Into the Dark: En caída (TV)

Notable ejercicio de estilo incluido en “Into the Dark”, irregular antología producida por Blumhouse para Hulu y HBO. Considerada la mejor de la variopinta colección, “Down” presenta el mérito de estar al tanto de los límites y, por ende, las posibilidades de un género habitualmente tratado con muy escaso cuidado, con resultados por lo general nefastos, que han redundado en una mala fama que condiciona incluso a un puñado de títulos más que dignos, como es el caso.
En efecto, no todo vale en el proceloso universo del telefilm. El propio soporte establece ciertas fronteras visuales que convendría no traspasar, advertencia que —insisto— no suele ser tenida en cuenta. Aquí, merced a la sobria puesta en escena, el reparto en los huesos y un sabio manejo de la elipsis, se hace de la necesidad virtud, explotando los consabidos constreñimientos hasta sacarles la última gota del, por otra parte, sabrosísimo jugo. Similar en su planteamiento a “La trampa del mal” (“Devil”, 2010), se simplifica el argumento despojándola del siempre espinoso componente sobrenatural y reduciendo a más de la mitad el número de individuos encajonados, en concreto dos. A partir de ahí, sus responsables parecen inspirarse en el inenarrable tema de “Un pingüino en mi ascensor”, evolucionado a un “survival” que coquetea con un “gore” para todos los públicos y un potente pellizco final de “slasher”.
Pese a la previsibilidad de ciertas situaciones y a un excesivo didacticismo psico-sociologicista para explicar la enfermiza conducta de uno de los protagonistas —el tono de la película no requería tan forzada exposición de motivos, como si de pronto estuviésemos ante una novela de Émile Zola—, el conjunto es sumamente disfrutable, sus ochenta minutos se pasan sin sentir y el desenlace se erige en rotunda vindicación de “empowerment” femenino, con esa Natalie Martínez a la que da gusto ver —en todos los sentidos que se quieran— fumándose un puro con el donaire de una Sara Montiel rediviva.

No es que ningún capítulo de esta serie de antología destaca sobre otros, para mi, el mejor de momento es el de Pooka. Es una serie que intenta hacer o crear el terror desde unos argumentos muy sencillos pero que causen cierto agobio, aunque no siempre lo consiguen.

Este es un capítulo con una trama sencilla, dos personas quedan atrapadas en un ascensor justo cuando empieza el fin de semana y no hay nadie en el edificio que pueda ayudarlos. Y todo el "terror" empieza a aparecer dentro del ascensor con nuestros dos protagonistas.

El capítulo/película se hace más fácil de ver porque tanto Martínez como Lauria consiguen crear cierto interés en el espectador. Por la intriga de saber quien es cada uno y por la tensión que ellos generan dentro de la química que tienen entre los dos.

Esta serie de capítulos que al final son películas están bien elaboradas pero principalmente este es una historia bien lograda con una buena narrativa de las situaciones por entender como empieza; el porque pasan las circunstancias que se desarrollan; el porque de la situación y el porque de su desenlace.

Los actores logran amarrar al publico con los giros que presentan y plasman bien el sentir de cada situación;la ambientación en el elevador es simple al ser un lugar pequeño pero si ponen lo necesario para crear la atmósfera; muy recomendable tal vez de los mejores capítulos de esta serie.

No entiendo como pude tragarme semejante truño hasta el final.
Un sinsentido de guión con más fallos que una lavadora vieja, un argumento que ya cansa, predecible hasta las trancas, sin ápice de terror, sangre o tensión y una credibilidad nula.
La película más penosa y aburrida que he visto en años.
Ni se os ocurra.