Vaya peliculón se ha marcado, y que narices tiene el señor Martin McDonagh (por no poner otro calificativo haciendo mención a la virilidad de este genial tipo).
3 Anuncios en las Afueras de Ebbing, Missouri es una obra maestra, y lo es única y exclusivamente porque cuenta con un guión punzante y brillantemente escrito, que esta lanzado como si de una daga se tratase, contra los asentados cimientos de la América rural y más conservadora, y hacia sus conductas de dudosa ética.
Cada diálogo en la película, cada conducta y cada movimiento que toman sus personajes, tiene un porque y una razón dramática de peso, para mostrarnos al espectador justo la trama que se nos quiere contar. Sin concesiones y sin aditivos.

Cuando una película o una obra narrativa de cualquier tipo, cuenta con unas ideas tan bien escritas y entrelazadas, y es además, consciente de la repercusión justa que va a afrontar, contada sin miramientos ni censura, es muy probable que sea este justo el resultado que tomará. El de una obra hiriente y consecuentemente dañina.
El segundo punto que más destaca en 3 Anuncios, es su portentoso reparto, en el que cada actor, sea protagonista o un secundario, brilla con luz propia. Cada uno con su aporte de intensidad y su dosis de mordaz cinismo, pero que a la vez, nos muestran a personas muy cercanas y humanas, con las que, podríamos coincidir cada uno de nosotros paseando por nuestro pueblo, o tomarnos con ellos unas cañas en un bar. Y eso es muy brillante, esa mezcla de cotidianidad y realismo bien alejado de otras producciones hollywoodienses.

En definitva, no duden en ir a verla, saldrán conmocionados y tocados por esa historia, esos geniales personajes y sus dialogos corrosivos como el ácido.