No está nada mal. Con el título "El novio de mi madre" me esperaba una película mucho peor. Sin embargo se trata de una comedia romántica agradable, sin complicaciones, y con toques acertados de humor (por lo menos en la versión original, que es la que he visto).

Nada innovadora, pero tampoco contiene fallos u otros elementos molestos. El guión está bien, buena actuación, y mantiene el aspecto sentimental/romántico a un nivel que no se hace pesado.

Michelle Pfeiffer hace de mujer separada que trabaja como directora de producción de una serie de TV, y que se enamora por el mucho más joven nuevo actor de esa serie (Paul Rudd). Saoirse Ronan participa en la película como la hija de Michelle.

En fin, una entretenida comedia romántica que en mi opinión está bastante por encima de la media de este género.

Creo que se le da poco mérito a esta película, en comparación con lo que se merece. Lo de los San Fermines en Sevilla desde luego no ha caído muy bien en nuestro país (escena que por cierto no dura ni siquiera 1 minuto), pero la película está llena de acción con una buena dosis de humor.

Y ya que se trata de una comedia de acción, eso es justo lo que uno busca. Es una película agradable de ver y que mantiene un buen ritmo. Recomendable para pasarlo bien un buen rato.

Carece de la hermosa belleza de "5 Centímetros por segundo" (2007) y del hermoso contenido de "Your Name" (2016). Al primer largometraje de Makoto Shinkai le falta todavía identidad, tiene un estilo muy distinto al de las demas de sus obras, parece una animación de acción, belicista, oscura y donde las preciosas historias de amistad y amor que cuenta en sus otras animaciones aquí no son mas que un brote verde que se marchita. La historia que cuenta es bastante pobre y desentona mucho. Me alegro que el director encontró tras esta película su caminó y que nos ha dejado obras mucho mejores, esta simplemente no es una de ellas.

Atrevida película alemana, producida poco después del final de la segunda guerra mundial. En un país que digirió mal su pérdida de la primera guerra mundial, con la segunda como resultado, al director no le tiembla el pulso al mostrar las consecuencias de esta última. La industria cinematográfica alemana continuó funcionando durante la guerra, aunque a un ritmo muy bajo, además de producir varias películas propagandísticas también se hicieron producciones normales, algunas que no mostraban ni rastro de la guerra, como "Bajo los puentes" (1946) y otras que fueron censuradas por el régimen Nazi al no considerarse suficientemente patrióticas, como "La Paloma" (1944).

En el país vencido, derrotado y destrozado, Wolfgang Staudte no solo se atreve a mostrar la realidad de un Berlin en ruinas sino que también se atreve a mostrar como los criminales de guerra campaban a sus anchas. Tras la guerra muchos de ellos retomaron sus vidas y ocuparon cargos de peso en la sociedad, sin que nadie les exigiera rendir cuentas. Esta visión molestó tanto a los alemanes nazi como a los aliados que lucharon contra ellos, ya que mostraba no solo los destrozos y la miseria de la población alemana tras la guerra, sino también mostraba que muchos criminales de guerra vivían con total impunidad. Por eso el título original se refiere a "los asesinos" y no a "el asesino" como ha sido incorrectamente traducido.

La historia de amor que cuenta esta película no acaba de cuajar, pero esa no es la trama principal, sino una mera excusa para mostrarnos como fue retomar la vida tras la guerra en el Berlin de 1946. Con los conocimientos de ahora hasta me consiguió despistar...

Buen thriller con un buen guión que a veces logra sorprender. Tres agentes del Mossad buscan en el Berlín Oriental a un criminal de guerra, para poder llevarlo a Israel para ser juzgado.

La película consigue crear un ambiente de suspense y lo mantiene bastante bien, aunque en mi opinión a medias el film pierde un poco de credibilidad. Desde luego es una película que se deja ver y que está claramente por encima de la media, aunque le falta ese toque para ser un gran thriller. No obstante no defrauda.

El comienzo requiere concentración, ya que nos muestra fragmentos que no están en orden cronológico.