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Voto de Canarian_ucello:
9
7,6
117.626
Drama
Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La presión de su controladora madre (Barbara Hershey), la rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las exigencias del severo director (Vincent Cassel) se irán incrementando a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión ... [+]
7 de mayo de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No podía imaginar uno que antes de entrar en la sala, no muy llena pero tampoco vacía, se iba a encontrar con una película que más allá del tema, que presumiblemente se deducía del título, conllevaría a un gran descubrimiento de obra. No hay que decir que Darren Aronofsky se descubra como un gran director, ni mucho menos, su trayectoria se vio con Requiem por un Sueño con Jared Leto como uno de los artistas principales. Pero si ya se veía en aquélla la gran técnica profundizadora en los sentimientos y en el drama, en "Cisne Negro" hace apología de lo que es querer hacer una película, y de ahí, sin quererlo ni beberlo, descubrir un tema tan escabroso, como ignominioso, en el sentido en que la vida de artista no sólo discurre de teatro en teatro, sino de lucha en lucha, más en el ballet (sin quejas sobre este género al que considero maravilloso para ver y disfrutar).
Quizás, quien es buen previsor, viendo a Natalie Portman, Vincent Cassel y Mila Kunis en el reparto, debería de comprender un poco la calidad de la película, pero hay veces que las estrellas se quedan así, estrelladas. Este sin embargo, no es el caso.
Versando sobre ese gran tema de Tchaikovsky, el Lago de los Cisnes, obra maestra donde las haya, una mujer y un príncipe, ambos enamorados, pero siendo así nada más la obra sería de un bodrio tremendo, por lo que originalmente, la mujer (Odette) es convertida en cisne y no puede alcanzar tal amor. Así, en el ballet, se descubren dos cisnes, el blanco y el negro. El blanco es el puro, el tierno, la mujer atrapada; y el negro es el odio, el engaño, la bruja, el testimonio del castigo. Esa lucha interna se desata entre ambas.
Y aquí todo parece ir bien, bailarina (Natalie Portman) de una prestigiosa compañía anhela ser la principal de su compañía y por ello debe competir con el resto de sus compañeras, muchas de las cuales reflejan la mayoría de la sociedad: hoy te sonrío y te adoro, pero como te des la vuelta te doy el traspié.
Sin embargo, si hay algo que confunde y además engancha más en las películas son los quebraderos de cabeza, siempre y cuando tengan sentido. Y ahí sale a escena Darren Aronofsky con su peculiar forma de dilucidar dos obras en uno.
(CONTINUA EN SPOLIER, PORQUE NO ME DEJABA SEGUIR AQUI)
Quizás, quien es buen previsor, viendo a Natalie Portman, Vincent Cassel y Mila Kunis en el reparto, debería de comprender un poco la calidad de la película, pero hay veces que las estrellas se quedan así, estrelladas. Este sin embargo, no es el caso.
Versando sobre ese gran tema de Tchaikovsky, el Lago de los Cisnes, obra maestra donde las haya, una mujer y un príncipe, ambos enamorados, pero siendo así nada más la obra sería de un bodrio tremendo, por lo que originalmente, la mujer (Odette) es convertida en cisne y no puede alcanzar tal amor. Así, en el ballet, se descubren dos cisnes, el blanco y el negro. El blanco es el puro, el tierno, la mujer atrapada; y el negro es el odio, el engaño, la bruja, el testimonio del castigo. Esa lucha interna se desata entre ambas.
Y aquí todo parece ir bien, bailarina (Natalie Portman) de una prestigiosa compañía anhela ser la principal de su compañía y por ello debe competir con el resto de sus compañeras, muchas de las cuales reflejan la mayoría de la sociedad: hoy te sonrío y te adoro, pero como te des la vuelta te doy el traspié.
Sin embargo, si hay algo que confunde y además engancha más en las películas son los quebraderos de cabeza, siempre y cuando tengan sentido. Y ahí sale a escena Darren Aronofsky con su peculiar forma de dilucidar dos obras en uno.
(CONTINUA EN SPOLIER, PORQUE NO ME DEJABA SEGUIR AQUI)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Más allá del devenir de la película, esta se compromente en dos formas totalmente divergentes, en acercar la obra original y hacer una adaptación de aquélla dentro del transcurso de la genuina. Como los supermercados, pague una y llévese dos (con lo que cuesta la entrada al cine, se agradece). Ese delirio por alcanzar el amor del hombre, tras pasar por el embrujo, es el mismo embrujo que sufre Natalie Portman para alcanzar el estrellato siendo la principal en la compañía. Y diremos que lo consigue, pero todo tiene un precio, y siendo la protagonista hija de una ex bailarina frustrada por el embarazo prematuramente de la protagonista, carga toda dicha frustración de gloria en su hija. Y en consecuencia, convierte a su hija en una niña en cuerpo de mujer. No ve más allá de lo que se madre muestra, la trata como una niña, no le deja vivir.
Vincent Cassel, papel para mi gusto extredamente bien ideado, será el encargado de desatar la lujuria en la película, y ¡Sed bienvenidos a la orgía de baile, sexo, y locura! Sí, lo he dicho bien, él será el encargado de hacer ver, junto con Mila Kunis, que ya es hora de vivir una vida propia y que como dice la película: "la perfección no es control, es perderlo".
Ahí viviremos una trepidante carrera por el ascenso al mismo tiempo que descendemos, sin descuidar que el tiempo pasa, y nosotros absortos a la pantalla. Ese será el camino a recorrer, descubrirse a uno mismo y entonces darse cuenta de "que la única persona en tu camino eres tú. Es hora de dejarla ir. Piérdete".
Una vez acabada la película, si sales con una sonrisa en la boca no es de pensar que la película haya sido graciosa, alentadora, esperanzadora, ni nada por el estilo. Si sales así, será porque habrás sentido tu dinero bien empleado. En mi caso, no salí con una sonrisa, sino con una de cara de circunstancia que no fuera porque no me gustara, sino porque costaba analizar tanta apología. Luego sí apareció.
Era una película difícil de hacer, pero el trastorno psicológico tanto por parte de la frustración materna como por la sensación de avaricia y progreso se transporta, literalmente, a la mente del espectador que no sabrá si salir corriendo, llorar o pegarse un tiro. En muchos casos, elegirán quedarse, no concibo no saber qué pasaría en la película. Grandes escenas, excelente fotografía, espacios, música y baila. Nada que envidiar al Lago de los Cisnes en el Teatro Galdós en 2008 desde el patio de butacas.
Clint Mansell, en su línea, brillante, pero al ser la mayoría de la música de Tchaikovsky, dejemoslo en un simple pasable. Guión, estupendo, y montaje más de lo mismo, no hace falta escribir más líneas para describirlo.
En definitiva dar las gracias a Aronofsky por tal película, y tan sólo concluir con un "lo sentí, Fue perfecto [...]"
Vincent Cassel, papel para mi gusto extredamente bien ideado, será el encargado de desatar la lujuria en la película, y ¡Sed bienvenidos a la orgía de baile, sexo, y locura! Sí, lo he dicho bien, él será el encargado de hacer ver, junto con Mila Kunis, que ya es hora de vivir una vida propia y que como dice la película: "la perfección no es control, es perderlo".
Ahí viviremos una trepidante carrera por el ascenso al mismo tiempo que descendemos, sin descuidar que el tiempo pasa, y nosotros absortos a la pantalla. Ese será el camino a recorrer, descubrirse a uno mismo y entonces darse cuenta de "que la única persona en tu camino eres tú. Es hora de dejarla ir. Piérdete".
Una vez acabada la película, si sales con una sonrisa en la boca no es de pensar que la película haya sido graciosa, alentadora, esperanzadora, ni nada por el estilo. Si sales así, será porque habrás sentido tu dinero bien empleado. En mi caso, no salí con una sonrisa, sino con una de cara de circunstancia que no fuera porque no me gustara, sino porque costaba analizar tanta apología. Luego sí apareció.
Era una película difícil de hacer, pero el trastorno psicológico tanto por parte de la frustración materna como por la sensación de avaricia y progreso se transporta, literalmente, a la mente del espectador que no sabrá si salir corriendo, llorar o pegarse un tiro. En muchos casos, elegirán quedarse, no concibo no saber qué pasaría en la película. Grandes escenas, excelente fotografía, espacios, música y baila. Nada que envidiar al Lago de los Cisnes en el Teatro Galdós en 2008 desde el patio de butacas.
Clint Mansell, en su línea, brillante, pero al ser la mayoría de la música de Tchaikovsky, dejemoslo en un simple pasable. Guión, estupendo, y montaje más de lo mismo, no hace falta escribir más líneas para describirlo.
En definitiva dar las gracias a Aronofsky por tal película, y tan sólo concluir con un "lo sentí, Fue perfecto [...]"