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Everybody's Everything

Everybody's Everything
2019 Estados Unidos
Documental, Intervenciones de: Lil Peep
6,9
373
Documental Creando una mezcla única de punk, emo y trap, Lil Peep iniciaba un nuevo género musical cuando repentinamente murió de una sobredosis de drogas a los 21 años. Producido por Terrence Malick, Everybody’s Everything es un retrato íntimo y humanista que busca entender a un artista que intentó ser todo para todos.
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
14 de marzo de 2020
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El personaje y la narrativa

Por introducir mínimamente al personaje, Gustav, o Lil Peep, como prefiramos. Fue un trapero americano, con pasaporte sueco. Conocido por ser uno de los precursores de la corriente underground, emotrap, por la crudeza de sus letras y por su estilo único e inconfundible. Y digo fue, porque lamentablemente, hace ya más de 2 año que se dio noticia de su fallecimiento a la edad de 21 años. Una muerte que generó debate, y que en el documental se da buena muestra de ello.

Historia que es contada de forma lineal, desde los primeros años del joven artista hasta su temprano fallecimiento. El documental se estructura sobremanera por material muy casero, material de fans o material de amigos que nos muestran la parte más íntima del artista. Al final, tanto Sebastian como Ramez, han querido ahondar sobre la figura de Gus, no tanto de Lil Peep. Sobre la figura humana, no artística. Porque aunque muy relacionadas(al final las letras de Lil Peep eran parte de su ruptura personal), hay que saber diferenciarlas claramente.

El principal hilo conductor son las cartas que el abuelo de Gus (Jack Womack) escribía al joven. En ellas observamos las reflexiones de un tipo que ama a su nieto, y que intenta ayudarle a buscar el rumbo en su vida. Es el momento de sosiego que nos concede el documental ante tanto descontrol y que divide el largometraje. Estas notas reflexivas harán al espectador por momentos hacerse mil preguntas, pero en ocasiones llegarán a cortar abruptamente el ritmo desenfrenado del documental. En cierto momentos de manera tan brusca que llega a desconcertar al espectador.

*Lo pretencioso y las adicciones

El documental cuenta con muchos clichés, siempre engrandeciendo la figura de Gus hasta límites exasperantes (suele suceder con algunos personajes fallecidos), que hacen sacarte un poco del contenido y que se repiten de manera desorbitadamente continua. Y eso junto a la alarmante pérdida de ritmo en algunas partes, hacen perder mucho valor al documental. Pese a que como comentaré más adelante cuenta con ciertos puntos muy a favor.

La música que nos acompañará a lo largo del documental es obra de Lil Peep, que pese a su temprana muerte, dejó tanto una gran cantidad de obras, como un gran sello artístico y personal en la industria. Y eso se pretende mostrar con los testimonios. Era bueno en lo suyo. Y como era bueno hacía muchas giras, conciertos… lo que irremediablemente se acabó materializando en mucho estrés, nuevas relaciones tanto productivas como tóxicas, nuevas experiencias… y entre estas está el consumo desenfrenado de drogas. Se hizo adicto, y jamás pudo dejarlas. Algunos de los grandes temas de este documental, aparte de la figura del artista y todo lo que ella conlleva, son las drogas y la depresión. No es que el documental pretenda concienciar, simplemente te muestra los hechos como son. Que cada uno saque sus propias conclusiones.

*Los testimonios y el porqué

Lo que hace de este documental algo tan especial, es que los testimonios y relatos que se nos cuentan no son suposiciones o entrevistas a productores musicales. Si no a su propia familia, amigos, colaboradores… A su gente más cercana. Ha habido un trabajo encomiable de captación. Solo se echa en falta el testimonio del padre biológico de Gus, con el que el joven guardaba una relación pésima.

Una de las grandes dudas que nos surge a lo largo del relato y que precisamente es uno de los grandes interrogantes aún por resolver es, ¿no se pudo hacer algo más con su prematura muerte? ¿Nadie escuchó las letras del joven, o bien atendió sus comportamientos de drogadicción enfermizos? Es una duda que realmente el documental nos plantea. E incluso personajes importantes del mundo musical como JGRXXN llegan a decir en el propio documental que la gente miente acerca de su muerte, y que algo no encaja. El documental no se llega a extender mucho sobre el tema de lo controvertido del fallecimiento más que unos minutos, pero deja la duda en el aire para que el espectador reflexione.

*Conclusión

Everybody’s Everything es más que un aceptable documental, que cuenta con una cantidad de material y participantes impresionante, y que si hubiera contado a la par con una gran dirección habrían hecho de este uno de los grandes documentales musicales del año. Pero lamentablemente, no cuenta con una gran dirección, y el montaje en ciertos momentos se hace muy lento. Lo que irrevocablemente conlleva que el documental se vuelva excesivamente largo.

Pero a fin de cuentas, al que le guste la figura de Gus debe ver obligatoriamente el documental, porque va a encontrar material único. Y al que no conociera a Gus, también se lo recomiendo, porque va a descubrir un figura fundamental en la música underground, y va a poder ahondar en reflexiones fundamentales. Como ya dije, el documental no da nada por sentado, si no que te invita a sumarte a la deliberación. Por tanto, obviando detalles de dirección y montaje principalmente, el documental se deja ver muy gratamente.

Escrito por Diego Gómez Ortega
Cinemagavia
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5 de marzo de 2020
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace poco descubrí la existencia Lil Peep, leí sobre él y ese peculiar tweet antes de morir llamó mucho mi atención, creo que eso va a pasar a muchos, ya que con solo verlo van ha sentir esa intriga de saber mas de él y porque esa trágica muerte en el mejor auge de su carrera.

Lil Peep marco una tendencia que pocos artistas lo han hecho, salió de la nada y poco a poco fue abriéndose paso en el mundo de la música, creando un nuevo género musical, que para mi en lo personal no esta nada mal, se empezó a dar a conocer por sus depresivas letras, además de ser gran influencia para el consumo de drogas, ahí ya ves que algo no andaba bien con él, pero el documental te pone ciertas dudas. Lil Peep murió de sobredosis pero que la causó?, porque demoro tanto en llegar la ambulancia, porque todos los que le rodeaban no hicieron nada al respecto, incluida su madre, todos sabían que su vida pendía de un hilo, porque todos esos supuestos amigos no hicieron nada para impedirlo, y en lugar de ello, seguían distribuyendole drogas muy dañinas, fue solamente una sobredosis o algo más?

Grandioso documental que expone la vida de un músico distinto que marco tendencia en muchos adolescentes, no solamente por su música sino por su influencia en la moda, sus excesos y su bipolar personalidad que lle llevó a un trágico final, además su peculiar forma de vestir, sus tatuajes, sus peinados, hicieron que él sea un influencer en la moda contemporánea.
Javiji86
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6 de abril de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica no es imparcial porque, ayer, Lil Peep me robó (y rompió) el corazón.
El documental será una delicia para todos los amantes incondicionales a la música del joven de Pensilvania, pero, y sobretodo, a aquellos que (fans o no de Peep) nos sentimos, diré más, nacimos sin espacio en este mundo “fuera de lugar”.
Resumen: dulzura extraviada, futuros a la deriva. La música de Lil Peep es, nos guste o no, nuestra música –lo digo, especialmente, para los que odiarán el documental–. Sea como sea, bienvenidos a la crueldad de “lo real”. Dream is over – o quizá, solo para unos cuantos–.
Me explico: no pienses en un elefante rosa. No pienses en la ansiedad. No pienses en el futuro. Simplemente, sal de la habitación. Pero, ¿la habitación era real? No. Pero... ¿todo lo demás? Sí. ¿Te das cuenta? Intentaste escapar de una habitación que no existía para no tener que pensar en un elefante rosa; ...ansiedad, ¿dónde?; ...futuro, ¿cuál?.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mr_Mojo_Risin
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2 de julio de 2020
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El documental Everybody´s Everything (2019) retrata la breve vida del rapero estadounidense Lil Peep, que desarrolló su carrera entre sus 19 y 21 años hasta que murió por sobredosis de fentanilo y Xanax, un medicamento utilizado para tratar la ansiedad.

Por Nicolás Bianchi

La película documental que retrata la vida de Lil Peep está producida por su madre Liza Womack y el prestigioso director Terrence Malick, que es amigo del abuelo del rapero, Jack Womack, un profesor marxista de historia en Harvard. Rápidamente se puede trazar un paralelo con el film Amy (2015), que contó el ascenso, auge y caída de la cantante británica Amy Winehouse.

La diferencia es que aquí todo sucede más rápido. A comienzos de 2016 Lil Peep dio sus primeros shows en discos pequeñas (llamadas shitholes en el documental), alcanzó la fama, hizo una gira por Europa, tuvo miles de fans, éxitos, dinero, amigos, otra gira por Estados Unidos y murió de sobredosis a fines de 2017.

Narrativamente la construcción de la película es muy sólida. El abuelo intelectual del rapero lee unas cartas que periódicamente le envió, escritas a mano y en papel, que van dándole soporte al relato de los dos años furiosos de vida pública de Lil Peep. Las entrevistas se suceden e incluyen a sus familiares, amigos y colegas de los distintos grupos de raperos que integró. Ya solo ver a los distintos personajes de la escena del rap under de Los Ángeles podría ser un documental en sí mismo. Mientras tanto vemos la progresión de Lil Peep como artista y estrella. Del boliche a la gira, siempre rodeado por una troupe de amigos, vividores y las dos cosas al mismo tiempo.

En cuanto a lo cinematográfico el documental es un excelente ejemplo de narración. Hay un personaje principal, muchos secundarios, introducción, desarrollo y conclusión (o los tres actos de la narrativa clásica). El film dura dos horas y se sostiene perfectamente. El balance entre testimonios, música (se trata de un músico en definitiva) e información está bien, es balanceado.

Incluso el desenlace fatal se planta bien en el relato. Por un lado escuchamos un testimonio de uno de sus compañeros de trabajo que dice que el rapero en sus letras cuenta siempre la “verdad”, no “miente”, es un chico que “siente mucho y expresa lo que siente”. Luego presenciamos una de las presentaciones en la que escuchamos un fragmento de la canción 16 lines, que dice “16 lines of blow and i´m fine, break my bones but act as my spine” (algo así como ’16 líneas de merca y estoy bien, es mi columna aunque me rompa los huesos’). De ahí a la llamada al 911 solo falta un poco de tiempo.

Pero no todo es color de rosa, el preferido de Lil Peep para su ropa y cabello. Para quien no conoce la escena del rap probablemente se trate de un personaje desconocido, por lo que nadie tiene que saber quién fue, no alcanzó la fama mundial de Amy Winehouse. Por alguna razón la familia, quien en definitiva produjo el film, no incluye información certera ni sobre la bisexualidad del cantante ni sobre sus problemas psicológicos. Muy velozmente se da a entender que sufre períodos de angustia. La realidad es que estaba diagnosticado como bipolar y depresivo*. Y, al parecer, sus personas más cercanas no se preocuparon por él (¿Deberían haberlo hecho?) hasta que fue demasiado tarde.
El Golo Cine
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17 de abril de 2023
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El documental hace muy bien en no centrarse en el cómo murió Lil Peep sino en su vida y cómo afecto la muerte de Peep a su entorno y lo que significaba él como artista para todo lo que le rodeaba, tanto fans, como amigos y familia.

Quedarse en conspiraciones o buscarle explicaciones a su muerte es absurdo, Lil Peep era alguien depresivo y en el propio documental en el que recogen entrevistas de muchos medios muestran que la última gira que esta realizando le esta afectando más de la cuenta empeorando su ansiedad día tras día. A Gus no lo mata una persona como tal, lo mata la ansiedad, lo superficial de la fama, que empiecen a juntarse cada vez más personas a él por el dinero que produce como artista y no como persona y toda esa falsedad que le rodeaba hacia que se sintiese cada vez más solo a pesar de que cada vez hubiese más gente interesada en estar a su lado.
Era una muerte anunciada, no estaba bien consigo mismo.

Es muy humano este documental y muy emocional, Gus no era más que un chaval normal que se encerraba en su cuarto a jugar videojuegos para evadirse de sus problemas familiares y que seguramente en algún punto de su vida encontró que producir y crear música le llenaba el vacío existencial y era algo que le apasionaba. Lo que él no sabia es que se le iba a dar tan bien hacer canciones y que todo eso lo iba a llevar tan rápido al estrellato, una vez llega al punto más álgido de su carrera se da cuenta de que no es la vida que quiere pero ya no hay marcha atrás, ya no puede volver a ser ese chico que se encerraba en su habitación a jugar juegos y producir canciones por gusto y por vitalidad.

Hay momentos perturbadores durante el documental, uno de ellos es cuando habla uno de los hombres de negocio que tenia Lil Peep a su lado, empieza a comentar sobre lo mal que se encontraba Peep antes de un concierto por estar demasiado puesto de droga y cómo fue capaz de dar el concierto estando tan mal, lo menciona como si fuese algo heroico o de lo que estar orgulloso en vez de sentirse preocupado por la persona como tal. Gente así que no busca profundizar su relación más allá que para un tramite comercial donde puede ganar pasta es la que hizo que Gus se sintiese tan solo, era un crio en un mundo de tiburones financieros que no buscaban entender nada, tenían a su producto y lo estaban quemando y llevando a su antojo.

Es una historia muy triste pero increíble y muy recomendable de ver, dejar de lado lo superficial de ver a un chico lleno de tatuajes y que esta influenciado por el trap y otros estilos musicales que igual pueden no gustar a todos, para sobre todo quedarse con la persona, su influencia y entenderlo.
King195
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