Que me aspen si no es una de las películas más sólidas y que mejora han envejecido de la carrera del director afincado en Texas. Y es que ya sabemos que es un tío sólido cuando quiere, capaz de adaptarse a voces ajenas con una competencia notable - piensen en The Mandalorian, Alita: Battle Angel o The Faculty. Pero claro - le ecnatna rodar barato, hacer mucho cine y ser un tanto laxo, lo que demasiado a menudo le lleva a generar filmes de un irregularidad notable - como el reciente We can be heroes.

¿Y aquí? Bien, gracias -- es una síntesis compacta de su estilo : montaje de samurái, set pieces comiqueras, desvergoncismo Tex-Mex y ganas de no contar nada con peso temático. Y oigan - entre que Robert apaña el guion, entre la fotografía del mítico Guillermo Navarro, entre un Banderas motivado y el entonces descubrimiento de la deslumbrante Salma Hayek, la cosa llega a muy buen puerto.

Ah - y el carisma actioner de Banderas demostrado aquí fue claramente una de las cosas que le llevó a interpretar al Zorro. Es obvio.