Es una película del subconsciente, allí donde se encuentra lo más puro y lo más verdadero, aunque algo torpe en el ritmo en el que se desarrollan los acontecimientos. Terry Gilliam nos habla de las personas, sin dejar de lado su tradicional toque fantástico. Es infantil y hermosa, así como cruda y triste. Robin Williams lleva a cabo una actuación sobresaliente, donde encarna la locura, el humor, la tragedia y la valentia, de un personaje que es a la vez víctima y salvador.

Comienzas pensando que es una buena manera de pasar el rato, una historia original y una música que enfatiza la atmósfera de interés que Ozon va poco a poco construyendo. Y cómo afirma el profesor, o mejor dicho "maestro", el lector debe preguntarse en todo momento cómo el protagonista logrará su objetivo, y sí, el espectador también se lo pregunta, aunque con una notable diferencia: el espectador no sabe cual será el objetivo. Esta diferencia es una trampa para nosotros, pobre indefensos, que nos sentamos a ver la película esperando pasar el rato para acabar poco a poco atrapados en las redes de su protagonista, somos una víctima más de Claud. Un perverso y frio genio que a logrado entrar en nuestras casas observando directamente a la cámara, contándonos lo que queremos oir, y sobre todo dejándonos con ganas de más... con un breve, pero efectivo,continuará...

No mentiré, no soy aficionada al género, pero de vez en cuando apetece una comedia romántica, aunque todo en ellas sea tan previsible y prototípico.
Pensé voy a olvidarme de eso y me voy a centrar en los aspectos positivos que creí (ingenua de mi) que tenía:
Hugh Grant y Julia Roberts haciendo un papel que les viene de perlas, en un bonito barrio de Londres... y bueno, no se puede decir que no tenga fama, de hecho es de las primeras comedias románticas que se te vienen a la cabeza cuando te preguntan por alguna.
Y yo con ganas de que se me quede cara de tonta observando las aventuras y desventuras de dos destinos que se juntan, y que superando todas las adversidades que se les presentan acaban estando juntos, me dije: pues venga! ¿por qué no?.
Y a continuación relataré las razones por las que me equivocaba:

1º) Creo que es la única película de este tipo en la que no quiero que acabe junta la pareja protagonista. Y no es que me resulte indiferente, que ya de por sí es preocupante, sino que pagaría para que no fuese así.

2º) Porque el personaje de Julia Roberts, Ana, me parece insoportable a más no poder. Parece estar interpretándose a sí misma (aunque realmente espero que no sea así), haciéndose la interesante y diciéndonos lo mal que lo ha pasado por tener que haber hecho dieta desde los 19 y haberse operado la nariz y los labios para estar más guapa (en serio, casi me hizo llorar la pobrecita).

3º) Porque ya no es que sea previsible, parece que te has leido el guión antes.

4º) Porque no falta ni el amigo loco, ni la declaración pública de amor, ni la boda, ni el bombo final...

5º) y Porque quería aprobarla, lo hubiese hecho, pero mis expectativas se han visto gravemente dañadas, y lo siento, pero no puedo.

Si bien puede ser vista como una serie de chicos malos, motos y violencia... sí, es algo de eso, pero sons of anarchy encarna mucho más. Comencé a seguirla sin demasiado entusiasmo, vi el primer capítulo y lo único que me pareció destacable (aunque no en buen sentido) fueron los exagerados andares de su protagonista, seguí viendo hasta el tercero y la abandoné. Pero un día me di cuenta de que seguía ahí y quise darle una segunda oportunidad, para mi sorpresa me encontré con algo fresco y emocionante, y poco a poco menos superficial y frívolo.
El ritmo al que evoluciona en cada una de sus cinco temporadas es feroz, llegando a momentos en los que debes darle al pausa, y decir "no puede ser, dame un descanso", para luego darte cuenta de que eso no es posible, y entonces le vuelves a dar al play.


La historia se desarrolla en Charming, un pueblo ficticio de California, sus protagonistas, una "banda de moteros chungos" encarnan el ángel y el demonio, la seguridad y la inestabilidad de su querido pueblo. Pretenden mantener a raya toda una serie de mafias, y a la vez impulsar sus negocios, no el taller de mecánica que tiene como sede, sino el de el tráfico de armas y otros que van surgiendo a medida que avanzan las tramas. Con tintes Shakesperianos y una serie de secretos que se irán desenterrando, cada capítulo te deja con ganas de más. Lo mejor, el reparto, la banda sonora y los giros inesperados. Lo peor, se podría decir que el guión, aunque solo en ciertas ocasiones. Para completar mi pesada crítica no haré otra cosa que analizar a cada uno de los personajes, sí porque me apetece.

-Jax Teller: es el atractivo protagonista, hijo del fallecido miembro fundador, Jhon Teller, y de Gemma (una especie de matriarca con más cojones que todos los protagonistas juntos). Jax es el único personaje que no encaja en un principio, sus andares de rapero con su chupa de cuero, sus ganas de cambiar las cosas y de caerle bien al público. Pero poco a poco, y como si lo hubiésemos visto nacer, va cambiando (ya se que es muy típico decir que evoluciona, pero sí, lo hace com el que más) nos olvidamos de su cara de niño bueno y nos vamos adentrando en un personaje cada vez más oscuro, o al menos más maduro.

-Clay Morrow: co-fundador, presidente y padrastro de Jax. Un personaje difícil de querer y fácil de odiar, "el villano de los villanos", pero también el gancho de la serie.

-Gemma: personaje redondo, fuerte e impasible. Conoce la historia del club desde sus inicios, ya que fue la mujer del anterior presidente, y esposa del nuevo. Es necesario verla en acción para darse cuenta de su grandeza.

-Tig: mano derecha de Clay, encarna todas las perversiones posibles en una persona, irritante (sobre todo en las primeras temporadas) pero increíblemente encantador. Uno de los personajes más turbulentos, odiado y querido a partes iguales.

-Juice: aunque algo más secundario, despierta simpatías, joven y inocente en comparación con el resto del grupo, pero no deja de ser un chico malo.

-Chibs: más secundario de lo que me gustaría. Es una de las razones por la que merece la pena ver la serie en VOS, pues su marcado acento irlandés es una de las cosas que más caracteriza a este personaje. Muy fiel a Jax, y a la parte más "light" del grupo, aunque no deja de ser rudo y violento como los demás integrantes.

-Opie: mejor amigo de Jax, distante del club en un principio. Uno de los personajes más queridos por el público y por los que le rodean.

-Bobby: representa la cordura y el sentido común entre tanto disparo y acción desenfrenada.

-Tara: doctora y amor de adolescencia del protagonista (cumpliéndose el famoso dicho de que los primeros amores nunca se olvidan). Tampoco parece encajar en un principio. Lo mejor de este personaje, en mi opinión, es su relación con Gemma.

Son solo algunos de los integrantes y personas cercanas al club, si quieres conocer al resto ya sabes, totalmente recomendable e increíblemente adictiva.

Comienza genial, es mágica, intensa y visualmente inmejorable. Una lástima, pues tus expectativas llegan a alcanzar altos niveles, y entonces es cuando te llevas el chasco, pues la historia decae hasta el punto de perder el rumbo por completo y no hay manera de retomarlo. Todo deja de tener sentido.