Tomadura de pelo increíble y deleznable, un auténtico bodrio de los que marcan época. Tópica en extremo ("veo muertos", "soy inconsciente e ingenua", "fantasmas de niños omnipresentes", etc...), pero sin ningún rigor narrativo, con un guión incoherente y absurdo, y sin presentar ninguna razón lógica que explique la actuación de los personajes. Vamos, empezando por el planteamiento, todo es absurdo: joven embarazada que llegua a limpiar...¡una mansión que va a ser derruida! ¿Para qué? ¡Ufff! No sé quién se atribuirá el (de)mérito de esta chapuza, pero debería ser recluido en una mansión similar a la de este "film" para no salir jamás.

Yo me he leído todos los libros publicados hasta la fecha (cinco), y he de decir que esta serie consigue captar el espíritu de la obra literaria de George R.R. Martin. Y conseguir una serie tan entretenida y sólida, con tantos personajes e historias paralelas, en sólo 10 capítulos por temporada, tiene su mérito. Quizás hayan sacrificado parte de la historia por los desnudos (que quizás no sean tantos en los libros), pero en general los cambios que han hecho eran necesarios. Sin embargo, me queda la duda de si los seguidores que no conocen los libros se enteran de todo, porque hay cosas relativamente importantes a las que no se les puede prestar la atención requerida.

Es una peli hecha a medida de Scarlett Johansson, para su lucimiento personal, cosa que aprovecha esta excelente (y atractiva) actriz. En cuanto al guión en sí, no está mal pero ya está todo muy visto. No aporta mucho. Se queda a medio camino entre peli de denuncia social, comedia romántica y drama familiar, picoteando un poco en cada terreno sin adentrarse demasiado en nada. Convencional y un poco lenta, pero con momentos divertidos y con una actriz protagonista en el mejor momento de su carrera.

Película muy interesante sobre la dominación psicológica y sexual. Los personajes están muy bien definidos y son muy lógicos en sus reacciones. Otro punto a favor es que se trata de un film muy dinámico que no aburre en ningún momento.

Ejemplo perfecto de la alta comedia británica, que demuestra estar en pleno auge. La película es muy entretenida y divertida. Renee Zellwegger y Hugh Grant trabajan bastante bien, pero el más destacado sin lugar a dudas es Colin Firth, que nos deleita con una actuación excelente dentro de los cánones del cine británico: rostro impasible, correcto siempre, irradiando garra y fuerza desde una actitud pasiva e imperturbable, casi enfermizamente cortés. Se puede decir que se nota que es un actor británico.