Trampa-22 (Miniserie de TV)

Quienquiera que haya leído la magnífica y feroz sátira antibelicista de Joseph Heller, comprenderá que cualquier adaptación de la misma resulta una tarea titánica. Mike Nichols lo intentó en los 70 con desigual fortuna, y ahora Luke Davies, David Michôd y toda una plétora de estrellas y de magníficos actores y directores han logrado poner al alcance de los telespectadores una versión más acertada, más espiritualmente afín a la obra maestra de Heller que la de su precedente fílmico.

Y lo es porque, aunque el humor absurdo, casi surrealista, de Nichols se asemeja bastante al que impregna el libro, sin duda el alegato en contra de las guerras, de cualquier guerra, es lo que ha de primar sobre cualquier otra cosa si se pretende acercarse a la auténtica alma de Catch-22. Y es precisamente en eso en lo que esta adaptación brilla: mandos incompetentes, preocupados por cómo desfila la tropa y no porque esta regrese viva a su hogar algún día; soldados enloqueciendo, matando por error o por placer a camaradas e inocentes; médicos y capellanes que, aunque comprenden perfectamente el despropósito en el que se encuentran inmersos, se ven absolutamente impotentes para combatirlo; «emprendedores» que utilizan la guerra para medrar y enriquecerse a costa del sufrimiento de sus congéneres; y también algunos (pocos) hombres cuerdos que simplemente tratan de escapar a toda costa de tanta y tan peligrosa necedad. La atmósfera grotesca, esperpéntica, kafkiana y desesperada que permea la serie se encuentra al servicio de esta crítica visceral, y alcanza su clímax en la protesta final de su protagonista, tan fútil como valiente, tan absurda como auténtica.

Y todo ello, no lo olvidemos, en el marco de la II Guerra Mundial, la última «guerra justa» librada por los Estados Unidos, cuyo halo mitológico casi, casi nos ha hecho olvidar que en ella los «buenos» cometieron también un buen cupo de atrocidades (las bombas incendiarias que arrasaron Tokyo, el atroz bombardeo de Nuremberg y, por supuesto, la destrucción atómica que segó vidas sin cuento en Hiroshima y Nagasaki, por citar solo algunos de los ejemplos más conocidos); y es que, al fin y a la postre, nunca debemos olvidar el mensaje de Heller: que tildar a una guerra de justa es como llamar a la locura razonable, y que, al mitificar ciertos hechos deleznables, abrimos el camino para que vuelvan a ocurrir.

Patente parodia de un drama bélico donde los pilotos de los bombarderos tenía uno de los índice más altos de bajas, sino el mayor, durante la Segunda Guerra Mundial, sólo superado por las víctimas civiles que dieron fin a la misma tras el lanzamiento de sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

No lograba discernir el porqué del título de la serie, "Trampa 22", y es muy sencillo, hay que estar locos para realizar las misiones de bombardeo necesarias para licenciarse, misiones que les subían aleatoriamente, al parecer, en virtud de espurios motivos.

Los que intentaban dejar de bombardear alegando fatiga de combate, miedo insuperable, o cualquier otra causa, incluida la baja por haberse vuelto loco, automáticamente se le aplicaba la Trampa 22, esto es, que el que la alegaba había recuperado la cordura al darse cuenta de la locura que era bombardear.

La pescadilla que se muerde la cola.

Gran fotografía, y como casi todas las películas y series bélicas, un lujo, aunque aquí el mensaje antibelicista nos llega a través de gags en los que puedes partirte de risa contrastando con la dureza y el miedo con el que vivían perpetuamente las dotaciones de los bombarderos con ese número de misiones aleatorias a las que nunca llegaban y que tenían como único objetivo para sobrevivir.

Interesante, 6.

Cansado ya de tantas adaptaciones mediocres, o simplemente nefastas, de buenas novelas, esta me parece en todos los aspectos una serie excelente: dirección, guión adaptado, casting, fotografía y producción en líneas generales. Perfectamente podría ser una producción de HBO ya que está Paramount detrás de esta serie.
La novela explica la sinrazón de la guerra y la trampa que la USAF jugaba a sus pilotos y bombarderos experimentados en el supuesto número de misiones que debían realizar antes de licenciarse. El libro y la serie recogen perfectamente ese espíritu de desesperación e impotencia que, fácilmente, se torna en comedia, o tragicomedia mejor dicho.
Para eso, George Clooney, Hugh Laurie y Kyle Chandler, aunque el personaje que aguanta la serie con una gran interpretación de Yossarian es Christopher Abbott.
Para quien busque una serie bélica de acción y épica a lo Band Of Brothers, etc.., quizá le gustará otra cosa (aunque acción tiene). Esta serie tiene que encuadrarse en lo que es: tragicomedia antibelicista. Y es ahí donde me parece una serie brillante que, en mi opinión, debería aparecer en los catálogos de otras plataformas streaming más allá de Hulu.

Es una serie que se puede ver, es corta apenas seis episodios de poco más de cuarenta minutos, pero poco más. Como adaptación al libro, pues eso, una adaptación más o menos satisfactoria que ni quita ni pone. Así como recomendaría el libro entre mis lecturas pues no haría lo mismo con esta serie.

¿Que si se puede ver? Desde luego, hay detalles muy interesantes como la sensación de indefensión en el bombardero o la aleatoriedad de la vida y la muerte, el absurdo detrás de las grande decisiones bélicas, el sinsentido de nuestras acciones,..Y desde luego la fotografía y el esmero que se pone en cada plano es digno de mención, así como la música que lo inunda todo.

Quizá estamos llegando al final de la etapa dorada de las series y empezamos la desescalada de la mediocridad, porque cada vez cuesta más encontrar una más allá de interesante (y eso siendo muy benévolo).

Como critica a la guerra y sus malas artes desde un punto de exageración total esta muy bien. Así, todo es muy evidente y no hay que pensar mucho, pues a los espectadores cada día se les trata mas como idiotas descerebrados que no tengan que pensar mucho, no sea que no entiendan de que va la película y sobre todo que consuman mucho y rápido. El mensaje, aparte del drama: Guerra mala, militares peores y mucho buitre alrededor.

Los personajes son planos, totalmente faltos de profundidad. Aunque los principales son pocos, podrían haberles sacado muchísimo mas jugo, con los 6 capítulos de cuarenta y pico minutos que tiene cada uno. Tanto George Clooney como Hugh Laurie están como gancho y poco mas, pues sus apariciones son escasas e innecesarias. Clooney se arrepentirá de haber hecho esta actuación, seguro. Para mi, se salvan el personaje principal, el "empresario" y poco mas. No se le coge cariño a ningun personaje ni tampoco nos podemos identificar con ninguno, por lo menos las personas normales.
La historia, hilada a través del personaje principal, es mas simple que el mecanismo de un chupete. No he leído el libro y espero que sea mucho mejor que este desastre de adaptación que lo único que tiene bueno es la fotografía, las localizaciones y la puesta en escena, que es bastante creíble.
La música usada para recalcar el dramatismo de algunas escenas es una especie de pegote y no queda bien.
Veo como genero comedia dramática, entre otros. Drama mucho, comedia poca y sin gracia. 3 risas contadas en los 6 capítulos. Veo que también pone como genero II Guerra Mundial, pero debería poner también ficción, pues varias cosas que pasan son totalmente irreales. Totalmente.
Al verla, me ha recordado en muchas cosas a MASH, aunque sean de guerras diferentes, pues hay varios personajes clave y situaciones parecidas. No le llega a la suela de los zapatos y los personajes tampoco.

Para pasar un rato con un drama en una tarde de domingo (6 domingos) a elegir entre esto o una siesta no es mala idea, pues no da para mucho. Por mi hubiese sido interesante como película, pero no como mini-serie, pues cada capitulo, aunque tenga un trozo de historia bien definido, es insulso y falto de emoción real, lento y sin clímax que te deje en algunos momentos muy impresionado, como debería ser una película bélica de aviadores que se enfrentan a la muerte todos los días. Le pongo un 4 porque no es mala y esta correctamente ejecutada, técnicamente hablando, pero poco mas y es totalmente olvidable. Tal vez se merece mas un 3, pero comparándola con películas de 3 me metería en categoría de serie B y esto no lo es. Yo la definiria como mediocre.

Para acabar, alucino totalmente con la altísima nota (6,6) y todas las maravillosas criticas de los profesionales (de espectadores, de momento soy el primero). No entiendo nada. Cualquiera que haya visto películas o series de guerra la pondría como de las malillas. Porque hay muchas y muy buenas. Y esta no lo es. Yo la estoy comparando con pelis y series de los años 50-70, tampoco pido mucho ¿Acaso el Siglo XXI habrá descerebrado también a los críticos profesionales? ¿Se estará volviendo idiota el mundo entero como norma? ¿Estaremos en camino a Idiocracy? (Se que lo estamos, pero esta serie con sus criticas me lo deja dolorosamente claro)