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España España · Valencia
Voto de Cineycine:
7
Ciencia ficción. Acción En la sociedad del futuro el concepto del concurso de televisión es llevado a un extremo cruel. Los concursantes, la mayoría prisioneros obligados a participar, deben huir de matones en un terreno restringido, seguidos por las cámaras y una audiencia sangrienta. Ninguno sobrevive para recoger el premio hasta que un hombre injustamente acusado, Ben Richards (Arnold Schwarzenegger), empieza a ganar a los asesinos y a tener el apoyo de la ... [+]
17 de julio de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los años ochenta fueron la era dorada del cine de acción y Arnold Schwarzenegger uno de sus máximos exponentes. Después de films como ‘Terminator‘ o ‘Depredador’, el gigante austriaco se encontraba en la cima de su carrera, por lo cual no es de extrañar que los estudios pensaran en él para interpretar al Ben Richards de 'Perseguido', película basada en la novela “The Running Man” de Stephen King, que resulta un producto genuinamente ochentero aparecido cuando el “cine de esteroides” como me gusta llamarlo estaba en su máximo apogeo.

El guión corre a cargo de Steven E. de Zouza que había dado el salto al cine con la estimable ‘Límite 48 horas‘ y ya sabía lo que podía pedirle a Arnold al haber trabajado en el guión de ‘Commando‘. No seamos duros con él, el guión no es nada del otro mundo pero cumple perfectamente su cometido. El problema (o no) es que todo queda reducido a un "body count" para lucimiento de Arnold en lo que parece un videojuego de plataformas, donde Arnold se limita a ir despachando a cada villano en una sucesión de peleas sangrientas. Todo para llegar al jefe final y terminar la partida. Game over. Y hombre, el guión de esta película debería haber dado para más porque la historia lo merecía, en este sentido, uno de los aciertos del film es poner en tela de juicio un poderoso ente como es la televisión, ofreciendo una visión bastante acertada de lo que puede suceder en un futuro si no vamos con cuidado con la clara degeneración del medio y los "reality shows".

Los personajes son el plato fuerte de este festival de muertes. Y a diferencia del cine de hoy en día, no se recurrió a metrosexuales de medio pelo para protagonizar masacres, sino a tíos hechos y derechos como el citado Schwarzenegger matando villanos con gracia e ironía. Sus rivales son un gran acierto porque, si bien no tienen el peso específico de Richards, si que poseen el carisma y la gracia necesarias para despertar el interés del público. El criterio que se siguió a la hora de seleccionar a los actores se adivina la mar de sencillo: casi todos eran luchadores profesionales. Eso era una garantía segura de que músculos y caras de mala leche no iban a faltar. Y es que lo que se esperaba de estos hombretones no eran grandes dotes interpretativas, sino que se mostraran como auténticas bestias pardas y cayeran con estilo, algo en lo que sin duda no nos defraudan. Entre ellos cabe destacar a Jesse Ventura, al Professor Toru Tanaka, la breve pero contundente participación de Jim Brown o la electricidad del personaje Dynamo, un tipo protagonizado por un boxeador y barítono. Pero quizás uno de los perseguidores más carismáticos sea el desconocido Gus Rethwisch que da vida a Buzzsaw, un sádico apasionado de las sierras mecánicas.
Lógicamente un grupo tan variopinto de salvajes necesita un maestro de ceremonias a la altura, y ese no es otro que Damon Killian, el megalómano presentador de “Perseguido” al que da vida un magistral Richard Dawson. Para entendernos, viene a ser un José Luis Moreno pero con mucha más mala leche. Lejos de limitarse a interpretar al personaje, Dawson se parodia a si mismo en la película, ya que durante años fue presentador de televisión y humorista. Es su particular forma de rendir homenaje a tan particular profesión, y sin duda su histrionismo y mala baba son causa directa de muchas de las risas que desata. Y si Killian es importante no menos lo es el público del programa, que retrata con fino humor negro a una sociedad deshumanizada y sedienta de violencia que ha propiciado la existencia de programas como ese. Prueba inequívoca es el desfile de mujercitas y adorables ancianas que apuestan emocionadas por su perseguidor favorito.

Concluyendo, para los que la vimos en su momento 'Perseguido' se ha convertido en una obra de culto, entretenida y memorable, de lo mejor que hizo Arnold en los ochenta. Pero para muchos de los que la descubren ahora es una cutrada puesta al servicio de Arnold y sus músculos. Hombre, todo es cuestión de gustos, pero como leí una vez por ahí un diamante sigue siendo un diamante aunque lo recubras de roña. Cuando fui al cine a ver esta película ya sabía lo que me ofrecía y salí de la sala satisfecho como pocas veces. Yo no buscaba diálogos inteligentes ni actores de método sino entretenimiento puro y duro. Es evidente que podrían haber sacado mucho más de esta historia, pero ver a tu héroe de acción favorito repartiendo leña y poniendo firmes a un montón de tipos desagradables es aliciente más que suficiente para muchos de nosotros. Pese a los fallos que pueda tener y a las carencias de dirección, creo que sentarse a ver ‘Perseguido’ es disfrutar de un espectáculo que te transporta automáticamente a una época en la que el cine de acción se entendía de otra forma. Imprescindible tanto para nostálgicos como para aquellos que quieran redescubrir la era dorada del cine de acción.

-Lo mejor: Las escenas de acción donde Arnold se enfrenta a los perseguidores. Ah, y un Richard Dawson brutal, el propotipo perfecto de presentador sin escrúpulos.

-Lo peor: El guión es flojillo, enteramente al servicio de Schwarzenegger para lo bueno y para lo malo.

-Más en: www.cineycine.com
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