Empecé a ver Hijos de la anarquía por casualidad y ha sido uno de mis grandes descubrimientos. Directa al podio de series que más he disfrutado. Tanto es así, que he visto las siete temporadas más de una vez y siempre que puedo la recomiendo.

¿Qué tiene esta serie de especial?
1. Autenticidad: por encima de todo, desprende verdad. Sus personajes, sus tramas, sus relaciones... Todo es auténtico dentro de ese submundo llamado Charming.
2. Entretenimiento del bueno: parece algo evidente, pero no todas las series logran tenerte pegado capítulo tras capítulo después de 7 temporadas.
3. Emoción: tiene la capacidad de crear y hacer evolucionar los sentimientos de una manera tan intensa que casi parece que sean parte de tu vida.
4. Sorpresa: los finales de temporada merecen una mención aparte. Algunos son de quedarse con la boca abierta.
5. Personajes bien escritos: cada personaje tiene claro su propósito, desde que empieza hasta que acaba la serie todos ellos van mostrando sus bondades y sus miserias. Es difícil no acabar encariñado con ellos. Principales y secundarios rebosan carisma.
6. Historia bien hilada: el guion está perfectamente escrito. Todo lo que va sucediendo en las distintas temporadas tiene su razón de ser cuando llegas al final.
7. Banda sonora: una serie llena de versiones magníficas que encajan en cada trama. Incluso aunque no veas la serie, merece la pena escuchar su música.
8. Elenco: la selección de casting es bastante buena. Uno se va con la sensación de que hay personajes que no podría haber interpretado otro actor que no fuese el elegido. Mención especial a Katey Sagal, Ron Perlman, Charlie Hunnam, Maggie Siff y Kim Coates.
9. Ambientación: todo está perfectamente cuidado para que Charming y SAMCRO sean una realidad.

Hijos de la anarquía es una serie sólida, pensada de principio a fin, llena de carisma y verdad, con un desarrollo y crecimiento nada supefluo. No te dejará indiferente.

Larga vida a SAMCRO.