Son 39 capítulos, una excelente duración para una telenovela, nada tiene que ver con esos otros interminables culebrones diarios llenos de "paja" que pueden durar años introduciendo personajes nuevos cada dos por tres. Una serie muy digna hecha en nuestro país con unos actores muy correctos junto a otros ya consagrados. Dentro de lo que significa una obra ficticia en la que la imaginacion de los guionistas disponen de la libertad de mover a los personajes a su antojo, (nadie puede tomar como real un camarero que apenas ejerce como tal, dedicándose mas a hacer de detective por ahí y enamorando a la casada hija de la dueña del hotel), como lo hace Julio. Pero claro, esto es ficción pura y dura, por lo tanto, lo que interesa es el desarrollo de la acción.

Una historia de tantas llena de ambición y codicia, roedada de personajes intensos, con unos matrimonios en crisis continua, un calavera redomado hijo de la dueña, una gobernanta muy rigurosa y... No voy a seguir con esto para no dar demasiadas explicaciones y terminar de contar aqui detalles que no haga falta luego ver la serie. Solo diré que cada personaje tiene su historia, todos tienen el porque de su presencia, y a pesar de ciertos altibajos, se puede ver sin perder el interés durante todos los capitulos de la serie.

En resumen. Otro serial español que deja a entender bien a las claras que se pueden hacer cosas muy dignas en este país, que ùltimamente se va mejorando mucho en todos los apectos y hay mucho material humano para aprovechar. Los actores que representan sus papeles, estan soberbios en su mayoría sin desentonar demasiado ante señoras actrices como Concha Velasco y Adriana Ozores, el desaparecido Juan Luis Galiardo y algún otro veterano. Todos en conjunto, nos ofrecen gran entretenimiento que en realidad es de lo que se trata.

La vi siendo muy niño y quedé prendado de tanta fantasía. No olvidé jamás al simpático ladronzuelo, al gigante que salió de la botella, al caballo volador, la alfombra mágica ni a la hermosa princesa. Durante toda mi vida me han acompañado tan gratos recuerdos. No se las veces que la habré visionado, pero puedo asegurar que cada vez me ha entusiasmado, quizá quede en mi todavía aquella ingenua sensibilidad infantil que se estremecía en la butaca cuando Sabú, (mi ídolo de entonces), volvía a la normalidad tras haber sido convertido en perro por el malvado visir. Teniendo en cuenta la época en que fue realizada, sin tanto adelanto técnico, sin tanta parafernalia digital ni tanto "cuento", resulta una obra maestra genial. No tiene desperdicio alguno, es tan inmensa su atmósfera fantástica, que te sumerge en otro mundo, otro mundo en el que todo es posible, todo es hermoso a pesar de la maldad impregnada por el malvado de turno, que incluso a través de su crueldad, también resulta entrañable. En fin, un cuento magistral digno de ver y por supuesto, de disfrutar.

Una divertida parodia del cine policiaco donde se manejan todos los tópicos del género. Algo cansina en algunos momentos, pero mantiene el interés gracias a la intervención de singulares personajes, interpretados por otros no menos singulares actores. Cumple ante todo con su misión de entretener al público y hacerle sonreir de vez en cuando durante la intrigante trama de la pelicula.

Cuenta con la colaboración de excelentes y galardonados artistas (Guinnes y Niven), acompañados por otros no tan galardonados, pero si bien conocidos por la audiencia a través de su larga carrera en los medio del cine y la televisión. Peter Sellers y Peter Falk que por cierto, nunca fueron santos de mi devoción todo hay que decirlo, estan geniales en sus respectivos papeles. Para mi, el mejor papel realizado por Sellers en toda su carrera, no se si será por su disfraz oriental o por el propio personaje, pero lo encuentro totalmente diferente a lo acostumbrado. Con Falk me sucede lo mismo, no tiene nada que ver con el estrafalario detective de la gabardina arrugada de la tele. Elsa Lanchester, con su grata presencia, contribuye junto a los demás a hacernos pasar un buen rato en el asiento, mientras nos obsequian con alguna secuencia cargada de humor. La de Sellers para cruzar con su hijo en el coche el calamitoso y derruido puente de tablas, es difícil de olvidar. No es una obra maestra, quizá ni una buena película, pero por lo menos graciosilla si que resulta.

La peli se puede ver. Al principio piensas que se trata de otra versión más del famoso conde. El 3D, en ciertas ocasiones está bien conseguido dando la profundidad adecuada. Y ya digo, se puede ver. Lo que ocurre, es que tras la primera aparición de Drácula, pues como que ya empiezas a desengañarte un poco y te huele a tomadura de pelo. A partir de ahí, te lo vas tomando cada vez menos en serio. Ahora si, sin dejar de prestar atención para ver con que nueva originalidad te puede sorprender nuevamente. Poco a poco, te vas convenciendo de que el susodicho conde tiene más recursos para transformarse que Mortadelo en su primera época. El tío cada vez se presenta de una manera diferente, pero el despiporren es cuando te sale de mantis religiosa. Al menos para mí, ahí es donde está el meollo de la película, pues es el momento en que de verdad te planteas si Argento y compañía se han tomado su trabajo en serio, o de puro cachondeo.

Es una pena, porque la genial obra de Stoker no merece este trato. Se le han hecho contadas adaptaciones medio decentes pero un montón de bazofias. Y ésta, que empieza bastante bien, termina convirtiéndose en otra astracanda mas, capaz de dar pena a cualquiera que admire trabajos anteriores del director italiano. En fin, seguiremos esperando que alguna vez surja alguien capaz de llevar al cine esta obra, con total fidelidad a la novela original.

Hitchcock siempre será Hitchcok... a pesar de esta película. Gran desengaño. Acude uno al cine a ver otra de sus obras con la esperanza de asistir al acostumbrado suspense, encontrándose con una comedia romántica. Eso si, con una cuidada ambientación, una excelente fotografía y unos actores que les viene al pelo el papel que se les ofrece. Es curioso, tras esta impecable pero sosa película, el gran maestro, dos años mas tarde, realizó otra de similar temática, acusación errónea de un personaje, esta vez en blanco y negro, pero con todo lo necesario para mantener en vilo al espectador: "Falso culpable". La maestria del genio, te mete dentro de la piel del protagonista haciendote pasar las de san Amaro con todos las penalidades a las que es sometido. ¡Que diferencia!. Seguramente la haría con la intención de compensar a sus incondicionales después del sabor agridulce que nos dejó en la que comentamos. Y es como todas las cosas, a los amantes del cine romántico les resultaría la mar de agradable por su puesta en escena, su ambiente y sus intérpretes, sin tener que verse abocados a soportar esa tensión que nos hace pasar Alfred, donde reside, para otros muchos, la grandeza de este genial director.