Una pieza no encaja en el puzzle.
A Frances Farmer la obligaron a pertenecer a una sociedad conservadora, hipócrita y ruin, una sociedad acostumbrada a modelar a las personas a su antojo, intentando limar todos los rasgos de independencia, personalidad e individualidad.
Los estudios de cine de la época eran a su vez aún más manipuladores, transformando las figuras de las actrices como si de plastilina se tratara.
Frances Farmer era de piedra, si querían cambiarla tendrían que romperla.
Entre todos la tiraron contra el suelo y ella se desintegró en múltiples pedazos.
Nadie la ayudó a recomponer su vida.
En estos casos el favor de la familia es crucial pero Frances Farmer no tuvo suerte, un padre lobotomizado por su mujer y una madre autoritaria y sin escrúpulos a la que se agarró como a un clavo ardiendo, a la postre un clavo que quemaba demasiado.
Lillian Farmer, su madre, se convirtió en su verdugo.
SI
- Narrada de forma magistral.
- Sensibilidad en los temas más oscuros.
- Jessica Lange impresionante.
- Fotografia, vestuario, ambientación, todo en consonancia con el resto de la película.
- Nirvana 'Frances Farmer will have her revenge on Seattle'
La venganza se consuma cada vez que alguien denuncia la intransigencia de la sociedad
a que las personas no quieran pertenecer al rebaño ovino colectivo y sí a actuar, pensar de una forma individual e intransferible.
NO
- Voz en off a lo Mike Hummer.