Adrenalina, tensión, intensidad y mucha verdad. Eso encontrarás en cada uno de sus seis capítulos.

Se perciben las bases del buen Cine, y la influencia de los grandes directores. Muy buena factura, pero su fuerte son unas grandísimas actuaciones en una interesante trama muy bien narrada, sostenida con firmeza y sin titubeos por la fuerza de sus personajes y situaciones, todo cargado de mucha energía y magnetismo y mucho realismo.

Honesta, sin trampas ni adornos. Por momentos incómoda, pero siempre con cuidado y buen hacer. Trata temas donde caer en la demagogia y en los estereotipos resulta sencillo, pero guarda una distancia prudente para evitarlo.

Para quien piense que retrata o trata de representar al cuerpo de policía, confunde realidad con ficción. Es una historia de personajes. El entorno y las situaciones, en todo aquello donde se quiere transmitir la realidad, creo que está muy conseguido. Pero la historia es una creación, no una recreación. Hay un guión interesante y (guste o no) creíble. Lo que nos muestra son personajes ficticios y concretos dentro de una trama inventada, pero con mucha verdad, porque es lo que transmite, verdad, coherencia y situaciones muy reales (que pueden darse dentro de ese cuerpo especial en cuestión o en cualquier otro grupo de personas). Lo que creo que sí era objetivo y acierta de lleno, es reflejar la tensión, el estrés y la complejidad de los equilibrios en el límite de lo correcto de un trabajo tan polémico y delicado como el que nos dice el título, logrando la empatía para quien sea mínimamente sensible y comprensivo.

A destacar el gran trabajo de todos sus actores encarnando personalidades profundas, con aristas y conflictos a nivel individuo y una interacción entre ellos llena de complicidad y verdad a nivel coral.

Muy gratamente sorprendido con una serie a la que nunca le hubiera dado una oportunidad si no fuera por una insistente recomendación de alguien que sabía que no me iba a fallar. Del mismo modo la recomendaré yo, porque es una apuesta segura.
La he devorado en dos sentadas. Una producción española de las que te hacen sentir satisfecho.

Si tienes algún recelo después de todo lo expuesto, sólo te digo: pruébala, dale 15 minutos. A mí me convenció enseguida y no dejó de ganarse mi interés y admiración en ningún momento.

...y si ya la has visto, lee el spoiler, porque he notado que a mucha gente se le ha escapado algo importante.

Lo primero que he pensado en los primeros minutos ha sido "Esto debe ser lo que querían hacer allá por el 95 y las limitaciones técnicas lo impidieron"... Entonces utilizarían lo mejor de lo mejor sí...pero hay un abismo.
La trama, al nivel de la tercera, o como mínimo, mejora las dos primeras. Utiliza las mismas armas que sus hermanas, con conflictos que se van complicando hasta ponerte nervioso y con división de puntos de vista de los protagonistas, pero ya con la maestría de la experiencia y unos medios que parece que ya poco les queda para ser insuperables.
Emociona y divierte. Trepidante y emocionante, fiel al sello del título. Da un paso más tocando temas que todavía no habían explorado. Más madura, con más giños al adulto y tremendamente entretenida. Te despierta sonrisas, te arranca alguna carcajada y toca bastante la fibra de los sensibles... Tiernamente emocionante..
Amistad, fidelidad, compromiso, toma de decisiones y evolución...que es lo que ha hecho la saga con su última entrega. Personajes nuevos que superan a la mayoría de los veteranos. Un final digno y redondo con homenaje a los orígenes incluido.

Un análisis casi perfecto de un equipo legendario, los Bulls de los 90.
Testimonios de ex componentes y ex rivales de aquel equipo y mucho, mucho material muy bien editado para crear una obra documental superlativa.

Viaje de continuo ida y vuelta entre la temporada que daba fin a un ciclo y todo lo anterior que significó algo hasta llegar ahí. Repaso extensísimo y repleto de imágenes, testimonios de primera mano de distintos ámbitos y mucha información.

Como no podía ser de otra manera hay mucho Jordan, él es el protagonista destacado y todo gira al rededor de su figura, todo muy suculento y necesario para conocer mas de cerca al fenómeno y a la persona. Quizá eche en falta un poco mas de otros que también fueron parte de aquello, cada uno en su medida, claro. Especialmente llamativo son los casos de Ron Harper, Luc Longley o Hodges, que apenas son mencionados de pasada. Otros que tienen algo de presencia, como Kukoc quedan demasiado difuminados, solo Pippen y Rodman se salvan de esto. En este aspecto, creo que podría haber sido algo mas completo.

Personalmente siempre he sentido mucha atracción por la NBA. Aquella década fue mi segunda década, aquel ciclo me pilló de los 10 a los 20, y era de los Bulls, sobretodo de Scootie Pippen, pero la viví muy lejos. Ver esto ahora es enriquecedor y muy satisfactorio.

Abarca muchos años y mucho material, pero resulta trepidante y absorbente.
Una joya

Seis capítulos para mostrar unos hechos trascendentales en la historia de nuestro país que marcaron muchas cosas, y para hacerlos visibles desde un punto de vista muy interesante e incluso necesario.

Comencé la serie con interés por el tema y por la buena pinta de la factura, pero los dos primeros capítulos, a pesar de muchos puntos fuertes, no me terminaron de convencer. Entre otras cosas, tuve dudas de por dónde me quería llevar, aún así, quise seguir averiguando esos derroteros...y se fueron despejando y acabé aceptándolos. A partir del tercer capítulo empezó a convencerme, hasta el punto de ver el resto de la serie hasta el final de un tirón, dejándome bastante satisfecho.

Muy bien realizada, con una ambientación y unas interpretaciones de mérito.
Consigue transmitir y acercar sensaciones y situaciones que la hacen trepidante e intensa.

Por lo que sé, puede aproximarse a como pudo haber ocurrido... Como fueron peligrosamente cada vez más lejos de la sensatez y todo lo razonable, empujados por las presiones de unos ideales que se iban enturbiado, las ganas de notoriedad, los sacrificios por la causa... acercándose a esa línea que acabaron lamentablemente por pasar, ya más cerca de la locura y desesperación.

Buena aportación al mundo series.
Interesante, aunque mejorable.

Entre mediados y finales de los 80 en España, cuando yo tenía entre 7 y 11 años, que te gustaran los superhéroes te hacían un niño raro..me encontraba a poca gente que conocieran superficialmente alguno más allá de Superman, Spiderman y quizá Batman.. hoy eso ha cambiado. En mi infancia disfrutaba leyendo cómics de superhéroes y anhelaba películas sobre ellos. Las pocas que salieron entonces eran...decepcionantes. Hasta que Tim Burton hizo Batman.
Lo que le pedía a esas historias era realidad. Dentro de que eran superhéroes quería que hubiera verdad, coherencia. Quería ver, cómo serian tipos con poderes pero dentro de la realidad. Eso podía verlo en los cómics de la Patrulla x, en Strontium dog, en los cómics de Jim Starlin, pero sobretodo en Watchmen. Y aquí quería llegar.
...de las películas de X men prefiero no hablar...pero la película de Watchmen...por fin! Gracias Zack Snyder. Esa película respetó la historia y el universo que crearon Alan Moore y Dave Gibbons. Snyder supo transmitir con imágenes en movimiento y música la esencia de ese cómic, que como ningún otro, refleja esa verdad. Realidad, aunque con superhéroes..
Con el tema superhéroes en la pantalla estoy escarmentado y soy muy exigente, por eso cuando mi hermano me recomendó la serie The boys...me puse a verla con algo de escepticismo...pero enseguida me encandiló.
Me recuerda a Watchmen siendo muy distinta. Palabras mayores. También a Kick ass, que tampoco está mal. El tono de la serie se parece más a ésta última.
Es fresca, intensa, cruda y tiene verdad
Gran descubrimiento. Gracias hermano.
Pd: Viendo más capítulos le veo más fallos...la coherencia y esa "verdad" flojea a veces... No me desdigo...pero bajo el entusiasmo un poco