Loulou

Con el paso de los años, al ir envejeciendo, se entienden las películas desde una óptica menos tajante. La infidelidad es necesaria en muchos casos, por ejemplo, como algo vital.

Lo que hay en esta película es una mezcla de saber filmar situaciones con maestría, saber hacer elipsis, saber alargar, saber sintetizar. Planos secuencias maravillosos, seres humanos contradictorios. La sensatez que a veces aparece en los personajes, el egoísmo, la mezcla de liberación sexual mezclada con represión y posesión. Todo está bien construido, quizás el final sea un poco torpe y no resulte armónico con el resto del metraje, pero esta película como algunas otras que he visto de este director deberían ser de las más influyentes en el cine actual. Es increíble, ahora que se ha estrenado hace nada La vida de Adèle (otra película francesa), que parece ir hacia atrás con respecto a esta.
No hay mucho que contar sobre el argumento. El argumento podría ser cualquiera, lo importante es que refleja un momento: un momento de una ciudad, un momento de cómo una clase social se enfrente a la vida, a la economía y al sexo.
Las enfermizas relaciones de parejas, lo enfermizo y caprichoso de los cambios anímicos de algunos personajes en una misma secuencia. Todo está bien contado, bien hilado. No le pongo más nota por el final... ese final me ha resultado soso.
Este director es definitivamente uno de los grandes. Frialdad y emoción, dejando fuera idealismos y personajes perfectos.

Película de ambientes sórdidos y personajes irresponsables intentando sobrevivir, y que al final lo que consiguen es malvivir en una sociedad de mentiras y engaños. Nelly está cansada de una vida fácil, porque lo bueno muchas veces aburre y no se valora. Entonces se enreda con un vago expresidiario sin ninguna perspectiva de futuro, ni ninguna voluntad de conseguir aunque sea un mísero trabajo. Ella, se da cuenta de lo que ha perdido y hacia dónde se encamina su vida, atrapada en un estrato social que no es el suyo, y emparejada con un maleante de poca monta. El interés de la película, está en ver a Dépardieu de joven, haciendo de lo que era él mismo en su juventud, y ya está. También a Isabelle Huppert, tan bella, tan delicada. Y lo demás, pues lo de siempre: mucha piel desnuda y mucho metraje para no llegar a ningún sitio; o sí, al aburrimiento y al deseo de que acabe de una vez. Técnicamente será una buena obra, pero eso no es excusa para aburrir al personal. Sí se podría aprovechar para reflexionar sobre el dicho "el que mal anda mal acaba", las consecuencias de las propias acciones; y sobre lo fácil que resulta convertirse en un inadaptado social contra lo difícil que es dejar de serlo. Estas serían las enseñanzas que se puede sacar de aquí.

Una película muy interesante porque no está atada a un guión estrictamente narrativo y con desarrollo convencional de una trama. Explora el amplio terreno de las relaciones humanas, enfocándose en el aspecto sexual/emotivo, las idas y venidas de una pareja siempre al borde de la ruptura, viviendo un amorío en una ciudad que es de Francia, pero podría ser cualquiera en el mundo moderno.

Lo que inquieta de los personajes es que parecen vivir más allá de las convenciones, no siguen el mismo ritmo que el resto de las personas y eso mantiene el interés por lo que sucederá con ellos. La trama parece desarrollarse como una única secuencia más que como una línea escalonada que va sumando tensión dramática, lo que le agrega una dosis de realismo muy potente. La pregunta que nos hacemos al ver Louloue es: ¿acaso la vida no es una gran secuencia más que una premeditada serie de “pulsos dramáticos”?.

Las actuaciones son fenomenales, y esto se debe a que los diferentes personajes se amoldan perfectamente al tono elegido por el director Maurice Pialat. De más está decir que cuenta con dos actores fenomenales (Gérard Depardieu e Isabelle Huppert)

Película árida, sin mucho sentido. Comparte características con otras películas del mismo autor, como por ejemplo la ausencia de banda sonora salvo en los momentos donde la música proviene de la misma acción del plano, por estar en un bar o cualquier otra situación. Gritos de mujer, hermosos cuerpos,…en fin nada nuevo. Quizás lo nuevo resulte del trabajo con Depardieu, que nos regala, en los films de Pialat, unas buenas interpretaciones.
En este caso nos adentraremos en un triángulo de amor y sexo, salpicado por las relaciones de alrededor.
Bien narrado y bien interpretado por parte del equipo, pero nos vemos envueltos otra vez en una pesadez de trama, donde los minutos pasan lentamente.
Después de una hora y media volvemos a ver el comportamiento Pialat en muchas escenas.
El filme hubiera sido un mediometraje estupendo.

210/16(29/08/08) Pretende ser una crítica a la sociedad de principios de los 80 y a mi lo que me ha parecido ha sido un tostón, con personajes incomprensibles, que no entiendes sus motivaciones. El argumento va de una mujer, Nelly (Isabelle Hupert), que abandona a su marido (Guy Marchand) por el vago expresidiario Loulou (Gerard Depardie), pero que aun así sigue acostandose con su ex a escondidas sin saber nunca porque, para mi todo es un sinsentido. Con diálogos subidos de tono, algún que otro destape, se va sucediendo el film, dirigiendose no se sabe a donde. Lo mejor sin duda es Depardie, encantador seductor, lo borda, se mueve como el principe de la ciudad. Recomendable a los amantes de dramas sórdidos. Fuerza y honor!!!