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Louisiana Story

Drama Napoleón es un joven cajún vive en medio de los animales en los pantanos de Louisiana. Su salvaje universo se verá conmocionado por la llegada de un equipo de perforación que trabaja para una campañía petrolera. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
7 de mayo de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace muchos años coincidieron a la misma hora en distintos canales de Tv La parada de los monstruos y Louisiana Story. Aunque mi intención era ver la de los freaks, dejé un rato la de Flaherty. Y no pude cambiar de canal. Me cautivó el lirismo, la belleza del paisaje, la fotografía, la música y los lugareños. Era una experiencia única preferible a la sordidez del otro filme, obra maestra de lo suyo.
Al día siguiente, mis compañeros de estudio me preguntaron si había visto la película del día anterior. ¿louisiana story? No, me dijeron, sino la de los freaks. Nadie vio el filme de Flaherty, prefirieron el morbo bien realizado. Pero yo fui feliz viendo el inconmensurable talento del creador de los documentales, el inigualable Robert J. Flaherty.
Quinto Sertorio
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14 de julio de 2008
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
170/13(09/07/08) Bella cinta semidocumental. El gran documentalista Robert J. Flaherty acepto el patrocinio de la Standard Oil para rodar un film sobre la búsqueda de petróleo en los pantanos de Louisiana, de este modo Flaherty se pone al servicio de la compañia petrolera y la muestra como una fuerza benigna que causa daño alguno a aquel paraje salvaje de gran belleza. Toda la historia se nos muestra desde los ojos de un niño de 12 años, Joseph Boudreaux, niño que se mueve por los pantanos como si de un lugar mágico se tratase, donde la torre de prospección se alza majestuosa por encima del paisaje como si un sitio mítico fuera. Los diálogos estan reducidos a la mínima expresión, en parte poque el director trabajo con lugareños, actores no profesionales, Flaherty intenta plasmar toda su fuerza en las imágenes líricas, acompañadas de una preciosa banda sonóra de Virgil Thompson, banda sonóra que gano el pulitzer, premio por primera vez concedido a una música. En "Louisiana story", como entodos sus mejores trabajos, Flaherty celebra la belleza, el pelígro y la fascinación por los lugares salvajes. Recomendable a los amantes de imágenes llenas de poesia. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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3 de diciembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de ficción, que quiere ser como un documental. Narra la vida de una familia cajún y como llega una planta perforadora. Y como influye en eso en sus vidas.

Los actores son nativos, con lo que gana en autenticidad, aunque se nota que están actuando sobre algo que no es "normal" para ellos.

A mí no me ha gustado mucho, ya que tampoco encuentro interés en esta historia que al fin y al cabo no narra nada, y por lo que he leído fue un encargo por una empresa de perforación, quizás para limpiar un poco la imagen o para ganar adeptos para que las perforaciones las pudieran hacer, vete a saber...
edugrn
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8 de diciembre de 2016
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Al padre del documental en general y del documental de ficción y a su mujer Frances como escritora aún le quedaban algunos cartuchos en su recamara artística apenas tres años antes del fallecimiento de ambos en el 51.
Frances fue nominada al Oscar como guionista con este encargo de la compañía petrolera Standard Oil y Flaherty se llevó el premio al mejor documental en el 50 con "El Titán: La historia de Miguel Ángel".
En la cinta que nos ocupa la ficción engulle en su totalidad al documental, aunque el maestro se las ingenia para "echar un vistazo" lleno de lirismo al laberíntico mundo de los pantanos de Louisiana y rodar unos cuantos metros de celuloide a la vida y su belleza siempre en salvaje equilibrio donde el ser humano, en este caso un chaval de la etnia cajún (descendientes de franceses) habita con su familia. La fotografía de Richard Leacock en blanco y negro es tan buena como la banda sonora inspirada en la cultura cajún de Virgil Thomson, quien a la postre marcaría un hito siendo la primera premiada con el premio Pulitzer.
Actores no profesionales, como es habitual en Flaherty, soportan los escasos diálogos y presencia que se centra en el chaval y su mirada complaciente con "el progreso" que llama a su puerta y los buenos petroleros que darán beneficio a su familia. Petroleros que asumen los riesgos de su trabajo con profesionalidad y alegría.
La ingenuidad, suponemos que forzada de Flaherty, aunque él era ingeniero de minas, hace que la contaminación medioambiental y el accidente que se produce en la torre de extracción desaparezcan o apenas queden en el capitulo de las anécdotas. Hay también un simpático mapache y un temible cocodrilo.Todos al servicio de la Standard Oil.
ELZIETE
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