The Ugly

Análisis sobre el prototipo de psycho-killer han sido vistos hasta la saciedad. Desde que Demme abriera una brecha con su "El silencio de los corderos" y Scott continuase la retrospectiva en "Hannibal", quizá las dos partes más analíticas sobre las hazañas de 'El caníbal' han aparecido múltiples thrillers cortados por el mismo patrón o, como mínimo, de mimbres muy parecidos. Pocos han decidido alejarse de ellos, y aun menos los que lo han conseguido. Por poner ejemplos recientes, encontraríamos en la fallida "American psycho" uno de esos ejemplos o "Los renegados del diablo", que abordaba el asunto desde una perspectiva totalmente distinta y mucho más orientada al espectador con ganas de guiños y cachondeo que otra cosa.

En el film de Reynolds, cuyas formas ya había tenido oportunidad de observar en el infructuoso intento con "Cuando aparecen los extraños", se aborda el asunto mediante flashbacks que nos transportan al pasado del asesino en cuestión y nos hacen partícipes de la senda que le condujo hasta su situación actual, mostrando con un aire desenfadado y sucio (muy lograda la puesta en escena en este sentido) todas sus peripecias.

Puede que su tramo inicial resulte algo carente de cuerpo, algo insulso, puesto que todo se narra de modo no demasiado detallado aunque sí entendible, sin embargo, llegados al punto final, adquiere más fuerza para sorprender con una conclusión lejana a los tópicos y estereotipos y, aunque el realizador se empeñe en desaliñar su obra con recursos de lo más nimios, todo ello queda en algo sumamente aceptable y, cuanto menos, distinto. A rescatar.

“The ugly” tiene elementos tan interesantes como chirriantes en su propuesta.
Lo mejor es la puesta en escena y dirección con la que Scott Reynolds dota al filme: una interesante reconstrucción de los crímenes de un psicópata loco de atar entre flashbacks, saltos de eje y temporales, sustos facilones y metralla visual efectista muy de video clip.

La locura y los efectos se entrecruzan llegando a un extremo donde es imposible averiguar lo que es pesadilla o realidad conduciendo a “The ugly” a un viaje directo al infierno de la locura. Aunque esas eran las intenciones de Scott Reynolds, creo que se queda a medio camino: en el limbo cinematográfico.

Acaba siendo demasiado efectista y tramposa, aunque su extraño final la convierte en un aceptable entretenimiento, lejos de una rareza y a años luz de una película de culto con futurible revisión.

Muy bien llevada y con un curioso guión hacen de esta peli una pequeña sorpresa.

¿Pero que pasa, que van y se la cargan en los últimos 10 minutos, sin más?, si no se lo creen, veánla.

Por cierto, no se porqué, pero crea curiosidad, y es que la sangre en esta película es negra.

Pues como ya han dicho por ahí en otras críticas, el planteamiento es bastante parecido a la trilogía de Hannibal Lecter, y la cosa al principio promete, pero... y el final? Yo, sinceramente, me he quedado de piedra y no he entendido nada, o creo que sí que lo he entendido, pero me parece una tremenda chorrada. Si hubiera tenido un final decente le habría puesto un 6, porque prometía algo interesante, pero el final es una tremenda cagada y a mí me da la impresión de que me han tomado el pelo.

Estimable film neozeolandés, ganadora de un buen número de premios internacionales, sobre todo por su excelente empaque técnico, con una preciosa fotografía, un montaje cuidado y unas buenas interpretaciones.
El ritmo es el adecuado y la narración es bastante clara, lo que se agradece, sobre todo en este tipo de historias. Los flash-backs van tomando forma y el espectador va sabiendo poco a poco porqué ha llegado a ser como es el protagonista, muy bien interpretdo por Paolo Rotondo un, para mi, desconocido actor que, incluso dirgió una película en 2003.
La tensión está bien conseguida y si se ve solo, y en la oscuridad de la sala de estar de la casa, por la noche, pudiera inquietar.
Los diálogos son buenos y la acción no solo transcurre en la institución mental, sino que sale a la calle, a los lugares donde transcurre la vida del protagonista.
Solo le achaco un defecto, que no es tal por sí mismo, su final.
Uno de esos finales que parece que el guionista se lo saca de la chistera, bastante facilón, falto de consistencia. Sucede, más o menos, porque sí.
Pero en líneas generales no está nada mal, entretiene y mantiene en vilo, suficiente para mi.

http://filmsencajatonta.blogspot.com.es/2006/07/ugly-feo-el-nueva-zelanda-1997-psycho.html