Breeder

No es de extrañar encontrarnos en Breeder con un mad doctor, en este caso femenino. Y digo esto por la obsesión de los países nórdicos en preservar la raza llegando al extremo de realizar algo que podríamos llamar experimentos médicos, como aquel que se llevó a cabo en Suecia, aunque también en Finlandia, Noruega y Dinamarca, de la esterilización generalizada de habitantes que podrían transmitir enfermedades mentales o físicas, aunque también se realizó en personas de etnia gitana y de ciudadanos autóctonos como los lapones. Tampoco penséis que tengamos que remontarnos una eternidad, todo esto acabó a mediados de los años noventa del siglo pasado.

La historia que se nos cuenta en esta cinta danesa es sumamente atractiva, ya que toca de soslayo aquello que los viejos alquimistas buscaban sin cesar: el elixir de la eterna juventud. Evidentemente en la película no se utilizan pócimas mágicas, se usan otros elementos digamos que más directos.

La doctora Isabel Ruben es una científica no muy cuerda, que utiliza para sus espantosos experimentos a mujeres jóvenes. Su objetivo es revertir el proceso de envejecimiento, con lo cual calcula hacer una inmensa fortuna. Mia es la esposa del socio de la Dra. Ruben, la cual se atreve a investigar los hechos, quedando atrapada y torturada en un lugar bastante siniestro.

Está claro que de la mezcla de una mad doctor con el más crudo survival saldría algo truculento y salvaje. La primera parte del film no lo parece, más bien se asemeja a un thriller oscuro de aquellos que tan bien tocan los nórdicos. A partir de entonces, el desenfreno total, como si nos dejáramos un grifo abierto a todo caudal.

Jens Dahl, en este su segundo film en el formato largo, deja de lado el trabajo de guionista, por el que es conocido, para centrarse en la dirección. En esta ocasión deja la escritura a Sissel Dalsgaard Thomsen, que se estrena, por suerte para nosotros, en el largometraje, creando una historia alucinante y llena de matices. El director sabe recoger el guante para ofrecernos una cinta que podríamos definir como brutal. A medida que pasan los minutos, en esa segunda parte, nos vamos preguntando si la cosa irá a más. Para nuestro regocijo es así, sucediéndose toda una serie de atrocidades que hacen que nos frotemos los ojos para acabárnoslo de creer.

A pesar de estar rodada de manera seria, es decir sin ninguna pizca de humor, no es una película fría, al contrario, los personajes que aparecen son presentados cálidamente, incluso los malvados o como queráis llamarles. Esto la hace más cercana y también más terrorífica ya que llegas a creer que lo que explica puede pasar en realidad.

Sara Hjort Ditlevsen (Borgman) encabeza el reparto en el papel de Mia haciendo una gran interpretación de una heroína que por momentos parece sobrepasada por los acontecimientos. Le secunda Anders Heinrichsen como su esposo. La tercera en discordia, y en el papel de doctora loca tenemos a Signe Egholm Olsen. En papeles menores, aunque meritorios, tenemos a un gran Morten Holst y a Eeva Putro.

Breeder es una película que no os podéis perder, tanto si sois seguidores del terror como si no lo sois. Os pondrá los pelos de punta, lo cual no está nada mal viendo cómo está el patio en nuestro género favorito.

https://www.terrorweekend.com/2020/10/breeder-review.html

Breeder es un film injustificable y moralmente deleznable. No aporta nada al género más que una reiteración de clichés y gore gratuito.

Partiendo de una premisa que podría haber dado lugar a un film en la línea de Cronemberg (mad Doctor que pretende la eterna juventud a partir de material extraído de bebés), el film enseguida deriva en un torture-porn que potencia el asco (sangre, saliva y fluidos corporales). El guión desarrolla una dinámica de rape-revenge en un guión, tan endeble como moralmente discutible, que le aleja de una supuesta sororidad femenina.

Tan pobre como contradictorio, el film abunda en clichés (alargar la muerte del villano más allá de lo verosímil, etc...) y es la muestra de que la presencia femenina de directoras en el género fantástico (que tan buenos films nos ha dado, The Babadook (2014) o Raw (2016) o Prevenge (2017)) no es necesariamente una garantía de renovación o calidad (véase la también lamentable The Stylist (2020)).

En definitiva, mejor no perder el tiempo en propuestas lamentables como esta.

Survival movie danesa que es el segundo largometraje de su director, tras el thriller 3 Things (2017), y que está protagonizada por Sara Hjort Ditlevsen (El Secuestro de Daniel Rye, 2019), y Anders Heinrichsen (Blood Machines (2019).

Una empresa de productos de salud y belleza está secuestrando chicas jóvenes para experimentar con el ADN de sus bebés y obtener un tratamiento que permita revertir el proceso de envejecimiento. Cuando Mia se dispone a investigar este asunto es atrapada por la red de esta granja humana.

La película empieza de forma que parece más el típico thriller oscuro nórdico que una película de terror, para, a partir de un momento muy concreto, cambiar bruscamente de estilo, hacia el ya mencionado survival. La protagonista está muy bien interpretada por una contenida Sara Hjort Ditlevsen, y la mad doctor de turno  cumple su cometido, ofreciendo un personaje inquietante que cumple como antagonista para el largometraje. El principal problema de esta película radica en una falta de originalidad, patente especialmente en su segunda mitad, cuando todo nos recordará a muchas películas mejores, además de un gore en el que no se ha llegado a pisar el acelerador en ningún momento, aunque algunas escenas sí resulten impactantes.

Breeder es una propuesta con bastantes lagunas, pero que sobre su trama falta de originalidad, ofrece los suficientes elementos como para que al menos resulte lo suficientemente entretenida.

Nota personal 6/10