Gemelas

Intenso, sin fisuras, ahonda en lo que puede separar, en circunstancias de la vida, pero también al mismo tiempo en lo que puede unir, al margen de cualquier circunstancia. Notable recreación de la pronta separación de dos hermanas gemelas, que afrontan destinos diametralmente opuestos.

Muy bien conseguido el pulso narrativo, sin concesiones a lo secundario o anecdótico.

Es un buen ejemplo de cómo con un presupuesto limitado se puede hacer magnífico cine, basado sobre todo en una buena historia y en el trabajo actoral, limitándose el director a encajar las piezas con paciencia y sapiencia: buen acompañamiento orquestal, las mejores tomas, el trabajo (enorme) de conseguir la tensión necesaria para que el espectador no se aburra en ningún momento. Es todo, aunque parezca fácil no lo es.

Anna y Lotte son mellizas. A la edad de seis años, por circunstancias que no desvelaré, son separadas bruscamente. Anna irá a vivir al campo con unos parientes humildes que la obligarán a trabajar duramente. Lotte, en cambio, vivirá con unos parientes ricos, rodeada de afecto y ternura. Estos hechos y la inevitable contienda de la Segunda Guerra Mundial marcarán para siempre sus vidas, acercándolas por extrañas casualidades y distanciándolas cuando poco a poco se dan cuenta de las muchas cosas que las separan.

"Gemelas" es un drama intenso y emocionante que va atrapando al espectador a medida que avanzan. Las vidas paralelas de las dos protagonistas están ensambladas de una manera natural, de modo que se pasa de una historia a la otra sin apenas notarlo, sin perder el interés. Las actrices, en especial las chicas que interpretan a Anna y a Lotte en su juventud, resultan muy convincentes en sus papeles, conmoviendo al respetable en muchas ocasiones.

Esta película pareció seguir al pie de la letra una novela, lo que le restaría a mi entender un poco de personalidad.

Una rareza apreciada es la mezcla de actores holandeses y alemanes en el reparto y con la intención que se reflejara también en los diálogos de la versión original. Entre ellos, detrás de las cámaras y para entenderse, predominaba el inglés.

Me gustaron las dos actrices que hicieron de gemelas mayores, pero en su juventud el personaje de Anna pienso que estaba mucho mejor trabajado que el de Lotte. Las caracterizaciones y la ambientación muy buenas.

El personaje de Anna bastante mal tratado por las circunstancias pero con un sentido del trabajo y del deber muy alemán, se le añadió un corazón con mucho amor y un hambre de cultura.

El personaje de Lotte, más mimado y voluntarioso, consiguió en esta película algo que la guerra no pudo. (más en spoiler).

Esta película es una vida entera de separaciones.

Estuve dudando entre un cinco alto o un seis, pero finalmente puse el 6.

Un drama familiar en tiempos de guerra.

Un reflejo fiel de la sociedad y su historia; las injusticias de la guerra, la intolerancia, el rencor que genera la ausencia de comunicación, la necesidad de encontrar un culpable para encontrar cierto grado de libertad, y como el paso del tiempo no trae de la mano la capacidad empática, tan ausente en la realidad que vivimos.

Si bien el mensaje de la película está claramente definido y hay algunas actuaciones bastante destacables, es una película nacida para conmover, y no lo ha conseguido conmigo.

Se trata de una película un tanto lenta, de argumento demasiado manido, un guión falto de sorpresas y un final desastroso.
Son muchas las películas que se desarrollan bajo el trasfondo de la segunda guerra mundial, las que nos muestran la frialdad, la crudeza y crueldad de la guerra, pero esto no debería ser suficiente para catalogar una película como buena o mala.

Es fácil mostrar los horrores de la guerra o del alma humana; es dificil saber hacerlo bien.

Es muy probable que a lo largo de la larga vida de estas dos gemelas tuvieran buenos momentos, antes y después de ser separadas cruelmente, pero a lo que asistimos aquí es a una selección de momentos trágicos en sus diferentes etapas vitales. Hay una guerra mundial además por en medio, así que de arriba abajo, de derecha a izquierda, mires por donde mires, el drama lo abarca todo. Cuestión de escoger el camino, muy convencional, muy para la televisión. Seamos realistas, el público que asimila este tipo de productos sin complejos es muy numeroso. Al ser humano, no sé por qué será, le gusta observar el drama ajeno.

La suerte o el destino entran en juego, cabe preguntarse si la desdicha puede ser mayor, si nosotros como espectadores reales de carne y hueso debemos sentirnos felices por tener una vida tan buena en comparación a la de estas dos gemelas. Llegan incluso a abuelitas y no hay manera, el drama sigue ahí subido a sus chepas.

Cabe preguntarse si la película es ágil, si está bien hecha, si es suficiente con enseñar una herida que se abre constantemente y no para de sangrar. Cabe preguntarse si podemos pedir más como espectadores. Muchas veces se dice que en el cine es más fácil hacer llorar que hacer reír, cuánta razón.