Charlie's Country

Un film, con todo lo bueno del cine, actores, producción, dirección, fotografía...pero lo mas genuino, es este gran personaje principal,, lleno de risas y tristezas, y controversias, realmente una critica social para la sociedad Australiana, que nos recuerda, nuestros aborígenes tienen tanto derecho como cualquiera y tal vez mas.....
también es el País de Charlie.

Muy atractivo drama australiano sobre comunidades aborígenes oprimidas por la supuesta modernidad que debería llevarles bienestar pero que invade sus costumbres y territorios. Fantástica interpretación de David Gulpilil.
El director y coguionista Rolf de Heer edifica un relato sencillo pero profundo sobre como el mundo moderno se entromete en la vida de las comunidades ancestrales, trastocando sus culturas y modificando sus costumbres. Entremezclando la ficción con una estética documental, no se priva de posarse con sus críticas evitando una óptica panfletaria.
La historia se mete en la vida de Charlie (David Gulpilil), un veterano aborigen que vive a en una reserva donde el hombre blanco invadió sus territorios y muchos de los pobladores se fueron a los centros urbanos en la búsqueda de un trabajo que pueda permitirles escapar a la miseria.
El Estado les impone condiciones, les marca las reglas de convivencia y apenas si les entrega un subsidio que no les alcanza para el alimento; pero Charlie es un líder y cazador, no puede entregarse a la pérdida de su identidad y por eso resiste.
Inundados por el alcohol y las migajas que la sociedad “organizada” les tira, casi nadie acompaña a Charlie en sus pequeñas cruzadas, es por eso que decide vivir como antaño iniciando una legendaria aventura que lo convertirá en uno de los más sabios de su comunidad.
Con el premio al mejor actor para Gulpilil en la sección Un Certain Regard de Cannes, la propuesta de Rolf de Heer se presenta como un pulido y cuestionador relato de las comunidades aborígenes, todo basado en buenas actuaciones y bellísima fotografía.

Calificación Fanaseriecine: 7 ½ sobre 10

Charlie (David Gulpilil) es un indígena Yolngu del norte de Australia que debe hacer frente, junto con la gente de su comunidad, a los cambios que ha llevado el hombre blanco a su región. Un choque de civilizaciones entre los nativos y los blancos, donde es evidente quienes tienen la ventaja, ante gente que no pueden comprender muchas de las cosas que les proponen.

En la película, se puede observar a Charlie y sus desventuras en la comunidad, intentando aceptar estos cambios, socializando con sus pares y en conflicto con las autoridades. Harto de su situación, un día decide tomar sus pocas pertenencias y marcharse a vivir de forma primitiva en medio de la montaña, como es de esperar, las cosas no salen como esperaba.

Desde que este filme estuviera en el Festival de Cannes del año 2013, en su sección Un Certain Regard -donde por cierto, Gulpilil se llevó el reconocimiento a mejor actuación de dicha sección-, me generó mucho interés, esta idea de mostrar el enfrentamiento entre dos mundos, siendo este un problema que se ha mantenido desde el pasado y que continua existiendo hasta nuestros días.

El neerlandés-australiano Rolf de Heer es el encargado de la realización de esta obra, un director que a lo largo de su carrera ha mezclado géneros, pero también desde trabajos de corte más comercial a obras como esta, con una idea más artística y crítica. De hecho con Gulpilil ha trabajado en varios filmes, entre ellos Ten Canoes (2006) que ganó el premio del jurado en Un Certain Regard de Cannes.

Charlie's Country termina siendo una obra bastante sencilla, pero con un contenido muy significativo, respecto a la importancia de la preservación de estas culturas que en muchos casos son milenarias, aunque la voracidad del ser humano “civilizado” pareciera que tarde o temprano va a llevar a la perdida de todo esto. Cuanta Historia de la humanidad se perderá cuando mueran estas culturas.