A mi humilde modo de entender el cine, el argumento de una película, la historia que nos cuentan y su mensaje final deben de estar apoyados por el apartado técnico y artístico, el "que se nos está contando" debe ser el motor que justifica los porqués de la realización; y más si se trata de una película comercial (por que esta lo es) dirigida al gran público. Gravity peca de hacer justo lo contrario; excusándose en una impecable calidad visual y en una vanguardista forma de registrar imágenes, los creadores del filme han forzado un guión simple e inocuo, base sobre la que han construido su atrevida ostentación visual. Y como los cimientos son débiles, su increíble rascacielos se desmorona.

¡Pero fue bonito mientras duró! La primera secuencia es espectacular, realmente el uso de la cámara te hace creer que estas flotando ahí en el espacio, impacta la intención de calma sideral que te transmiten esos planos secuencia tan largos y elaborados. Al rato te vas acostumbrando, los ojos se te adecuan al nuevo medio y comienzas a ver con más claridad... y ves que toda esa luminosidad no está alumbrando nada que merezca el más mínimo interés. La historia es aburrida, los diálogos tediosos, los personajes no te los crees por mucha fe ciega que quieras otorgarles, todo es fácilmente predecible (absolutamente todo). Te acaba dando igual. Ya ni siquiera esperas el siguiente espectacular paisaje espacial, o cual será la siguiente sorpresa que nos ofrecerá el controlado caos del vacío exterior creado por Cuarón. El plato fuerte de la película, su impecable realización, te es indiferente por el simple hecho de que no te importa que pase, por que estás increíblemente aburrido. Segundo a segundo, la paradójica ingravidez te manda lejos del planeta Gravity, y te encuentras a ti mismo sentado en la butaca, pensando en tus cosas, preguntándote si esa jaqueca te viene dada por el uso de las gafas, "¿y si me las quito mejor?","según la sinopsis de la entrada, la peli duraba 90 minutos,¿no? Gracias a Dios"

... y mientras Sandra Bullock dando vueltas y vueltas, muy lejos, en la pantalla. Sometida al tedioso destino del desatendido guión. No les quiero criticar, ni a ella ni a Georgito, por que al fin y al cabo los personajes y los diálogos que se les han dado son los que son. Es más, a pesar de todo, pude fijarme en que Sandra Bullock hace un fuerte esfuerzo interpretativo, y aunque no haya mucho que hacer con lo que pesa su cruz, se le agradece la intención. Y bueno Clooney es Clooney, como ya he leído por ahí, pero es Clooney por que los creativos querían al típico Clooney, valgan las redundancias. Si los personajes hubiesen conseguido crear un poquito más de empatía con el espectador, todas esas vueltas, ese agobio espacial, esas vistas exosféricas... hubieran impactado 100 veces más fuertemente en nuestros sentidos. Se hubiera visto potenciado todo ese desparrame visual hasta el infinito, hubiéramos experimentado en realidad esa soledad, ese miedo a perdernos en las estrellas. Es por eso por lo que el apartado técnico debe estar construido sobre un buen guión, y no al revés. Al final todo quedó en el pudo ser y no fue.

En fin, ya me voy callando que estoy un poco chapas. No puedo aprobar esta película, por el simple hecho de que me aburrió muchísimo. Hubiese agradecido no ir a verla. Y es una pena, por que con lo espectacular que es su apartado técnico, como ya dije, es increíble que una película así me pueda dejar indiferente. Si se hubiesen aplicado un poquito más con los aspectos dramáticos y de historia, realmente estaríamos hablando de ,como dijo Mister Cameron, "la mejor película del espacio nunca hecha". Pero no, una lástima.

Quien busque una película trascendental en su filosofía saldrá decepcionado, quien busque una película de vampiros, aunque sea al tierno estilo de la genial "Entrevista con el Vampiro", saldrá decepcionado. Quien entre al cine con una mente en blanco, dispuesta a recibir y disfrutar cualquier cosa que la pantalla nos lance, saldrá mas que satisfecho por la puerta y con una de esas tímidas sonrisas que te duran el resto de la noche. Creo que eso es lo realmente necesario para poder apreciar esta propuesta de Jarmusch. Mantén fuera cualquier expectativa o prejuicio que puedas tener por lo que hayas oído o leído sobre la cinta. Siéntate en tu butaca, relájate, y no ofrezcas resistencia a la suave presión que poco a poco te irá mandando a un lugar donde de repente te sentirás muy a gusto. Empatiza con la propia forma de ser que nos muestran sus dos genialmente caracterizados personajes y disfrutarás cada momento, cada imagen, cada sonido... Cada sorbo de sangre; bebe de esa copa muy muy despacio y saborea lo sutil y lo simple como si fuesen manjares. A falta de grandes pretensiones, creo que ese es el verdadero mensaje que nos quiere dar Jarmusch. Quien mejor para enseñárnoslo que dos seres cuyo mayor poder y maldición es la de mantenerse eternamente jóvenes. Ellos lo han visto todo, y también han intervenido ocasionalmente de forma mas o menos indirecta en la historia de la Humanidad y su cultura. Todo esto, compartido por Adam (Tom Hiddleston) y Eve (Tilda Swinton), ambos genial, se nos hace presente a lo largo del metraje por fugaces gestos de nostalgia, sutiles y tiernas referencias a grandes mentes de la Humanidad, paseos bajo los techos de las ruinas de un pasado mas brillante... Teniendo el mismo camino andado, el mismo modo de vida, cada uno de los dos amantes chupasangre ha evolucionado de una forma distinta, volviéndose a la misma vez forzosamente complementarios. Ahora parece que las cosas han cambiado, nuestros protagonistas deben andarse con cuidado de no beber la sangre de una sociedad cada vez mas intoxicada y corrompida. La película parece no avanzar a ninguna parte, se puede hacer lenta, pero... cariño, tenemos todo el tiempo del mundo.