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Sin novedad en el Alcázar

Drama. Bélico Dos jóvenes alumnos de la Academia Militar de Toledo, de permiso en Madrid, reciben la noticia de la sublevación militar del general Franco. Temerosos de la situación en la capital, deciden presentarse ante su superior en la Academia y ponerse a sus órdenes, lo que hace que se trasladen a Toledo y decidan apoyar desde allí a los facciosos, estableciendo su cuartel general en el Alcázar. (FILMAFFINITY)
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
7 de junio de 2009
47 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
lAunque más que franquista, este film podría considerarse estrictamente fascista. Ya que en puridad los fascistas eran eso, los seguidores de Mussolini.

La historia del asedio del Alcazar es sobradamente conocida. Yo me esperaba una burda película propagandística, estilo "Raza", pero no. Este es un panfleto inteligente. ¿Cómo? Pues haciendo un film entretenido. Se nota que los italianos aprendieron de Einsenstein, porque la utilización de las masas está bastante bien conseguida.

Si limpiamos todas las concesiones panfletarias queda una buena película bélica. Una especie de "El alamo" facha bien hecho. Estas historias de asedio siempre dan de sí. Y fue una gran pìfia del gobierno republicano, porque Toledo no tenía ninguna importancia estratégica pero psicológicamente fue una baza propagandística para Franco, ya que el mundo tiende a identificarse con los asediados, como así pasó en la prensa mundial.

Los efectos especiales son notables para la época. Se han currado las maquetas para simular los bombardeos y voladuras del edificio.

Eso sí, te clavan un "Cara al sol" a mitad... ¡cantado por actores italianos!. Pero curiosamente está bien utilizado para resolver una subtrama amorosa. Y con una mirada de la actriz de las más lujuriosas que uno puede ver. Evidentemente no es española, jeje.

Naturalmente no cuentan la escabechina que hicieron después las tropas moras franquistas en Toledo. Aún así, aunque para algunos sea una peli indignante, es digna de ver.
Gilbert
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21 de febrero de 2012
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo primero decir que el general que entra en el Alcázar cuando es liberado el 27 de septiembre de 1936 no fue Franco, si no el general Varela. Realmente, quien debería de haber liberado el Alcázar, era el entonces Teniente Coronel Yagüe, que era el que mandaba las tropas que se dirigían desde Extremadura a Madríd, pero Yagüe era partidario de entrar primero en Madrid y después ir a Toledo, pero Franco tenía otra opinión y decidió su sustitución el día 24. El día de la liberación del Alcazar, Franco está en Cáceres, al día siguiente en Salamanca será investido Generalisimo (o sea Jefe de todas las fuerzas nacionales). El día 29 de septiembre es cuando Franco, junto con Varela y Millan-Astray visitan el Alcazar y es grabada, por las cámaras, por lo que muchos piensan que la famosa frase "sin novedad en el Alcazar", se la dice Moscardó a Franco.

Lo segundo es la duración de esta película, existe una versión, que es la indicada aquí que tiene 99 minutos, pero existe otra versión con una duración de 114 minutos.

Si quieres saber más sobre los cortes de esta película:
http://www.plataforma2003.org/hemos_leido/146.htm

Yo particularmente no coincido con el autor de este articulo, pues para el los cortes son una manipulación actual, mientras que yo pienso que los cortes fueron hechos hacia los años 60 para adaptarla a los tiempos de acercamiento a EE.UU. de igual manera que se hizo con "Raza". Recordemos que España entra en la O.N.U. en 1955, gracias fundamentalmente al apoyo de EE.UU. O sea que la versión autentica y primigenia, es la larga, y no la corta como parece que nos quiere hacer ver el autor del comentario, haciéndonos incluso creer que la versión más corta es un intento de manipular y de censurar la historia. Desde mi punto de vista, la censura franquista intentó "dulcificar" la historia, y para ello eliminó prácticamente todas las referencias históricas, el texto del principio de la película de la versión modificada ya no habla del heroismo de los defensores del Alcazar, sinó de la batalla de las Termópilas (sic)
De hecho la copia más larga es una copia del negativo original (rescatada por la Filmoteca Nacional). Y de bastante mejor calidad que la copia que se proyectó durante bastante tiempo en los cines españoles.
De todas maneras os recomiendo que veáis las dos y que cada uno saque sus propias conclusiones.

Un artículo muy interesante sobre esta película:
http://www.uv.es/imagengc/articulos/El%20rechazo%20del%20pasado.pdf
K0RS0
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11 de diciembre de 2009
29 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dejando de lado de que bando sea cada uno, lo cierto es que es una película de buena factura, que refleja la angustia de los asediados, con una historia de amor de fondo y actos heroicos por doquier.
Entretenida y emotiva, con buenos efectos para ser 1940. Naturalmente es un panfleto a los valores de aquellos que ganaron la guerra. Normal en esa época...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jonicharli
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17 de marzo de 2013
14 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Propaganda política en el arte ha habido toda la vida. Desde la columna trajana hasta películas como “Boina verde”. Está claro que unas lo hacen con mejor estilo que otras. En el año 1940 la segunda guerra mundial ya había empezado, y al gobierno fascista de Benito Mussolini aún le quedaban tres años de existencia. Durante el mandato férreo del Duce, se produjo una gran propaganda artística (y participaron algunos miembros de movimientos artísticos importantes del futurismo) que se tradujo a diversos lenguajes artísticos. En el cine se realizaron muchas producciones que apoyaron al régimen, con historias que ensalzaban al gobierno, tanto contando historias de manera directo como utilizando historias de la antigua Italia que exaltaban el espíritu patriota. Blasetti fue uno de los directores destacados, que contó con luz verde para sus películas, quizá uno de los más recordados.

Augusto Genina trabajó mucho antes que el alzamiento en el poder de Mussolini, de hecho sus inicios se produjeron en el cine mudo. Evidentemente la película cuenta una historia partidaria totalmente para el Duce, pues durante la breve coexistencia de los dos gobiernos (el régimen Franquista y el Fascista) mantuvieron relaciones diplomáticas muy cercanas y durante la propia guerra civil que nos cuenta la película, ejérictos italianos ayudaron con militares al bando insurrecto.

Así que lo que el espectador tiene entre manos es un producto curioso y raro de hallar. Que ha de examinarse con mucha cabeza y mente fría. Actores en su mayoría italianos (aunque incluso hay un español y un francés) que interpretan a los hombres que durante la guerra civil aguantaron el asedio de Toledo por parte de los republicanos. Curioso cuanto menos, más ciertas escenas que dejan a uno atónito (como aquella en la que los italianos entonan el himno falangista). Aunque por lo demás la película utiliza los mismos recursos que muchas películas discursivas han utilizado en la historia del cine, y es que todas las ideologías se sirven de formas muy parecidas. De hecho el propio Genina dijo que intentaba hacer una película que fuera capaz de contraponerse al “Acorazado Potemkin” de Eisenstein.

Así pues el guión utiliza unos recursos a los que uno ya está muy habituado en este tipo de cine. Una especia de Álamo a la italiana. La glorificación de los heróes se hace la manera más obvia, mostrando una división de personajes habitual. Santos unos, que apenas pueden aguantar dentro del Alcázar, evidentemente salen dignificados, tanto en los diálogos como en vestuario (no hay más que ver como parecen estéticamente los republicanos en la película, mal afeitados y pendencieros). También tenemos las exaltaciones heroicas de valor, típicas no sólo del cine sino de la historia en general. Por este motivo mismo, la película se sirve de cierto material histórico que intentan de alguna manera engrandecer la leyenda. El discurso que fue el detonante del asesinato de Calvo Sotelo, así como el del Hijo del coronel Moscardó (no en vano se pretende jugar varias veces con el papel victimista, desde el argumento mismo). El tono hagiográfico hace demasiado daño y la calidad artística no salva a la película de la quema, podría ser el resumen de la obra.

Por lo demás la trama se desarrolla de manera desigual. Curiosamente las partes más interesantes son la subtramas que poco tienen que ver con el conflicto bélico, no sólo por no estar contaminadas ideológicamente sino por su calidad, especialmente la historia amorosa. Las escenas bélicas están rodadas de manera aceptable, la recreación del Alcázar está lograda, quizá algún que otro tanque desentone en cierta manera. Como también sucedía en el cine de Blasetti, o en el cine soviético, la trama coral tiene mucha más importancia que las historias individuales, exceptuando quizá al personaje de Moscardó, aunque este no deje de ser una encarnación de las virtudes que pretende exaltar el film

concluyendo poco más que rascar. Cinta recomendada para los amantes de la investigación arqueológica o de las cintas más extravagantes.

http://neokunst.wordpress.com/2013/03/17/analisis-filmico-sin-novedad-en-el-alcazar/
Kyrios
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6 de septiembre de 2016
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
A estas alturas del siglo XXI nadie debería rasgarse las vestiduras descalificando este film por su contenido ideológico, por supuesto, se trata de una mirada parcial y subjetiva hacia el bando ganador de la Guerra Civil española. Si se juzgara su contenido artístico por las ideas que glorifica, entonces habría que descalificar a multitud de obras maestras por sus ideas mezquinas, caducas o execrables, me refiero por ejemplo: a “El acorazado Potemkin” o “La huelga” del maestro Serguei Eisenstein, claros panfletos de la propaganda comunista; “El triunfo de la voluntad” de Lenni Riefensthal, excelente documental sobre la ascensión de Hitler y el fascismo; “El nacimiento de una nación” del padre del cine David W. Griffith, con un fuerte aroma racista. Creo que todos los cinéfilos estamos de acuerdo en que sería absurdo descalificarlas, porque guardan valores cinematográficos superiores a los que entonces pretendían servir.

Restaurada por la Filmoteca Nacional, quizá la versión más completa de las que circulan entre los aficionados, coleccionistas y profesionales “Sin novedad en el Alcázar” es una coproducción hispano-italiana que glorifica el alzamiento nacional y hace honor y héroes a 1.250 entre militares, cadetes y guardia civiles que defendieron el Alcázar de Toledo, más 500 mujeres y 50 niños, como una exaltación máxima del heroísmo humano contra la fuerzas republicanas. Uno de los máximos exponentes del denominado cine de cruzada, aquel cine propagandístico destinado a ensalzar los logros y virtudes del entonces vencedor. Lo destacable del film es su buena factura técnica, su calidad dramática y narrativa, la épica y la emoción humana que desprenden todos los personajes que hacen creíble tal tragedia.

Una superproducción premiada en el Festival de Venecia dedicada exclusivamente al cine de ideología fascista. Creo que para analizarla hay que contextualizar el film y su época, pues de igual modo los americanos y los ingleses hacían sus films de propaganda patriótica, no hace falta dar muchos títulos porque están en la mente de todos y algunas de ellas se siguen considerando obras maestras, sólo citaré cuatro que recuerdo ahora mismo: “Casablanca”, “Esta tierra es mía”, “Los verdugos también mueren” o “Los invasores”. La frase que titula el film de Augusto Genina, por cierto, un cineasta muy experimentado, hace referencia al coronel Moscardó, jefe militar del fortín una vez finalizado el asedio, un film que ilustra dramáticamente los hechos acaecidos entre el 22 de Julio y el 28 de Septiembre de 1936, no siempre fielmente, pues se toma sus licencias tanto artísticas como argumentales.

La historia de nuestro pueblo siempre es bueno conocerla desde todos los puntos de vista, pero lo que no es admisible es que una vez superado el conflicto con la transición democrática, habiendo tendido puentes, algunos políticos sectáreos y mediocres continúen hurgando en heridas restañadas y cavando trincheras ya superadas, es bueno que los jóvenes conozcan la historia para no volver a repetirla, pero siento asco por los que buscan rédito político, ahí tenemos el ejemplo del pueblo alemán que supo sobreponerse a un país devastado para volver a convertirse en pocas décadas en la locomotora de Europa, líder industrial y económico, porque el pueblo ha entendido lo ocurrido pasando página.
Antonio Morales
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