Haz click aquí para copiar la URL

Oro maldito

Western Jacon ”Dutch” Waltz pretende recuperar veinte millones de dólares que están escondidos en una mina abandonada, que era propiedad de su abuelo. Sin embargo, según una leyenda, de la que Jacon hace caso omiso, caerá una maldición sobre quien pretenda recuperarlo. La posibilidad de obtener tan pingüe botín despierta la ambición de Julia Thomas, que intenta seducir a Jacon. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
31 de mayo de 2009
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La ambición sobre el oro ha sido llevada a la pantalla en películas como El tesoro de sierra madre, El oro de Mackenna, Cielo amarillo, en donde las amistades y pactos quedan rotos por la ambición, llegando consecuencias trágicas, Lust for gold, traduciendo el titulo al español seria algo así como la Lujuria por el oro, estaría dentro de las caracterices de las películas antes citadas, donde la ambición es el eje que mueve a los personajes, produciéndose traiciones y desconfianzas entre ellos.

Película dirigida por S. Sylvan Simon, y protagonizada por Glenn Ford e Ida Lupino, la historia se inicia en el presente (1948), cuando Barry Storm ( William Prince) quien es el nieto de Jacob 'Dutch' Walz (Glenn Ford), llega al pueblo para conocer sobre su pasado y sobretodo de su abuelo, se produce el asesinato de un viajero, siendo informado que se han producido varios asesinatos, debido a la búsqueda de una mina de oro que pertenecía a Jacob Walz, intrigado de este hecho decide investigar más sobre la mina de oro.

La película es narrada con un largo flashback, que nos presentara la vida de Jacob Walz, quien no es bien visto por los demás miembros del pueblo al ser un inmigrante, y más aun, cuando descubre la mina de oro, por lo que tendrá que eludir a los pueblerinos par que no descubran donde se ubica su mina, pero Walz se enamora de Julia Thomas (Ida Lupino), casada con Pete Thomas (Gig Young), pero no impedirá que inicien un romance, siendo Pete el blanco de las bromas del pueblo.

También está la historia sobre la investigación policial de los asesinatos que es contada paralelamente, ya ambas guardan relación, además que Barry Storm, es atrapado por la fiebre del oro, por lo que su vida se encontrará en peligro.

Es un western que muestra el lado oscuro del ser humano, narrada con un buen ritmo, contando las historias de manera alternada, con una gran final , en donde las ambiciones y sueños, es mejor dejarlos de lado, porque se puede convertir en nuestra perdición, una buena película por descubrir.
dylan thomas
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de mayo de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arranca en la década de 1940 (año de producción de la película), mostrándonos a Barry Storm (William Prince), el joven nieto de un viejo pionero del Salvaje Oeste conocido como, Jacob 'El holandés perdido' Walz, que se dice encontró allá por 1880 una mina de oro en una abrupta cadena montañosa del estado de Arizona conocida por "Superstition Mountain", nieto que vemos siguiendo por dichas montañas a un individuo al cual ve caer abatido de un disparo de rifle sin ver al tirador, y asustado se dirige al pueblo a denunciar el hecho ante sheriff (Paul Ford) y ayudantes (Edgar Buchanan y Will Geer).

Con esta trama que abre y cierra la película y que ya de por si da para un buen thriller contemporáneo, y el largo flashback encerrado entre la misma resultante de la recreación de los hechos sucedidos hace mas de 50 años con el abuelo Jacob (Glenn Ford) utilizando rastreros y sangrientos métodos para hacerse con el oro y no dejar a nadie vivo que pueda saber su emplazamiento, y los violentos sucesos devenientes de enfebrecidas codicias humanas por el dorado metal, con panadera arribista y sin escrúpulos (Ida Lupino) y marido (Gig Young) comiéndole los demonios por adulteras y consentidas complicidades con ella, cuya historia y desarrollo hermana con el mejor western noir, retomo, con estas 2 tramas conectadas en el personaje del nieto, y lo intemporal de la avaricia, codicia y lujuria cuando se supone hay una mina de oro a encontrar de por medio, uno de esos fiables artesanos del viejo Hollywood llamado S. Sylvan Simon (parece ser que reemplazando a un George Marshall que se retiro – no se las causas - del proyecto), rueda un año después de esa absoluta referencia cuando hablamos de fiebre del oro, "El tesoro de Sierra Madre 1948" de John Houston, un intenso y entretenido thriller noir de serie B sazonado del mejor western, en el que además de una excelente fotografía del gran Archie Stout (segunda unidad en "El hombre tranquilo 1952" y a mi juicio uno de los hombres que mejor sabían fotografiar grandes espacios abiertos), mostrando en un excelente blanco y negro las escenas de montaña (rodadas en la autentica "Superstition Mountain" de Arizona), de reflejar una cruel atmósfera presidida por la codicia en la que ninguno de los personajes principales podríamos definir como altruista (hasta el sheriff utilizando al nieto para desenmascarar a su sospechoso se comporta de manera turbia), y de lo excelente de su clímax final en la trama de 1880 (terremotos en alta montaña muy bien filmados, indios salvajes masacrando como si no costara, y bajas e interesadas pasiones sazonando todo ello), tenemos un casting realmente sembrado, desde un Glenn Ford interpretando uno de los papeles más crueles y salvaje de su carrera, hasta todos y cada uno del resto del casting, todos contribuyen a hacer de esta buena serie B una de esas escondidas joyitas de obligada visión.

Sigue en spoiler por falta de espacio:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
tiznao
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7 de octubre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha gustado mucho este film del Oeste, que enlaza muy bien la parte situada en el presente, el de 1949, claro, con la parte situada a fines del siglo XIX. Es un "western" que realza sus componentes de leyenda, de cuento, de fábula para adultos, si se quiere, y en eso y en su narración en dos tiempos, el presente y el pasado, recuerda a un título posterior del género como "Noche de violencia" (Ride Beyond Vengeance, 1966), de Bernard McEveety.

Glenn Ford, en el papel de un buscador de oro de origen alemán, compone un estupendo personaje, bastante malo, si bien los personajes de Ida Lupino y Gig Young no se quedan atrás en maldad. La escena en la que Ida Lupino se arrastra y se humilla ante un frío Glenn Ford, en la montaña Superstition, debería estar en todas las antologías del "western" estadounidense. En el plano de la acción situada en 1949, Will Geer y William Prince desempeñan muy bien también sus respectivos papeles.

Este largometraje, el último dirigido por S. Sylvan Simon, es una obra peculiar, que da una visión diferente y original de la mitología del Oeste. Ver a Lupino y a Ford chapurrear el alemán no tiene precio, y además son dos grandes actores. La presencia de inmigrantes -el personaje de Ford, así como un chino- es curiosa, y aunque hay detalles que no concuerdan (los Hermanos Peralta son primero españoles, y luego mexicanos) se pueden pasar por alto, en un conjunto en el que el "western" adquiere tintes de cine negro.
Pedro Triguero_Lizana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de agosto de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mira que me encanta el western en todas sus versiones. Historias lights, duras, de bailes, de aventuras, de comedias, pero ver suspense en este género...me ha molado y mucho.

S.Sylvan Simon aprovecha esa época dorado donde los americanos sobretodo y también mucha gente de otras nacionalidades, querían jugar a hacerse rico bajo la fiebre del oro. El sueño americano. Fueron muchas las excursiones e incursiones en este campo. Todo valía, muchos sueños, muchos sudores y muchas muertes sobretodo. Y como no, grandes decepciones que dieron al traste con una vida sobrada de comodidades.

Pues partiendo de esta base, nos relata una historia muy entretenida desde el mismo principio, donde aparece un chico con la intención de descubrir el oro enterrado de su difunto abuelo, apodado "el holandés", el problema es que después de tanto tiempo, apenas quedan registros, datos o señales de donde pueda estar escondido. Y a estas alturas la gente piensa más en una especie de cuento, que en una realidad. Para ello el director tirará de flash-back y nos llevará al más lejano oeste, donde el abuelo del chaval Jacob Walz nos llevará por esos caminos de piedras y polvo y nos sacará de dudas en cuanto a si existió alguna vez ese tesoro. Siempre por supuesto acompañado por la fémina de turno, en este caso la guapísima Ida Lupino.
THE CROW
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de agosto de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
Las montañas de la Superstición, las Supersticiones o la sierra de la Espuma como la llamaban los españoles, están situadas en las inmediaciones de Phoenix (Arizona) y cuentan con la leyenda de la Mina de oro del Holandés errante y con el popular cañón Peralta.
Y atraído por la leyenda acude Barry Storm (Prince) a tiempo de contemplar uno de los misteriosos asesinatos que sufren los osados buscadores del oro.
En una larguísima narración nos contarán las peripecias de los hermanos Peralta, los españoles que encontraron la mina, Cochise y los apaches que los aniquilaron y sepultaron el oro, y su redescubrimiento por Jacob Walz (Ford), el holandés aventurero que se enamorará perdidamente de Julia Thomas (Lupino).
Es precisamente ella el personaje más interesante de la cinta. Se trata de una enigmática y bella mujer frustrada en su matrimonio y en su vida personal, y frustrada profesionalmente al ejercer de panadera pese a sus estudios de bachillerato. "La fiebre del oro" que prende inmediatamente en toda la población, en su caso lo hace con astucia e ingenio.
Estamos ante western tardío tocado de drama, en el que el paisaje de las propias montañas de la Superstición juegan un papel muy importante. Hay asimismo algún que otro toque policial y de melodrama.
Excelente el enfrentamiento de la pareja de enamorados en la boca de la mina, donde interviene trágicamente la duda entre la sinceridad de los sentimientos y la "fiebre" del oro que padecen.
El guion adolece de largos comentarios explicativos que lastran el ritmo de la obra. La superposición de la narración de la historia con las pesquisas policiales hace que el espectador se pierda un poco.
Buenas interpretaciones en general. Muy guapa Lupino.
Western original e interesante que merece una oportunidad. No sean supersticiosos.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow