No entiendo vuestras malas críticas. Básicamente decís todos lo mismo: Que el protagonista es un niñato malcriado, egoísta y pedante. Para empezar, esta película está basada en hechos reales, con lo cual es lo que hay, a pesar de que el director haya tenido que permitirse algunas licencias por falta de información. Siguiendo, nos comunicáis vuestras críticas como si estuvieseis descubriendo al resto El Dorado. ¿Os creéis que los demás no nos hemos dado cuenta de los errores del joven protagonista? Claro que sí, pero todos somos humanos y no es bueno juzgar tan severamente los actos de este muchacho teniendo el bagaje que tenía por detrás. ¿Fue cobarde? Posiblemente. ¿Fue inconsciente? Es evidente ¿Egoísta? Un poco. Era joven y hasta cierto punto es comprensible lo que hizo. Además, cerca del final de la película se da cuenta de todo, de que la felicidad es mejor si es compartida. Se dio cuenta y quiso corregir errores. El protagonista es además alguien con un coeficiente de inteligencia por encima de lo normal, y numerosos estudios demuestran que a mayor inteligencia mayor soledad buscada porque es donde más fácil puede alguien encontrar paz. Pero repito: está película está basada en hechos reales, así que la historia hay que tragársela como tal.
Entonces, ¿porqué esa gran nota? Por el excelente trabajo del director. La fotografía es de 10, de matrícula. Esos paisajes norteamericanos tan manidos en muchos otros filmes aparecen aquí con otra perspectiva; Esa imagen repetida de los aviones surcando lo más alto del cielo dejando su estela; las nubes, las montañas nevadas, los animales... Es bello, es precioso, se queda grabado en la retina.
¿Y porqué más? Porque esta película evoca, transmite, deja poso, en mi caso un poso amargo, agrio (en el buen sentido), remueve por dentro y te hace recapacitar sobre tu vida. Las casi 2h30 de duración no se hacen nada largas, hasta cortas te diría, y eso que yo tengo poco aguante. Otros autores me recuerdan a esta película, como Terrence Malik, pero éste es pedante y pretencioso aunque consiga un buen producto final. Aquí no. El personaje puede que sea un poco pedante, pero la película no lo es. Y es que es eso, señores que habéis puesto mala nota: la película es excelente, independientemente de la categoría moral de su protagonista, de sus actos y su comportamiento. Pocas películas se han dirigido con tanto cuidado, tanto mimo, eligiendo tan bellísimas y evocadoras imágenes, con una banda sonora que encaja como un guante, y unos secundarios buenísimos.