21 de enero de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película menor del Rey Midas. El buen reparto y el buen diseño de producción se ven estropeados por un guión aburrido, reiterativo, poco interesante y excesivamente largo. Si Spielberg se hizo mayor con La lista de Schindler, con Lincoln se ha hecho mayorcete. Solo lo salva Day-Lewis con su interpretación del presidente, al que nos agarramos cuando la peli hace aguas, pero ni siquiera este enorme actor se merecía un guión como éste. El maestro John Williams brilla por su ausencia y su música es plana y escasa como señal inéquivoca de que se aburrió al componer este producto totalmente desperdiciado. No siempre acierta el maestro.
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