
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de mayo de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosamente esta película rodada en la etapa más joven de Loren como actriz, y muy olvidada por el imaginario colectivo y los críticos constituye una de las obras más mágicas e interesantes de la filmografía de la actriz y en general de los años 50, por haber tan pocas similares, que aúnen tantos elementos dispares como son la arqueología, el arte, el misterio, la mitología, la familiaridad, el destino y la diferencia de clases.

Fedra es así la gran protagonista, la mujer-sirena casi que trabaja en la isla de Idra en un molino pero que bucea los fines de semana para conseguir esponjas y conseguirse un dinerito extra para casarse con un pescador vago, su novio.

En una de estas incursiones a las profundidades, encontrará una figura de un barco: un niño montado en un delfín que corresponde a la Antigua Grecia, y valorado en mucho dinero.

Sin una gran cultura, con un hermano pequeño, Nico, y un doctor que la ayudará Fedra se verá atrapada entre la ambición de dos arqueólogos, un Alan Ladd que interpreta a Colder, el honrado, pero cuya tardanza a sus compromisos le dará ventaja a Clifton Webb, que encarna al caradura Victor Parmalee, el primero en engañar a Fedra, para sacar la figura del mar y comercializar con ella.
La inocencia de Loren, derivada de su encanto natural como pescadora integrante de la clase baja de Grecia de la época, será la principal baza con que esta película mostrará realmente la magia del gran hallazgo, y la que porta la humanidad a una historia sencilla pero entretenida.

Alan Ladd encarna perfectamente al héroe, mientras Loren hace despliegue de su espontaneidad, la misma que lucirá en las película de su vínculo con Mastroniani, y el resto de aportes son los justos incluidos Jorge Mistral, para completar la historia.

Es una historia repleta de bellos paisajes, una fotografía de mito, retenida en las islas griegas, donde el mar se confunde con el cielo, y la historia va desgranando las grandes pasiones humanas.

Muy olvidada, injustamente.
barbara12
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de septiembre de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Boy on a Dolphin” (1957) de Jean Negulesco con Alan Ladd, Clifton Webb, Sophia Loren, Alex Minotis, Jorge Mistral, Laurence Naismith, Piero Giagnoni, Gertrude Flynn, entre otros.
Película de aventura y comedia ambientada en Grecia, y filmada en DeLuxe Color y CinemaScope, basado en la novela homónima escrita en 1955 por David Divine que sigue a una mujer cuando encuentra una estatua de un niño de oro montado sobre un delfín de bronce, y se debate entre 2 hombres:
Uno que quiere venderlo y otro que quiere regalárselo a Grecia.
El estreno mundial de la película, el 10 de abril de 1957 en New York, fue en beneficio para El Fondo de Los Huérfanos Griegos de La Reina Friederike Luise Thyra Viktoria Margarete Sophie Olga Cecile Isabelle Christina de Hannover, que era la madre de la futura Reina Sofía de España.
El llamada “primer verdadero Maestro de CinemaScope” llevó a que Sophia Loren hiciera su primer filme en inglés, por cierto, mucho antes del dominio de su esposo Carlo Ponti; y sobre ella, Jean Negulesco arroja toda la grandeza y belleza del lugar en CinemaScope, que explota maravillosamente en calidez, glamour, belleza y sexo, a través de frecuentes y liberales poses de ella en vistas plenas y significativas, con su escultural belleza que nos recuerda lo que El Mediterráneo puede ofrecer en gracia y riqueza; y eso que ella por sí sola demostraba ya su condición de estrella en el cine moderno, tanto en comedia como en belleza, y se comprueba en su primera escena:
Tras bucear en el mar, ella sube a una lancha con la blusa mojada transparente, mostrando sus enormes pechos, sin sujetadores, que dejaban ver su condición de futuro símbolo sexual.
Sin embargo el filme atrajo la atención en la diferencia de altura entre Loren de 1,73m y Ladd de 1,68m que provocó complicaciones en el rodaje, de hecho, algunas de sus escenas juntos requirieron que él se parara en una caja, mientras que otra obligó a cavar una trinchera para Loren cuando la pareja caminaba por la playa.
Y el estira y encoje se da pues entre Alan Ladd, que hace un buen contraste con el ingenio seco de Clifton Webb, que aquí vuelve a robar cámara como patán, un villano/pelele que da mucha lata, y que curiosamente es propietario de un yate muy parecido al Cristina de Aristóteles Sócrates Onassis.
Desde lo técnico, el filme tiene una bonita partitura de Hugo Friedhofer que fue nominada para un Premio Oscar, y una hermosa fotografía de Milton Krasner, que representó la primera película de Hollywood rodada en Grecia, de ahí que la película se toma su tiempo para mostrar la belleza y el contraste del país.
La factura viene a que la película muestra su edad en las actitudes “buenistas” del guión, sin mucho peso en el fondo, que es el expolio y las diferencias de clases como la confrontación entre los ricos de la ciudad de Atenas y los pobres campesinos de los alrededores, por lo que también esta película tiene un poco de aventura, más desarrollo en una historia de amor, y algo de suspenso con el telón de fondo de Hydra, una de las islas del Egeo más encantadoras, y como “desahogo” la comedia tontorrona.
Eso sí, el filme nos da una gran enseñanza moral, la lucha por sobrevivir, por descubrir la belleza de la vida y el amor sincero antes que el dinero.
Como dato, La Casa de Los Delfines de Grecia tiene un pavimento de mosaico con delfines y jinetes junto a unas bandas decoradas con motivos de olas simples que sujetan los emblemas de varias deidades griegas, en concreto:
Un tirso, un caduceo, un tridente y otro objeto que falta debido a los daños sufridos por el mosaico; y por coincidencia, 2 años después que la novela fuera lanzada, una figurilla 16" de bronce de la diosa Artemisa fue encontrada cerca de Delos, cuya fecha probablemente data de La Era Pre-Romana Helénica.
“¿Qué puede lograr una estatua?”
RECOMENDADA.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow