Alucinante. El 80 por ciento de los figurantes son jubilados reumáticos y con sobrepeso. Al protagonista (¡y director!) le quedan grandes todas las gorras y uniformes. La chica y su colega enfermera parecen becarias de un porno casero; su actuación es inefable. Los lanchones del desembarco son tres, literalmente tres. El mismo avión –un único avión– es ruso y americano a la vez. El mismo bosque está en Ucrania y en Normandía. El carro Tiger está hecho de aglomerado. Los vehículos acorazados son indescriptibles. Las piezas de artillería están sacadas de la guerra de Crimea. No existe el guión.
La película podría haber sido una broma memorable. Pero no, pretende ir en serio. Inenarrable