Wild Bill

Estuve uno o dos meses esperando esta película por los subtítulos que nadie subia, no entendia como podia ser esa la traba, llegando a pensar que en realidad era mala y el 7,2 era una mascara.

Debo decir que es de las pocas películas que me ha emocionado tanto. Me parece que las actuaciones son perfectas, realmente Bill es espectacular y la actuación del hijo mayor que sobre actúa es porque precisamente un hijo sobre actuaría en una situación así, Mención aparte para el hijo menor, es un personaje hermoso. Como sucede en menor medida con todos los demás personajes, que sin ser tan profundos como los principales, si están dotados a cada uno de algo particular que hace reconocerlos, odiarlos o quererlos.
Es una película pequeña y simple, entretenida y chistosa, profunda y bella.
Pareceria que nunca llega un climax o conflicto, pero siempre esta ahí, desde que El Loco sale de la carcel.
La fotografia sin ser desbordante cumple como algo que parece ineludible en una película inglesa, y la banda sonora es buenísima, ya que le da cambios de ritmo notables a la película.
LA RECOMIENDO AL MIL POR CIENTO.

Se hizo finalmente con el premio de la juventud en el Festival de cine de Donostia esta bienintencionada, emotiva y eficaz crónica de la reconciliación familiar de un ex-convicto que, a la salida de la cárcel, se encontrará con 2 hijos abandonados por su madre y obligados a desenvolverse solos en el piso, así como una difícil reintegración laboral. Cine social británico para todos los públicos que deja un buen sabor de boca y que lanza simpáticos guiños a la estética y las formas del wester. En su primera proyección pública, cosechó una calurosísima acogida de los espectadores (entre tanto filme de tiempos lentos y objetivos ininteligibles, fue como un oasis de paz).

Dexter fletcher (a quien conocemos en su faceta de actor en producciones como Lock & Stock) salta a la dirección con este largometraje escrito por él mismo en colaboración con Tim Cole y Danny King. Su opera prima compitió por varios galardones en el 59 Festival Internacional de Cine de San Sebastián alzándose finalmente con el Premio de la Juventud.

La película ostenta como título el sobrenombre del personaje protagonista, Bill Ward, que, debido a su vida delictiva, es forzado a pasar ocho años en la cárcel. Una vez fuera irá al encuentro de sus hijos, que, tantos años después, ya apenas conoce (ni ellos a él). Sin embargo, y contra todo pronóstico, intentará recuperar el tiempo perdido y erigirse como un gran padre para ellos tratando de inculcarles una educación que los conduzca por un camino bien distinto al que a tantas desgracias le ha llevado a él. Pero no será fácil ni un camino de rosas, pues sus hijos pronto tomarán contacto con antiguos conocidos de Bill, criminales…

Pese a lo quizás manido de la historia y a una cierta sobredosis de lección moral en su relato (y un cierto tufillo a telefilm) es esta película un producto de cine indie fácil de ver y fácil de disfrutar… ¿por qué? Pues pienso que en gran manera debido tanto al trabajo de guión que regala situaciones y diálogos interesantes sabiendo llevarnos por el camino del drama pero sin buscar la lágrima fácil y mezclarlo con humor negro y ácido, como a la interpretación del elenco protagonista (Charlie Creed-Miles, Will Poulter, Liz White, Sammy Williams, Leo Gregory, Neil Maskell, Iwan Rheon..) realizando, cada cual en su papel, un trabajo creíble y cercano al espectador que empatiza e implica con la historia con mucha facilidad.

Es una película pequeña, discreta y que no brilla por su originalidad, pero , aún y con todo ello, un film agradable, entretenido ,y pese a la alta dosis de “moraleja”, interesante.

-Enoch-

Este es el ejemplo que demuestra que el cine no son efectos especiales, ni grandes presupuestos; un drama familiar que se desarrolla en los barrios bajos del gran Londres nos muestra ese perfil oscuro que viven muchos de sus habitantes. El mundo de las drogas y los dealers, un ex convicto que busca un rumbo diferente y trata de reencontrarse con sus hijos a los cuales casi ni conoce.

Todo cuadra en esta cinta, el ritmo es el ideal, empieza lenta y poco a poco se van atando cabos para culminar en un desenlace de 10.

Lamentablemente en los cines de hoy sólo vemos productos meramente comerciales y a la gran mayoría del público que busca algo refrescante se le escapan films como este, que valen mucho más la pena que ciertos bodrios llenos de marketing con contenidos vacíos y llenos de basura.

Cabe mencionar que es una opera prima, y sin duda el señor Dexter Fletcher va para arriba, hay que grabarse bien este nombre porque su tarjeta de presentación es una joya.

El reparto de actores es de primera, desde el protagónico hasta los secundarios, así como el Soundtrack, la ambientación y el manejo de cámaras. Ojo...y a resaltar como Mr. Fletcher metió las escenas más impactantes en el momento justo.

Recomendación absoluta.

Historia muy poderosa que tiene momentos de gran brillantez. Esos momentos vienen de todas direcciones, una excelente y calibrada banda sonora, un buen reparto donde destacan dos nombres con acento propio, por supuesto Charlie Creed-Miles que realiza una interpretación muy atinada a lo que el papel pide y Will Poulter a quien habrá que seguir, sólo conocía su aparición en la última entrega de la saga de Las Crónicas de Narnia y parece que va a ser un valor de futuro.
El guion tiene algunos deslices fácilmente reparables pero, en general, ofrece una historia de siempre pero con matices nuevos y narrada con la suficiente sensibilidad para que, en muchos momentos, suene a nueva a pesar, cómo decía, de que juega con elementos muy trillados.
Es muy interesante el contrapunto que ofrece la película entre la narración principal y los edificios y estadios que se estaban construyendo durante el rodaje para las olimpiadas pasadas de Londres. Esos elementos, bien contrapuestos entre las dos historias y bien hilvanados al corazón de la narración, cumplen un papel muy simbólico.
Muy buen arranque para la carrera de este actor metido a director.