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Voto de Kick'Em Ars:
9
23 de enero de 2007
31 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un crimen en el número 12 de la calle de Bordadores, junto a la Puerta del Sol, concita a todos los madrileños, parroquianos de Cafés, madres de familia, señores de postín... Sin duda, no estamos en el siglo XXI, sino en una época en que los crímenes en la ciudad eran rara avis. Se convierte en tema social, gracias a la hábil y tramposa intervención de los periodistas de “El liberal”, que manipulan la información con el objeto de aumentar su tirada.
Nadie se salva de una visión irónica en este melodrama criminal de humor costumbrista, en el que nada chirría ni desentona porque se nota que todo se ha hecho con sentido y con sentimiento (como el tremendo homenaje a la diversidad de las gentes de España, cuyo sentimiento se hace uno bajo el influjo del cante jondo: la película es del año 46). El filme rebosa originalidad e ingenio y parece capaz de mostrar con naturalidad cualquier cosa que se proponga; desde una pelea femenina con azotes en el trasero y todo, hasta un juez, un fiscal y un abogado con la baba goteando mientras escuchan a la acusada declarar lo que hizo el día del asesinato: “me desnudé, me puse el camisón, me fui a la cama...”.
Nadie se salva de una visión irónica en este melodrama criminal de humor costumbrista, en el que nada chirría ni desentona porque se nota que todo se ha hecho con sentido y con sentimiento (como el tremendo homenaje a la diversidad de las gentes de España, cuyo sentimiento se hace uno bajo el influjo del cante jondo: la película es del año 46). El filme rebosa originalidad e ingenio y parece capaz de mostrar con naturalidad cualquier cosa que se proponga; desde una pelea femenina con azotes en el trasero y todo, hasta un juez, un fiscal y un abogado con la baba goteando mientras escuchan a la acusada declarar lo que hizo el día del asesinato: “me desnudé, me puse el camisón, me fui a la cama...”.