Se llama Bond...James Bond. Empecé a interesarme por la saga basada en las novelas de Ian Fleming cuando estrenaron "Casino Royale" en 2006 y el nuevo 007 era Daniel Craig, estaba claro aquella película era como una especie de "reboot" al personaje debido a la baja mediocridad de "Muere otro día" (2002), último film con Pierce Brosnan en el papel del tío que tiene licencia para matar. "Casino Royale" y "Quantum of Solace"" estaban muy chulas, pero "Skyfall" supera con creces a las dos anteriores en cuanto a trama y a escenas de acción. Pero lo más sorprendente y escalofriante es la interpretación de Javier Bardem como el principal villano, un malo malísimo que tiene un oscuro pasado, una mente turbia y muchos ataques de locura...vamos, una actuación de Oscar; y en el tema de dirección artística, la combinación de tecnología de los últimos tiempos y la nostalgia clásica que sirve de homenaje a las primeras pelis de 007. La principal clave de este proyecto es el tono grave ensombrecido por el famoso lema de "los tiempos cambian" que se le ha dado a Bond en esta 23ª parte de la saga y 3ª parte con Craig, parecido al de Bruce Wayne en la trilogía de Nolan. Pero claro siempre mola el "opening" animado (que parece que lo haya hecho descendientes de Saul Bass) de cada peli de 007, igual que con la saga de "La Pantera Rosa" (ambas franquicias de Metro-Goldwyn-Mayer) y, sobre todo, me encanta el tema "Skyfall" de Adele vinculado a la intro.
Sam Mendes ("American Beauty", "Camino a la perdición" y "Revolutionary Road") se olvida de los aburridos tópicos de sus anteriores películas y nos trae esta delicia que combina acción, intriga y un poco de terror.

¡Feliz medio siglo, James Bond!

"Fantasía", tercer largometraje de la factoría Disney, es un ejercicio poderosamente visual e imaginativo para todos los animadores. Compuesto por ocho segmentos animados con interludios en acción real de una orquesta expuesta en sombras chinas, la película consiste en recrear partituras de música clásica por medio de imágenes e historias animadas (siendo mi preferida la de "El aprendiz de brujo"). Los principales inconvenientes que le veo a esta mágica obra es que es excesivamente larga, lo que la hace muy aburrida para el público infantil (incluso para el adulto), es que dos horas de metraje para una película animada de la época resulta cansada sobre todo si contiene alta dosis de animación abstracta y surrealista. En cuanto al apartado de logros en la cinta hay que hacer hincapié en los dibujos, la animación, la estructura del guión y en la aparición de Mickey Mouse. No es la mejor producción de Disney, pero es una película convencional y amable con la que se puede entretener un buen rato.

Otra maravilla cinematográfica proveniente del venerado cineasta de gran mandíbula. "Django" posee un ritmo frenético que no se tambalea en ningún momento de la trama en sus casi 3 horas de duración, ni siquiera en las escenas con tensión, puede que le sobre como unos 15 minutos de metraje porque se inmiscuye demasiado en tanta historia o leyenda o narraciones del pasado por personaje. Tarantino es siempre cuidadoso y elegante a la hora de describir a sus personajes y construir tramas y subtramas, eso lo lleva haciendo magníficamente desde los tiempos de "Reservoir Dogs". Christoph Waltz y DiCaprio hacen unas actuaciones impresionantes y tremendas como el cazarrecompensas King Schultz y el loco dueño de plantación Calvin Candie; Jamie Foxx no me sorprende en absoluto con su papel protagonista, ya que me parece el personaje más insulso de la película, y Samuel L. Jackson, que siempre me ha parecido un gran actor y tiene buenos personajes en los anteriores trabajos de Quentin, no me ha gustado su papel de lameculos al estilo Waylon Smithers; aunque ha decir verdad Waltz ha usado el cinismo otra vez con su personaje, como con el del anterior trabajo de Tarantino. Un guión magistral que contiene secuencias humorísticas además de disparos y sangre por doquier, como la escena del Ku Klux Klan o la contemplación de la lograda explosión de la escena final, lo que me ha aparecido doloroso es el brutal trato a los negros (los que no son malos y amargados) o a Broomhilda (Kerry Washington). Buena fotografía (me ha gustado mucho el abusivo uso del zoom rápido para señalar personajes importantes en primer plano), un diseño de producción bien trabajado, unos títulos de crédito satisfactorios que homenajean a las antiguas películas spaghetti-western semidesconocidas y una música impresionante recogida de los archivos de Ennio Morricone y de otros del género (falla muchísimo incluir un tema de hip-hop en la BSO, no lo veo bien). Por lo demás, es una nueva obra maestra tarantiniana.

Adaptación del clásico cuento de Carlo Collodi, Disney (ya famosa por "Blancanieves") buscaba el éxito por segunda vez siguiendo su fórmula de coger cuentos y convertirlo en películas animadas. Esta vez le ha tocado el turno a Pinocho, un muñeco de madera que sueña con convertirse en un niño de verdad que para eso tiene que esforzarse en ser siempre bueno, generoso y sincero, en palabras textuales del Hada Azul, para ello tiene la ayuda de Pepito Grillo, un grillo homologado para ser su conciencia. En fin, "Pinocho" es mágica pero tampoco llega al status de "Blancanieves", gracias a ella conocemos de dónde viene la famosa melodía que ponen en el logotipo de Walt Disney Pictures desde entonces (llamada "When You Wish Upon a Star", cantada por Pepito Grillo en el comienzo). La animación es increíble, los personajes bien estructurados y un gran argumento que nos lleva a lo que Pinocho tiene que sufrir para conseguir lo que se propone. Como me pasó a mí y aún me sigue gustando para la edad que tengo, a los más pequeños les encantará.

Espectacular en toda regla, una vez más, el tío Steven nos muestra una asombroso relato de drama tras la sobrecogedora "Munich" de 2005 y un parón de 3 años desde la pasablemente buena "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal", y si se me permite añadir la otra buena película que hizo en 2011, "Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio". Basada en una exitosa novela infantil de Michael Morpurgo publicada en 1982, me sorprende muchísimo que de una novela de aproximadamente de 200 páginas hayan sacado muchísimo material para un excelente guión escrito por Lee Hall ("Billy Elliott") y Richard Curtis ("Love Actually" y "Cuatro bodas y un funeral") y hacer una estupenda película de dos horas y media. "War Horse" abunda precisamente en los apartados técnicos de los habituales de Spielberg; en la excelente fotografía de Janusz Kaminski, en la magistral banda sonora de John Williams y en el cuidado montaje de Michael Kahn, aunque también se llevan el mérito los efectos visuales, la dirección artística, la edición de sonido o mezcla, etc. Es una verdadera lástima que no ganase ninguno de los 6 Oscars a los que estaba nominada, me hubiese quedado conforme con que ganase alguna categoría técnica, pero merecía llevarse el Oscar a la Mejor Película, que se lo llevó la excelente "The Artist". Una vez dicho esto, he de decir que el verdadero protagonista del film es Joey, a él tendrían que nominarlo a Mejor Actor Animal, ni Jeremy Irvine ni los demás actores están a la altura del magnífico caballo de Steven Spielberg. Por último, "War Horse" sirve un pequeño homenaje a "Lo que el viento se llevó" debido a las espectaculares puestas de sol que hay en el secuencia final, con sus nubes anaranjadas y todo, pero claro, para Spielberg eso es su marca de la casa. Bravo, Steven, sigue así.