Son siete horas que alternan momentos desgarradores y divertidos, desde el punto de vista caleidoscópico de un grupo de marines en plena invasión de Irak. El descenso a los infiernos tiene varios puntos en común con Jarhead, de Sam Mendes, pero la supera en realismo y en amplitud de miras.
Manteniendo el estilo de la genial The Wire, Generation Kill dibuja un escenario bélico donde la la mítica "cadena de mando" y otros leitmotivs de su predecesora siguen muy vigentes.

En comparación con The Wire, a los personajes les falta algo de chispa y el interés de la trama es más intermitente. Sin embargo, una semana después de ver Generation kill se me siguen poniendo los pelos de punta con algunas escenas. En cuanto podáis, dadle duro. Sobre todo a los que os gusta Simon.

Mira que es fácil demostrar que la religión cristiana ha sido y es usada como una herramienta de control social y enriquecimiento... Pues no, tenía que seguir al pie de la letra un libro de esoterismo con 700 incoherencias escritas sin un mínimo de rigor histórico.

Es una lástima, porque luego, al hablar del sistema financiero y del 11-s, revela aspectos de nuestra forma de vida bastante más importantes. Pero la catarata de estupideces vertidas en la primera parte del docu resta credibilidad al conjunto.

Sus sorprendentes argumentos son narrados con ritmo y fuerza. Supongo que ésa ha sido la clave de su éxito. Pero hete aquí que Zeitgeist pretende ser un documental, no una peli de ficción. Y esta pretensión exige un trabajo de documentación mil veces más exhaustivo.

Así que eso, otro sermón surtido de grandes revelaciones. Unas tienen sentido, otras ninguno. Para intentar cambiar el mundo, hay que currárselo muuuuuuuuucho más.

Joyita de terror del bueno. Salpicado de sangre y guiños a clásicos del terror apocalíptico, se bebe de un trago. Esteticamente también está más currado que otros capítulos de la serie. No entiendo las malas críticas, la verdad. Para mí, uno de los mejores ratos que he pasado con Black Mirror.

Y por cierto... Ya estamos ahí: https://elpais.com/tecnologia/2020-05-11/spot-el-perro-robot-que-ayuda-a-mantener-la-distancia-de-seguridad-en-los-parques-de-singapur.html

Me había hecho ilusiones leyendo las aclamadoras críticas de los periodistas norteamericanos, y la verdad es que me ha defraudado un poco. La peli es una maravilla visual, a veces hipnótica, salpicada de los típicos toques macabros de Tim Burton y de otros momentos geniales. Además, Johnny Depp, Sacha Baron Carter, Alan Rickman y compañía lo bordan. Hasta aquí llega lo bueno.

Porque las canciones se hacen un poco coñazo, especialmente las de amor, que creía que me dormía. Y la trama, pues sí, original y siniestra, pero un tanto predecible.
Como pasa a veces en otras películas de Tim Burton, la fuerza visual de las imágenes es tremenda, pero la historia y el ritmo de la película son un tanto irregulares.
Aun así, recomendable.