Manódromo

Demasiada frustración para una historia tan desconcertante que se adentra con malicia en una caótica aflorando cualquier resquicio de tristeza por una crueldad incomprensible y fuera de toda lógica.
La impulsividad se vuelve previsible en un relato que quiere abarcar tantos géneros que no se encuentra en ninguno.
Eisenberg irrumpe con fuerza en los momentos más oportunos brindando una actuación repleta de ausencia y estímulos en un guión perdido desde el primer momento con la ambigüedad del personaje que no llega a encajar de ninguna manera.

Está bien, se deja ver muy bien y te mantiene en vilo la mayor parte de la película. No se anda con contemplaciones y va directo al grano, sin florituras. Es algo turbia, algo violenta, pero yo le hecho en falta algo más de mala leche, hubiera ganado mucho más. Actuaciones correctas, pero me ha gustado mucho Eisenberg, que no es de mi agrado, pero aquí se sale. Así, película recomendable, es algo diferente a lo que nos tienen acostumbrados. Interesante.

En 'Manodrome', Eisenberg interpreta a un conductor de Uber de miradas y comportamientos raros e impredecibles. A punto de ser padre y bastante a la deriva, se acaba uniendo a un grupo de sujetos (tan o más extraños que él) que defienden la masculinidad a toda costa, sacando a la luz su impulsividad más extrema.

La película funciona cuando recurre a la intriga y a un clima intenso, febril y retorcidamente perverso entre los participantes, pero a la vez pierde poder de enganche cuando explora situaciones de modo brusco, dando volantazos que, en su afán de impactar, hacen que uno quede algo atónito o decepcionado.

El bueno de Jesse cumple y el siempre sobrio Adrien Brody lo acompaña gratamente como una suerte de excéntrico gurú.

La obra dirigida por John Trengove intenta explicar algunos asuntos (casi fugazmente), mientras que en otros pareciera percibirse tan perdida como nuestro perturbado protagonista.

5 Alancitos Conductores de Uber a la deriva sobre 10

Creo que si hubiesen pagado un par de buenos y pragmáticos guionistas que revisen el guión (sobre todo los desenlaces...) estaríamos en presencia de una película para competir por los Oscars. Pero ese afán de tantos directores de, con una buena historia, darle unos giros tan desubicados que ni ellos los entienden, transforman fantásticas Ferraris en correctos y apacibles Fiats del montón. Sigue en zona spoliers...

Este es un interesante thriller psicológico que muestra una de las mejores actuaciones del casi siempre insípido Jesse Eisenberg. La trama gira en torno a la extraña presencia de Ralphie (Eisenberg), un raro personaje que tiene problemas de dinero, es conductor de Uber, tiene a su novia embarazada, es aficionado a la musculación y que ingresa en un momento crítico de su vida a una comunidad de hombres Mgtow (Men Going Their Own Way) liderada por "Father", el personaje de Adrien Brody.

La presentación y el desarrollo del personaje principal rememora productos como Nightcrawler o Taxi Driver. En efecto, puede decirse que estamos ante una cinta que quiere construir un personaje oscuro, perturbado, reprimido y psicológicamente difícil de descifrar. Su contacto con "Father" y los otros hombres serán el único apoyo emocional de un hombre que sufrió con el trauma del abandono.

La presencia de la comunidad de hombres Mgtow (hombres que por malas experiencias han decidido alejarse voluntariamente del relacionamiento con las mujeres) se quiere posicionar como una clara crítica a los valores de la masculinidad occidental, aunque en últimas esta idea de ridiculizar la (también válida) autonomía e independencia masculina fracasa rotundamente. Y es que lo que muestra el filme es la soledad del hombre y las dificultades para contar con apoyo en una sociedad donde se rechaza al hombre "débil". El suicidio, las drogas o la depresión suelen ser los caminos para miles de hombres que viven en silencio y soledad sus problemas emocionales.

La segunda mitad del filme se torna demasiado pretenciosa. Hay demasiadas subtramas que llevan a finales caóticos y absurdos. Ademas, no hay claridad si las llamativas actuaciones del protagonista van camino a la venganza o en cierta medida responden a una suerte de reivindicación/sanación con su pasado.

Aún así, considero que es una película fresca para estos tiempos. Uno de esos filmes que no dejan indiferente a nadie. Y que presenta una estética y un ritmo muy interesante, así como una trama que debería tomarse bastante en serio.