Ayer, una tarde de domingo aburrida se convirtió en un infierno. Y tengo que reconocer que en parte es por mi culpa, ya que aunque una película sea mala siempre decido verla hasta el final, hasta sus últimas consecuencias.
La pregunta es la siguiente...¿cómo se puede hacer en el 2020 una película tan absolutamente insufrible como ésta?

Tediosa, incomprensible, sin guión, pretenciosa, carente del menor sentido del humor o de la sorpresa, aburrida hasta los límites de lo insospechado, (cosa que no se le puede perdonar a ninguna película), ridícula visualmente, incapaz de sentir identificación por sus personajes o por el argumento, poblada por situaciones y personajes que no vienen a cuento en absoluto metidos con calzador, y lo que es peor...con mucho presupuesto por en medio. Se supone que es una compañía de ballet y no sale ni un sólo momento de baile algo original. El morbo original de la película de Argento, que no tenía estas pretensiones, está sustituido por momentos grotescos en este pretendido 'remake' que aún contando con mil veces más presupuesto resulta ridícula, penosa e insoportable. Hasta las secuencias presumiblemente 'gore' dan asco por lo mal que están encajadas y dan más ganas de llorar que de impresionar.

En fin, un desastre absoluto, un coñazo total envuelto en una caja de bombones, ya que lo único genial es el cartel y los títulos de crédito.