La escala (The Stopover)

Tras ganar el premio al mejor guión en la Sección Un Certain Regard del Festival de Cannes, llega a la cartelera española La Escala (Voir du pays), dirigida por las francesas Delphine Coulin y Muriel Coulin. La Escala está asada en la novela de Delphine, la cinta que ha participado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla recrea jornadas de terapia colectiva reales organizadas por el ejército francés en lugares idílicos. Estreno el 8 de septiembre.

Descompresión es el nombre que recibe el período de transición entre el campo de batalla en la guerra y la vuelta a casa. El repaso a lo que ha ocurrido durante los seis meses de misión termina convirtiéndose en una dura catarsis colectiva en la que los militares, recién aterrizados en Chipre tras sufrir las vicisitudes de la guerra en Afganistán, lejos de disfrutar de una escala agradable en un supuesto paraíso para el común de los turistas, acaban desquiciándose y mostrando lo peor de sí mismos.

Encerrados en el paraíso y siempre perseguidos por la férrea y dura disciplina militar, los miembros del ejército francés, obligados a olvidar lo vivido en la guerra para llegar a casa sin los malos recuerdos, sacan a relucir otra guerra, la de los emociones aletargadas en las almas y los corazones de seres humanos que finalmente explotan tras meses de servicio militar. Sus almas atormentadas por los recuerdos y las experiencias vividas en la guerra no pueden aliviarse ni con los bellos paisajes de la mediterránea isla, por lo que desgraciadamente el conflicto termina estallando como una bomba de relojería entre compañeros, pues se ven obligados a decirse lo que nunca antes se habían atrevido a decirse a la cara.

La Escala (Voir du Pays) es un film duro, una radiografía sin edulcorantes de cómo la guerra y la barbarie hacen pedazos el alma humana y, tras el visionado del film es cuando al espectador le asalta de nuevo una pregunta: con la cantidad de cosas hermosas de las que es capaz de hacer el ser humano, ¿de verdad es necesario condenar a los pueblos y sus gentes a transitar por todo lo que conlleva una siempre injusta guerra?.

Crítica escrita por Albert Bellés i Chorva : https://cinemagavia.es/pelicula-critica-la-escala/

La pareja de directoras formada por Delphine Coulin y Muriel Coulin nos presentan su segundo largometraje, después de su ópera prima “17 Filles” en la que 17 adolescentes se ponían de acuerdo para quedarse embarazadas a la vez. En esta ocasión nos traen “La escala”. La película obtuvo el premio al mejor guión de la sección (Un Certain Regaird) en el festival de Cine de Cannes del 2016.

Aquí nos cuentan la historia de dos amigas de la infancia que se reencuentran en el ejército de tierra, un universo casi exclusivamente masculino en el que sufren todo tipo de humillaciones. El grupo de soldados recién llegados de Afganistán, podrán descansar unos días un hotel de 5 estrellas en la isla de Chipre.
La misión principal que tiene que llevar a cabo en este lujoso hotel, es la de desintoxicarse de la guerra, y para ello utilizan una curiosa terapia de realidad virtual, para apoyar la curación de PTSS y sus consecuencias.

Durante la primera mitad de la película las directoras hacen un buen trabajo a este respecto, al demostrar que las decisiones en el campo de batalla que se consideraban buenas o al menos óptimas dadas las circunstancias, pueden ser consideradas malas por otros, por buenas razones en retrospectiva. Por supuesto, uno puede discutir si la terapia de grupo funciona bien. Vemos y oímos a varios de ellos manteniendo las apariencias.

A medida que van avanzando el metraje nos vamos dando cuenta que las secuelas que deja la guerra, son aún más fuerte en el mundo de la mujer, que siempre está en minoría. Con escenas de bailes, fiestas, sexo y violencia queda demostrada la gran opresión del entorno masculino hacia sus compañeras.

Las dos actrices protagonistas, Ariane Labed y Soko tiene unas actuaciones muy convincentes, rodeadas de un grupo de actores secundarios que reflejan muy bien el mundo de los militares.

Sin ser una película redonda, consigue su objetivo, con una buena dirección de actores y con un guion muy elaborado.

Lo mejor: Las dos actrices protagonistas
Lo peor: Le falta algo de acción

La historia de Stopover es simple,directa y honesta. Y tal vez por eso me ha gustado tanto esta película. Porque habla sin tapujos y sin pelos en la lengua de un tema que resulta difícil abordar.Y lo hace con total realismo y veracidad . Y es que aunque este mismo tema haya sido tratado en otras ocasiones, aquí resulta mas cercano y directo que en sus predecesoras.
Aurore y Marine son dos militares que van junto al resto de sus compañeros a pasar unos días en un hotel de lujo para participar en una cámara de descompresión y tratar de aliviar las terribles secuelas de la guerra. Como si se tratara de una terapia de desintoxicación de toda la violencia, el dolor, el sufrimiento, la agresividad, el estress y la ansiedad vivida. Sus superiores han decidido que compartir unos días libres con un montón de extranjeros borrachos que están disfrutando de sus vacaciones va a ser la mejor forma para aliviar todo el sufrimiento por lo vivido.
El choque es brutal. Las terapias reviven rencillas y heridas no cicatrizadas. Los sentimientos hasta entonces ocultos empiezan a renacer con fuerza y la bestia de la guerra aparece de nuevo. Esta vez entre escapadas nocturnas, sexo, alcohol y olvido mal disimulado.
Pero con ella no solo viene una oleada de viejos rencores y odios.
Aurore y Marine son las dos únicas militares de la campaña y soportaran todo tipo de humillaciones y vejaciones junto a una compañera enfermera.
Porque ser mujer y ser militar no es fácil. No es fácil hacer un trabajo que siempre se les ha adjudicado a los hombres, donde las mujeres son una gran minoría.
The Stopover nos habla de esas mujeres que se dejan la piel pero no consiguen obtener ni consideración ni respeto por sus compañeros. Que no las ven nunca como a un igual, a una compañera. Para los que son solo simples objetos sexuales con los que pasar el rato, que están fuera de lugar en todo momento.
Y esto sera tratado hasta las mas terribles consecuencias.

La cinta depura machismo por los cuatro costados. Justo al llegar al hotel un par de militares ven a las turistas en bañador y dicen: Venga hombre, hemos pasado de los burkas a los tangas.
Esa sera la primera frase machista de una larga serie que serán expuestas como si nada.

Y lo genial de la cinta que han creado Delphine Coulin y Muriel Coulin no es solo la critica hacia el machismo en el ejercito o la manera de tratar las heridas de la guerra y las secuelas que esta deja(que nunca se curan). Lo genial es que ese mismo machismo se puede examinar desde diferentes lupas de una forma aun si cabe mas global.


Lo dicho, cinta simple pero efectiva.
Muestra de que se puede hacer mucho con muy poco.
Y es que las mejores películas son películas como esta. Que invitan a la reflexión siendo esta reflexión terriblemente necesaria..




Porque que una película critique de forma tan efectiva lo terribles e innecesarias que son las guerras y la situación de machismo a la que se ve sometidas a las mujeres que deciden ser militares es para quitarse el sombrero.

Arrancando de una premisa argumental tan potente como original desde el punto de vista dramático (la estancia de una unidad de élite militar francesa en un complejo hotelero de lujo en Chipre, durante un fin de semana de 'descompresión', previa a su vuelta a su país, tras una campaña militar en Afganistán), esta cinta gala despliega dos líneas de conflicto temático en paralelo (las secuelas de la violencia en un contexto bélico de máxima tensión, por un lado; y la presencia de mujeres en unidades de combate, por otro) que, si bien no siempre mantienen el pulso y brío narrativos deseados, se sostienen con agilidad hasta un desenlace no por previsible, menos impactante en lo emocional. Para quienes gusten de un cine que, sin grandes exquisiteces formales, busca más la incitación a una reflexión sobre temas de calado (con especial incidencia en el tema del machismo, soterrado o no tanto, en entornos fuertemente masculinizados), se trata de una pieza de interés.

En su segundo largometraje los directores Muriel y Delphine han conseguido por lo menos algo más de tirada internacional, ya que son varios los países que han comprado está propuesta para exhibirla en sus cine.

La escala es un producto que nos cuentas las repercusiones y trastornos que pueden provocar la guerra a un grupo de militares. Pues bien una vez vista lo cierto es que a la película de falta mucha fuerza y energía.

Para empezar podemos decir que la cinta arranca bastante bien,poniéndonos en situación y mostrándonos una historia con un guión bastante interesante. El problema sobretodo radica en que la película no va evolucionando en su primea media hora ya podemos apreciar ciertos signos de estancamiento.

La historia se queda sin fuelle, y las situaciones en ciertos momentos nos pueden resultar demasiado preparadas para ocasionar interés, aunque en lugar de esto la película nos deja un poco indiferentes, le falta ritmo, gancho,energía y un poco más de acción, ya que el tema que toca da para mucho más que unas minivacaciones con un grupo de soldados liándola allá por donde pasan.

Por otro lado las interpretaciones tampoco son nada de otro mundo, bastantes justas todas ellas, demasiado preparadas para unos papales que aunque parece querer profundizar, lo cierto es que se queda en la capa más externa.

Como conclusión podemos decir que la película se queda en tierra de nadie, trata un tema interesante pero se queda estancada y no va más allá de dos o tres escenas realmente con mensaje.

Lo mejor: Su idea es buena
Lo Peor; Se queda sin recursos
Recomendada; No

@cineypunto