Sentimientos encontrados: por un lado, el film tiene un tercer acto, un cast que se maneja bien (un Rudd empatizable, un Douglas que plasma su personaje con impecable profesionalidad o una Lilly que también hace las cosas con aplomo -véase ese momento en el que llora emocionada, harto creíble). Por otra parte, el curioso poder de Ant-Man (al que se le saca un jugo considerable) lo convierte en el superhéroe con las set pieces más imaginativas (algo tendrá que ver la implicación de Edar Wright en el proyecto) de la última fase del MCU.

Pero hay pegas: unos secundarios tontainas hasta puntos molestos, un villano de chichinabo (ya sabemos que son totalmente expendables, pero manejarlos tan mal se carga los films Marvel). Además hay una subtrama emotiva que roza los telefilmesco (en serio). También está el aburrido elemento de los puentes tendidos para futuros films (sigh) y un tono irregular.

¿Resumen? Peli agradable. Normalita. Correcta.

Pero esto en manos del creador de "Arma Fatal" hubiera sido la bomba.

En fin.