Interesante relato sobre el movimiento de los "cabezas rapadas" sobre los que realmente se sabe muy poco. Aunque siempre se les ha asociado a violencia, racismo y xenofobia, lo cierto es que dentro del movimiento conviven personajes variopintos con ideologías diversas y que han encontrado razones muy dispares para incorporarse a los grupos de "skinheads".
Aunque la acción se sitúa en la Inglaterra de Thatcher, lo cierto es que el movimiento podría haber tomado fuerza en cualquier otra situación. Una frase del director resume claramente lo que nos quiere transmitir: "Cuando uno tiene doce años y ves que nadie en el pueblo puede conseguir un trabajo y alguien te dice, la culpa es de esa gente asiática que ocupa las tiendas, es facil creerlo".

La confraternización entre los trabajadores de una empresa, en un día o un fin de semana de convivencia campestre, es uno de los instrumentos más frecuentes de manipulación utilizados por las empresas para con sus empleados. Con la disculpa de la libertad de expresión de ideas sobre la empresa, se trata más bien de sonsacar a los "currantes" las tensiones internas escondidas y hacer aflorar las medias verdades que la realidad del dia a dia oculta.
Esta es la pretensión de esta película, en mi opinión muy conseguida. con un guión muy presentable y con unos diálogos realmente lúcidos y que en ocasiones te hacen soltar una buena carcajada, lo que no suele ser muy frecuente en el cine español y con un gran Juan Diego en su papel protagonista.

Parece insólito que esta película haya sido la ganadora del Oscar a la mejor de habla no inglesa, cuando en el circuito estaban otras tan impresionantes como la rumana que trata magnificamente el tema del aborto clandestino en un ambiente dictatorial. No deja de ser increible este premio para una película desangelada, que trata por enésima vez el problema de los judios en la Alemania nazi, sin profundizar para nada en la auténtica naturaleza de los problemas y desaprovechando claramente una oportunidad única de un guión altamente interesante tanto por la materia como por responder a un hecho que sucedió realmente.
En suma, ni engancha ni emociona ni siquiera logra interesar. Al menos, a mi.

Da gusto encontrarte de vez en cuando con una historia contada de una forma sencilla, sin hipérboles, elipsis ni otros artificios cinematográficos, que muchas veces no hacen más que confundir a un espectador "sencillo". Aunque trata un tema de la historia reciente (la irrupción del SIDA en los ochenta) del que se supone se sabe ya mucho, es la primera vez que lo veo abordado con un lenguaje común al ciudadano de a pie,sin caer en el melodrama y que conste que era facil caer en esa tentación. Téchiné aprovecha para introducir otras cuestiones cotidianas de interés, como el mercado clandestino del sexo gay, la integración de los inmigrantes en la Seguridad del Estado de acogida ó las peculiares relaciones de las parejas mixtas. Me gustó la película aunque la protagonista Emmanuelle Beart se empeñe en mostrar su faceta más hierática, fria y distante de su personalidad como actriz.

El cine histórico británico se prodiga mucho, a veces demasiado. Es verdad que es una buena manera de conocer a determinados personajes que han protagonizado la vida de los ciudadanos de a pié. Pesonajes como Enrique VIII, la Reina Isabel I, la Reina actual de los ingleses, las hemanas Bolena, etc. han interesado a muchos cineastas para hacer un análisis de las sociedades de sus correspondientes siglos. ¿Porque se hacen tantas películas de los mandatarios ingleses y tan pocas de otros personajes que fuera de Inglaterra tuvieron el mismo e incluso mayor protagonismo en la historia del mundo? Por no ir más lejos, personajes como los Reyes Católicos o Carlos I, han merecido escasa atención de los cineastas españoles. ¿Será un problema de mala conciencia?

En todo caso creo que en España este cine ya empieza a empachar. Y por otra parte añaden más bien poco al conocimiento del espectador. Que si Ana era la mala y María la buena de la familia. ¿A quien le interesa este tema?

Lo mejor de la película en este caso es el duelo de 2 de las bellezas del momento. Y yo que soy un fan de Scarlett, tengo que reconocer que en este caso el atracivo de la Portman supera sin duda al de la Johansson.