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México México · Puebla
Voto de wraparty:
3
Thriller. Drama Estados Unidos, década de 1970. Seguimos a Jack durante un período de 12 años, descubriendo los asesinatos que marcarán su evolución como asesino en serie. La historia se vive desde el punto de vista de Jack, quien considera que cada uno de sus asesinatos es una obra de arte en sí misma. (FILMAFFINITY)
4 de enero de 2019
25 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su debut como cineasta, el danés Lars von Trier se ha caracterizado por salirse de los cánones y realizar cintas que distan mucho de ser convencionales. Como fundador del movimiento Dogma 95, el cual abogaba por el regreso de historias más creíbles en el cine minimizando el uso de efectos especiales, ha entregado cintas tan relevantes como Dogville y Melancholia y otras más controvertidas como Antichrist y Nynphomaniac. En esta ocasión, el realizador pretende sumergir al espectador en la retorcida mente de un asesino en serie, con resultados que, como suele suceder cuando se trata de las películas que siguen esta línea, son bastante discutibles.

La cinta es una especie de viaje introspectivo de Jack, quien le cuenta a un ser misterioso los pormenores de su vida criminal. Dividida en cinco “incidentes”, el multiasesino relata (y von Trier demuestra) con lujo de detalle las motivaciones y métodos que lo llevaron a cometer atrocidades que incluyen mutilaciones, fusilamientos, experimentos militares de exterminio e incluso taxidermia humana. Inducido por su trastorno obsesivo compulsivo, el personaje descarga sus frustraciones como arquitecto mediocre en cada una de sus víctimas para denominarse a sí mismo como Mr. Sophistication, buscando en todo momento perfeccionar sus sádicos sistemas para matar.

De forma demasiado explícita, von Trier no tiene reparo en mostrar con exceso de violencia cada uno de los asesinatos que comete su personaje. Durante más de dos horas de tormento visual, el también guionista pretende justificarse introduciendo elementos filosóficos relacionados con las relaciones familiares, la naturaleza del ser humano, el papel de la mujer en la sociedad, ideologías políticas e incluso la esencia del arte. Así, el cineasta utiliza a Jack como su portavoz para intentar convencer al público de que este frenesí sin sentido en realidad tiene un trasfondo ideológico, el cual no es evidente para el ojo común.

No obstante, la realidad es que von Trier solo busca impactar a su audiencia con escenas violentas mientras lo engaña haciéndole creer que debe de pensar más para entender su obra. Sin embargo, la realidad es que toda la retórica que maneja no es más que un sinsentido, una fallida pretensión de mostrar que el baño de sangre es un analogía de lo que pasa en el mundo. Ni siquiera el buen trabajo de Manuel Alberto Caro (Antichrist, Nynphomaniac) en la fotografía, ni la excelente actuación de Matt Dillon (Crash) interpretando a Jack, hacen que valga la pena dedicar tiempo para ver este filme.

Es así como von Trier triunfa una vez más, pero no como cineasta, sino como un personaje curioso que goza de crear controversias, si bien una vez se ganó el repudio general en Cannes por declararse como un admirador del nazismo, en esta ocasión logró sacar a un gran número de espectadores en el mismo evento, los cuales de inmediato adivinaron su gastada estrategia y decidieron no volver a caer en su juego provocador.

Calificación: TÚ DECIDES.

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