Tierra de sangre

Tierra de Ciegos es una película bastante extraña y densa, no es de fácil visión, pero está repleta de temas, metáforas y situaciones que dejan al espectador pensando...

En resumen: creo que Tierra de Ciegos es una película interesante, actual y con buenas interpretaciones y sin embargo densa, poco cinematográfica, demasiado teatral.

Una interesante película que plantea los movimientos cíclicos, negando los cambios. Es realmente complicado hablar de ella sin caer en el spoiler, puesto que a poco que se diga del argumento, se revela todo.

En lo esencialmente cinematográfico, la fotografía es correcta, el guión es bastante bueno, aunque sin rozar altas cotas, y el desarrollo y ritmo son adecuados.

En cuanto al argumento, lo comento en el spoiler. Pero sin duda muestra el maniqueísmo que está en la superficie para profundizar sutilmente más abajo. Los extremos, no sólo se tocan, sino que en esencia son lo mismo. La libertad no está en un sistema político o económico. La libertad está en uno mismo. La libertad está en poder decir, como apuntó Orwell en 1984, novela que inspira claramente una parte de esta película, la libertad, digo, está en poder decir que dos más dos son cuatro.

No aconsejo la película a quien quiera pasar un rato entretenido sin mas. Quizá sea una peli para ver con alguien y luego comentarla, más ahora en estos tiempos de crisis y que parece que los que mandan son chorizos sea del color que sea.
A mi me dejó algo de mal cuerpo porque, con una gran exageración en las distintas opciones políticas, la triste realidad es que hay una masa de ciegos (borregos) que son los que reciben y sufren las decisiones de los que mandan.
Por una parte creo que es una denuncia de los totalitarismos, pero su visión es completamente pesimista. Hay comportamientos que son nauseabundos entre la gente "normal", siempre dispuesto a lo que sea por un premio, sin principios, sin moral. Pero lo peor es que, salvando las distancias, parece verosimil en la vida actual.

En resumen, una película política densa y muy interesante.

No es fácil hablar de lo que habla esta película y conseguir un guión sólido y convincente. Digamos en resumidas cuentas que habla de política... Pero me parece más un intento de hablar de más cosas, de contar muchas cosas... El guión no es impecable porque es demasiado complejo, pero por esa misma razón me parece admirable y especial.

La película me pareció entretenida, compleja, abierta a interpretaciones, con un sentido del humor sombrío. Fiennes y Sutherland están como siempre y ayudan a ver la peli con mayor interés.

La verdad, es muy complicado ponerle nota y valorar a Tierra de sangre.
Muy complicado porque cuesta decidir entre si es una tomadura de pelo o una obra maestra, si Robert Edwards se está riendo en nuestra cara o nos está mostrando la más brillante aproximación a la política del cine de los últimos años.
Lo que está claro es que, para hacer una película así, esta distopía, la madre de todas las distopías, quizás, hay que tener mucho valor, y Robert Edwards lo ha tenido. La película como tal, como cine, quizás no sea gran cosa pero su dimensión simbólica es fascinante, y además los actores están estupendos (especialmente los tres principales, Ralph Fiennes, Donald Sutherland y un fantástico Tom Hollander que nunca ha estado mejor). Hay que aplaudirla por los bemoles que ha tenido producirla y rodarla, y por cómo se mofa y deja en ridículo a la política en general, algo que ahora está muy en auge, pero quizás en 2006 no tanto.
Audaz.