Morenita el escándalo

Viernes 27 de noviembre, 5:30, Cinépolis Diana. No me ofende en absoluto que la imagen de la virgen del Tepeyac sea parte del argumento para esta película chafa con tufo a rancio; propuesta complaciente para el espectador, a quien se nos toma como fieles devotos de la imagen y se limita a contar una trama repleta de cliches y reservas para abordar con atrevimiento asuntos relacionados con el catolicismo de este país.

Todo está planeado y desarrollado con premeditación, personajes con presencia superflua y de exacta caracterización para el requerimiento, promoviendo el estereotipo al que se le achacan los males e inseguridad que vivimos a diario; una vez más un esbozo de la corrupción de la policía, así como todo aquello concerniente a la seguridad empleada por el clero, para la protección de la casa de “Dios”. Muchas imagenes con más línea para el documental, tal y como se lo presentaron al arzobispado, que para el thriller pretendido.

La búsqueda de los cineastas continúa por los senderos más insospechados. Hoy La morenita y su escándalo es vacía y nada atrevida. Cabe destacar que lo más audaz es el cartel de promoción, creatividad dispar con el proyecto en general.

Realmente una pena.

Esta la vi porque no había otra cosa, y para no decir que estoy encasillada en el cine americano. Así que de vez en cuando veo alguna otra cosa. Lo que pasa es que no es nada del otro mundo. Una historia de una familia pobretona que se las ingenia para conseguir dinero por diferentes medios. Y bueno su opción es tocar un símbolo nacional, la creencia del país entero y de los colindantes. Lo que crea el gran revuelo. No me ha gustado porque es pesada. Por ver lo creyentes que son pues sí, porque toda la parte de peregrinantes y donaciones y lo que hace la gente por su fe es verídico y alucinante, pero no tiene más la historia.