Cuando el cine está bien hecho pasa como con los vinos. Jamás un vino corriente podrá convertirse en un buen reserva... Harry el Sucio, después de 47 años, sigue conservando sus aromas y bouquets de estupendo entretenimiento.

Eastwood, con 41 años resolvía con soltura un papel dirigido con brío y excelencia por Don Siegel. La trama se convirtió en clásica y el argumento con sus variantes, desde entonces ha sido imitado ininterrumpidamente.

Una de esas películas que de vez en cuando apetece revisar.